CAPITULO 15: DÉCIMO CUARTO AÑO

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20 de Junio

POV ANASTASIA

Estoy muy feliz, en la escuela me ha ido bastante bien. Ya no me molestan tanto y mía se ha acercado a mí. Hemos vuelto a ser las hermanas de siempre. Por otro lado cristian se ha vuelto mi profesor personal, me ha ayudado con matemáticas y se le ha metido entre ceja y ceja la idea de ser mi sabueso.

Papa y mama también están felices, ya que desde la llegada de cristian estoy más concentrada en mis cosas, estoy comiendo y sonriéndole a la vida. Tengo pensado hacer muchas cosas, y unas de ellas es pedirle a mama Grace que me siga ayudando con las clases de piano.

También entendí, que la música es una de las mejores medicinas. Me puedo expresar mejor a través de ellas, contar mis problemas y dificultades. Además de expresar mis sentimientos.

Otra cosa que estoy empezando a comprender es que mi corazón y mi alma le pertenecen a cristian. Si él no está a mi lado, todo es negro y oscuro pero cuando esta incluso puedo ver que el sol sonríe y no hay nubes en el cielo.

Cuando lo hijos de Max llegaron, cristian anduvo mañoso toda la semana siguiente, según él su cuarto y sus cosas correrían la misma suerte como cuando llego Max. Le dije que no, ya que teníamos experiencia con el otro cachorro. Me dio mucha risa cuando cristian me dijo el nombre de los cachorro, según el cómo ambos llegaron juntos se debían llamar romeo y Julieta. Claro sacando el trágico final, eran nombre preciosos y tierno. Creo que reí como tres días seguidos por este asunto. Al final le dije que si, solo por el hecho que me hizo muchos pucheros además de varios ataques de cosquillas, en uno de esos con el poco aire que me quedaba en los pulmones chille la palabra SIII y por fin paro con el asalto. Claro el muy idiota sonreía de oreja a oreja y yo apenas podía respirar, por poco y me hago. Si hubiera pasado eso... que vergüenza.

En las clases de música, ha llegado nuevos compañeros. Tengo una nueva amiga llamada Bella, ella es de Italia, es hermosa y es muy divertida. Sabe tocar guitarra y saxofón. También esta león, es de Seattle muy simpático y no es capaz de estar quieto, el toca batería, guitarra y algo de teclado. Es muy expresivo y siempre que nos júntanos a ensayar, tanto a bella como a mí, se nos lanza y nos besa ambas mejillas. Cristian sabe de su existencia y cuando le conté como nos saluda hizo un rabieta peor que un niño de 2 años por una paleta. Me costó convencerlo pero lo logre, con unos cuantos besos y una promesa de amor por siempre.

12 de Agosto

POV RAY

El año pasado fue muy duro. Esto de confirmar que Ana es mi hija, me desarmo completamente. Sin que se dieran cuenta robe su cepillo de pelo e hice una prueba de ADN, y salió que en un 99,9% es mi hija. Desde ese dia, me cuesta dormir, a mi cabeza vienen cada una de las cosas que le dije e hice, pero cuando recuerdo el dia que la golpee, una escalofrió recorre toda mi espina dorsal, haciendo que me sienta más miserable aun.

Cada noche contemplo a mis hijos cuando duermen, ver lo tranquilo que duermen y los hermosos sueños que deben tener, me dan algo de paz. Pero a la vez, me imagino a Ana durmiendo igual que ellos y no logro entender como mi corazón se segó tan rápido y no me dejo ver la verdad.

Sé que culpe a Carla de ser infiel cuando realmente el infiel fui yo. Antes de que naciera Ana, cuando ella solo tenía 5 meses de gestación, Carla tuvo una amenaza de pérdida y el médico la obligo a estar en reposo absoluto por lo menos en un mes y después con análisis se vería si seguía con más reposo. Después de ese mes el médico confirmo que el embarazo era de alto riesgo, así que estuvo el tiempo restante en cama.

Todas las noches al sentir su cuerpo junto al mío, mi amigo despertaba pero sabía que no podía. Muchas veces me masturbe en la ducha para quitarme las ganas pero aun así no me sentía bien. Un dia llego a mi oficina una amiga de la familia grey, Elena Lincoln, una mujer hermosa. Comenzamos a tener citas por asunto laborales pero después fueron citas y al final tardes de sexo. Cuando Carla cumplió 8 meses y medio, termine la relación con ella y seguí con mi vida pero nunca dejo de mandarme correos amenazándome de contarle todo a Carla. La calle con una buena cantidad de dinero. Pero aun sentía miedo de que pudiera hablar. Al final de cuenta me cobre mis miedos con Carla, y gracias a eso la perdí para siempre y no solo a ella sino que a mi hija también.

Entre-lazados: Cristian y Ana Where stories live. Discover now