Entre-lazados: Cristian y Ana

CAPITULO 31: SORPRESAS MALVADAS

POV ANASTASIA

Estos malditos dolores de cabeza me sacan de quicio. ¿cuándo se irán? Estoy en la biblioteca del departamento terminando de leer un ensayo para realizar el mío. Según el profesor, tenemos que sacar una idea del ensayo y crear uno. Tengo varias ideas, pero el dolor de cabeza no me deja. El doctor dijo que durarían como una semana y hasta ahora no se ha equivocado. Llevo exactamente 4 días con dolor de cabeza y 2 desde que me dieron de alta.

Cristian ha estado más atento de mí. Esta constantemente en comunicación. Me llama, yo lo llamo, unos mensajes por aquí y otros por allá. En la noche cuando llega, cenamos y jugamos con Lucas. Cuando queda rendido, Cristian o yo lo acostamos en su nueva habitación y dejamos prendida la radio, además un monitor para escucharlo por si despierta en la noche.

Aunque al principio estaba algo celosa porque Cristian le daba demasiado tiempo, más que a mí, ahora lo estimo demasiado. Es muy dulce y tierno. Pero lo que más me duele es que él también tiene un pasado oscuro como el de nosotros, y todo causado por nuestros padres biológicos.

Dejo el ensayo aun lado y salgo rumbo a la cocina por un poco de jugo. Cuando bajo encuentro a Lucas durmiendo plácidamente en la alfombra. Su pequeña cabeza esta afirmada en unos de los carritos que Cristian le compro, otro auto esta debajo de su pierna y creo que en su abdomen hay un soldado de juguete que debe de estar asfixiado y en estado agónico por el peso. Sonrió al verlo. ¿Por qué será que todos los niños cuando tienen sueño se quedan dormidos en cualquier lado?

Lo tomo con cuidado y él se acurruca en mi pecho. Subo con el rumbo a su cuarto, pero cuando paso por mi habitación cambio de opinión. Dejo a Lucas en la gran cama matrimonial que comparto con Cristian. Busco en la mini enfriadora y saco una botella de jugo. Cuando Cristian y yo tenemos relaciones, muchas veces terminamos sedientos y hambrientos, por eso decidimos tener la mini en la habitación.

Miro el reloj en la mesita de noche, son apenas las 3 de la tarde, así que tomar una siesta de un par de horas no será problema. Busco en el closet algo mas cómodo para dormir y encuentro un pantalón de buzo y una polera a tiras suelta. Observo a Lucas que sigue durmiendo tranquilamente y entro al baño. Me cambio en tiempo record. Cuando estoy lista, entro a la cama y me acomodo de tal manera para poder observar al pequeño. Lentamente veo como el pequeño bulto se comienza a acercar a mí y no se en que momento el pequeño termina aferrado a mí y durmiendo plácidamente.

Lo observo y es muy parecido a Cristian. Se nota claramente los genes dominantes del hombre, el cual por desgracia es el padre del hombre que más amo. Su piel es más blanca que la de él. Tiene pómulos más redondos, cejas amplias, pero no grandes. Pestañas largas y abundantes. ¡qué envidia! Es pequeño, no mide más de unos 60 centímetros y tiene un genio parecido por no decir igual al de critican. Me acomodo y lo atraigo a mi pecho, estoy así con el hasta que me quedo dormida.

POV CRISTIAN

Por fin la última reunión de la semana. Hoy es día viernes y me he propuesto salir antes de las 4 de la tarde. Necesito pasar tiempo de calidad con mi futura esposa y mi pequeño. Cuando le conté a mama la historia de Lucas y la relación con él, no supo que decir. Pero cuando le dije que lo iba a adoptar y así lo convertiría en mi hijo, que haría todo lo posible para que olvidara su pasado, ella dijo que adelante, que contaba con su ayuda para lo que quisiera.

Todos en la familia quieren conocer a Lucas. Les conté que él tiene miedo al contacto físico. No le gusta que la gente lo abrace y que a las únicas personas que deja que lo acaricie o lo besen o cualquier cosa somos Ana y yo. Mi madre entendió al igual que Mía y los demás.

Término de arreglar unos documentos y puedo decir adiós vida laboral hasta el lunes que viene. Apago el computador y salgo rumbo a la casa. En el primer piso esta Taylor esperándome. Me abre la puerta del auto y salimos rumbo al departamento. Estoy ansioso, quiero pasar tiempo de calidad con ellos. Desde que Ana tuvo esa crisis que la mando al hospital, hemos estado más unido que nunca. Sé que la falta de comunicación casi nos destruyó, pero ya no más.