Se conocen desde siempre.
Ella una chica dulce pero dañada por su familia biológica.
El un chico inocente pero dañado por su familia biológica.
Ellos se conocieron cuando ella tenia meses de nacida y el 6 años.
Desde ese momento, nunca se han separa...
Es el último día de nuestra luna de miel en Bora Bora y me da pena pero es hora de regresar. Necesito ver a mi pequeño, sé que nos extraña. Hemos hablado mucho por video llamada. Me ha contado algunas travesuras que ha hecho en el departamento y como Gail ha comido muchos trozos de pastel. No todos son de chocolate, ayer me conto que le gustó mucho un pastel con frutillas.
Gail me conto que está haciendo las recetas baja en azúcar y con muchas vitaminas. Las calorías necesarias y con muy rico sabor. Me dijo que si el señor Grey la apoyaba, tomaría unos cursos para aprender a cocinar con materiales bajo en grasas y azucares. Pero que son muy saludables y que para los niños sean buenos. Me dijo que sin querer que quiere aprender más, y que con la llegada de Teddy, era hora de hacerlo, mientras tenga tiempo.
Los cursos duran 5 semanas y yo tengo 27. Así que solamente está tomando dos cursos, aunque si pudiera tomaría dos. Pero tiene que hablar con Cristian para que le de la autorización. Yo pienso que le gustara saber eso, y eso me dejaría la posibilidad de tener la cocina para mí unas cuantas veces más, y podría cocinar para mi familia.
Por otro lado Cristian, por mucho que ha intentado despegarse un poco de su empresa, no puedo. Ha estado trabajando en el despacho de la cabaña y eso me ayuda a tener un poco de tranquilidad. Cuando lo tengo cerca las ganas insaciables de querer besarlo, comerlo, chuparlo, no me dejan tranquila. Es una delicia y mi apetito esta disparado.
Estoy sentada, en el muelle que esta aun lado de la casa. Mis patitas están sumergidas en el agua. La sensación que producen las olas es relajan. El paisaje que es delante es precioso. Nunca imagina conocer la isla Bora Bora, siempre he leído que esta isla es paradisiaca pero verla en vivo es otra cosa.
-nena, ¿Qué haces aquí afuera?- Cristian sale de la cabaña con el ceño fruncido.
-disfrutando de las últimas horas que nos queda aquí- se sienta a mi lado y observa el paisaje.
-es muy lindo. ¿Qué quieres hacer?- me pregunta.
-nada. Creo que hemos hecho más de lo que imaginamos, pero extraño a Lucas y a los cachorros- digo algo nostálgico.
-¿no te gusta pasar tiempo conmigo a solas?- me mira triste.
-no, no, no. No pienses eso. Amo estar contigo a sola pero desde hace un tiempo que sabes que no estamos solos. Lucas nos necesita y por más que haya aceptado a los demás integrante Grey, sabes que no confía del todo en ellos-
-lo sé- suspira.
-en realidad Lucas solo confía en cinco personas. Taylor, Gail, Sawyer, tú y yo. Sabes que todos estamos haciendo todo lo posible para que ese pequeño recupere la confianza que ha perdido. Él se ha poco a abierto su corazón a nosotros y no quiero estar mucho tiempo lejos de él. Y sé que tú tampoco- le digo mirando sus hermosos ojos.
-por Dios, ¿Qué he hecho para merecer una mujer como tú?- me dice. Me intenta agarrar por la cintura pero me zafo. Lo malo es que no tengo donde afirmarme y caigo al agua. No es muy profundo pero es lo suficientemente hondo como para mojarme completa.
-¡Ana!- grita. Escucho como se lanza al agua, detrás de mí. Sus manos me toman por la cintura y me deja frente a él.
-lo siento- le digo pero no puedo borrar la sonrisa que tengo. El mira y sé que está confundido.
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