S.T. CAPITULO 2: MOVIMIENTOS

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POV ANASTASIA

-enano no corras te harás daño- grita Cristian desde el pasillo. Desde que se acabaron las horas de rehabilitación, Lucas es un niño feliz. Corre, salta como un loco. Los perros detrás de él, me da risa es como si jugaran al monito mayor, lo que hace Lucas lo hacen ellos. Si Lucas salta, ellos saltan, si corre, corren detrás de él. Lo malo que este departamento está quedando pequeño.

-este niño... ¿en qué piensas? - me pregunta Cristian mientras entra en la habitación con el pijama puesto.

-que necesitamos una casa. Te imaginas a Lucas corriendo por jardines verdes, flores y árboles. Los días de campo, aire libre además de olor a mar- le digo.

-lo sé. Es también mi sueño y ¿sabes qué? - me dice entrando a la cama conmigo.

-no tengo ni idea-

-he encontrado la casa de ensueños. Mañana la iremos a ver. Es una casa gigante, hay que hacer algunos cambios y arreglos que no llevaran mucho tiempo. De hecho, Elliot también la vio y me dijo que él se encargaría de arreglarla en tiempo récord- me dice mientras besa.

-gracias mi vida. No puedo creer que por fin vamos a salir de tu fortaleza. ¿qué estaba haciendo Lucas para que le gritaras? - le digo mientras beso sus labios y le muerdo su labio interior. Si lo acepto, con el embarazo se me han disparado las hormonas.

-estaba jugando y corriendo con los cachorros. No es que no me guste verlo feliz, solo que no quiero que se haga daño. Nena no hagas eso, saber que tenemos que ir a comer. Son casi las 2 de la tarde y no te puedes quedar sin almuerzo- me dice.

-tengo hambre, pero no de comida- le digo mientras muerdo su oreja. Siento que su cuerpo se contare y gruñe.

-espera- dice mientras sale de la cama. Llega al pasillo y grita -Enano ¿Dónde estás? -

-en la cocina- se escucha la voz del pequeño, pero se oye lejana.

-nena, voy y vuelvo- dice mientras se acomoda los pantalones y sale, supongo rumbo a la cocina. Estiro mis piernas y acaricio mi vientre. Siente que mi bebé se mueve y sonrió como boba. La primera en sentirlo fue Grace en la cena hace dos semanas. Sonrió al recordar su reacción.

Flashback

Estamos en la cena que Grace organizo para celebrar mi embarazo. Todos están felices, ya que, según ellos, los niños siempre alegran la vida de los adultos. Eso no lo puedo negar, ya que con la llegada de Lucas tanto mi casa como los de Grace e incluso la de Ray está desbordada de alegría.

A mi lado derecho esta Cristian y a mi otro lado esta Grace. Cristian esta hablando con Elliot y con Ray que tiene sentado a Lucas en sus piernas. Grace me toma de la mano y siento que voy a llorar. El tacto de esta mujer siempre me ha hecho sentir como en casa.

-mi niña. Cuando llegaste a esta casa eras tan pequeña. Lo único quería hacer era cuidarte, protegerte y así lo hice. Y mira en la hermosa mujer que te has convertido, una mujer fuerte que es capaz de pelear por los suyos y ahora vas a hacer mamá. Tendrá un angelito al que tendrás que cuidar y proteger con su vida- me sonríe.

-Grace eres tan buena conmigo. Has sido como una madre para mí y espero que nunca te alejes. Has hecho por mi más que nadie. Me has hecho una mujer con valores, cultura y sentimientos y no tengo ni idea como pagarlo- le digo mientras una lagrima baja por mi mejilla.

-cariño, no llores. Yo estoy más que pagada. Has hecho feliz a mi niño de ojos grises, lo has hecho reír, llorar, enojar, pero también muy feliz. Lo vas a convertir en padre y esta baboso con la idea- me dice y me abraza.

Entre-lazados: Cristian y Ana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora