CAPITULO 11: DÉCIMO AÑO

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POV CRISTIAN

20 de Febrero

No sé qué me pasa. Tengo la cabeza en otro lado. La profesora me ha llamado la atención más de 3 veces en menos de media hora. La pizarra está llena de números y ejercicios pero en mi cabeza solo existe una persona, de hecho una persona con solo 9 años.

Esa vez que la bese, cuando hacía de bella aun no lo puedo olvidar. Por favor eso solo una niña de 9 años y yo un adolecente de 15. En cualquier lugar se vería mal, aun que mis padres están fascinados con el hecho de que sienta algo por alguien y más aun por un chica.

-CRISTIAN GREY A LA PIZARRA- me grita la profesora. Mierda. Me levanto de mi puesto y cuando llego al pizarrón no se qué ejercicio hacer.

-¿Cuál ejercicio tengo que resolver?-

-el numero 6, grey- claro el más complicado de todos pero es pan comido para mí, me gustan los números y una simple división de divisiones no me provoca ningún problema, es más me entusiasma. Luego de 12 minutos lo termino, la profesora esta con la boca abierta igual que mis compañeros, la profesora revisa sus apuntes y luego mi ejercicio.

-esta correcto señor grey, lo felicito- toma esa. Asiento con la cabeza y regreso a mi puesto para seguir pensando en ella.

Luego de 2 horas aburridísimas de historia, salgo al patio en busca de mi hermana y de Ana. No se me hace difícil encontrar a Mía. Ella está en el casino con un gran grupo de niñas igual de ruidosas que ella, pero en ningún momento veo a Ana.

Salgo rumbo donde se encuentran los arboles. Veo a alguien sentado junto a uno ellos, recargando su espada en un gran manzano y es mas que obvio que es Ana. No hay nieve en la base del árbol y mientras me acerco, logro distinguir una manta debajo de ella. No se ha dado cuenta de mi presencia. Esta con un cuaderno escribiendo algo y anotándolo en el cuaderno. Observándola bien me doy cuenta que no trae almuerzo. Esta niña con su falta de apetito hace que de rabia. Me siento a su lado asiéndola saltar.

-oh por dios cristian, me asustaste-

-lo siento, pero cuando te pones esos malditos audífonos es como si estuvieras en otro mundo- digo algo irritado

-¿estás enojado?- me pregunto

-no- miento

-si lo estas... Dime el porqué-

-por tu falta de apetito- le digo

-¿Cómo?-

-¿Dónde está tu almuerzo?-

-en casa-

-¿se te olvido?- ella asiente con la cabeza

-Ana por dios, si no comes bien te enfermeras y eso no me gusta- siento como su pequeño cuerpo se acerca a mí.

-lo sé, solo que paso algo antes de venir a la escuela- dice

-¿Qué cosa?-

-vi a Ray-

-¿y?-

-estaba con sus hijos. Le estaba pasando sus mochilas y sonreía. Cuando me vio su felicidad desapareció y me regalo una mirada de odio puro- mierda, no me gusta verla triste.

-Ana... yo...- ella me interrumpe

-¿Por qué Ray no me quiere? ¿Qué hice para merecer su odio?- ella susurra mientras una solitaria lagrima se le escapa.

-Ana, yo no lo sé. Pero ya no deberías pensar en el. Nos tiene a nosotros, me tienes a mí y a Max- ella sonríe.

-gracias, por estar conmigo-

Entre-lazados: Cristian y Ana Where stories live. Discover now