Se conocen desde siempre.
Ella una chica dulce pero dañada por su familia biológica.
El un chico inocente pero dañado por su familia biológica.
Ellos se conocieron cuando ella tenia meses de nacida y el 6 años.
Desde ese momento, nunca se han separa...
Llegamos al departamento cerca de las 8 de la mañana. Dormí más de lo que pude imaginar y lo peor es que Cristian no me despertó. Me dijo dormir a mis anchas. Entramos a la sala y me sorprende ver a Lucas en el sillón. Se está quedando dormido. Su cabeza baja despacio y luego vuelve a subir de golpe.
-¿Por qué sonríes?- me pregunta Cristian desde mi espalda.
-mira el sillón- le digo. Cuando lo observa sonríe igual que yo. Se acerca y queda delante de él. Me sorprende que aún no se haya despertado del todo.
-Lucas, pequeño, despierta- mi pequeño abre sus ojitos y cuando se da cuenta de que Cristian es quien lo despertó, se lanza a sus brazos y se esconde en su pecho.
-¡papá!- le dice.
-hola campeón- dice y lo toma en sus brazos. Se acerca a mí.
-hola pequeño, ¿me extrañaste?- le pregunto. Me mira por unos minutos.
-¡mami!- grita y se lanza a mis brazos. Por suerte lo alcanzo a tomar pero el tirón que me da en la espalda hace que me queje pero no suelto al pequeño.
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-auch, bebe, cuidado- digo haciendo una mueca.
-nena ¿estás bien?- me dice.
-sí, solo que este pequeño está más pesado con el paso de los días. Y mi espalda me lo confirmo- digo mientras el pequeño me da un pequeño beso en mi mejilla.
En eso las aptitas de nuestros cachorros se escuchan por todo el departamento y a los segundos aparecen. Al vernos comienzan a labrar y aullar. Están tan felices de vernos como lo estamos.
Cristian me quita a Lucas de mis brazos y vamos a la sala. Me siento con cuidado, pero Lucas es tan apegado a mí, que sale del agarre de Cristian y se gana a mi lado. Con cuidado para no hacerle daño a Teddy, lo acomodo en mi pecho como puedo.
-señora, señor, ¡qué bueno que llegaron!- nos dice Gail. Levanto mi ceja por lo que dijo. ¿Señora? ¿En serio?
-buenos días Gail, ¿Cómo estuvieron las cosas?- le pregunta Cristian.
-bien. Además quisiera hablar con usted sobre algo, importante- le dice. Se a lo que se refiera. Las clases de cocina. Cristian se levanta y va al despacho.
-¿señora? Gail, ¿enserio?- le digo. Ella me sonríe.
-es la señora de la casa- me dice.
-sí, pero siempre ha sido Ana. Así que no cambies las reglas. Ve con el señor, que te espera- le digo. Sonríe y se va al despacho.
-¿mami?- me llama Lucas.
-¿Qué pasa?- le pregunto.
-Ted mueve mucho- dice colocando sus manitos en mi vientre.
