S. T. CAPITULO 1: FECHA

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POV ANASTASIA

La frialdad que siento en mi espalda pueden significar dos cosas: que hace mucho frío o dos que Cristian no está en la cama. Abro los ojos acostumbrándome a la luz que hay en la habitación. Han pasado varias semanas desde que se confirmó mi embarazo y eso desencadeno que todos los síntomas aparecieran.

Tengo un pequeño bulto en mi vientre que evidencia que los amigos de Cristian dieron fruto. Sonrió como boba al pensar en un bebe de él y mío. Hoy en la noche iremos donde Grace y los demás para darles la noticia, bueno en realidad ellos ya lo saben, solo vamos a confirmarla. Además de que Lucas quiere con Elliot de no sé qué cosa.

Al sentarme en la cama siento como algo amargo sube por mi garganta, intento contenerlo, pero me es imposible. Corro al baño y deposito lo que tenía en mi estómago. Maldición. Bebe malo. Siempre me haces los días lunes. Es extraño, ningún otro día me dan nauseas, mareos o vómitos, solo los lunes. Es como si mi pequeño odiara los lunes antes de entender.

Me acuesto en la cerámica que esta helado mientras intento que el mareo pasé, que surgió cuando corrí al baño. El suelo es refrescante y relajante. Hay un olor a vainilla que es el típico olor a esencias que compra Cristian. Suspiro. Como ha pasado el tiempo. Casi doy mi relación por terminada y ahora estoy embarazada y en un futuro convertirme en la señora grey.

Si Cristian no se encuentra, lo más probable es que tiene que ser tarde, muy tarde. Veo el reloj que está en la muralla y como supuse son casi las 12 del día. Con el embarazo las horas de sueño se duplicaron, ahora si comienzo a leer un libro me demoro como tres veces más, ya que leo las 20 primeras hojas y me duermo.

Llevo puesto unos shorts de color plomo y una camisa a tiras del mismo color, unas pantuflas blancas muy felpudas. Lavo mi cara y salgo rumbo a la cocina. Muero de hambre. También debo decir que mi apetito es voraz. De hecho, Gail tiene bajo llave la gaveta de cosas dulce. El problema radica que tengo un ratoncito que cuando va al súper mete unas bolsitas de casa dulces y luego las come conmigo. Y don controlador se enoja cuando descubre las evidencias.

Encuentro a Gail leyendo un papel. Cuando se da cuenta de mi presencia me sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa. Tomo asiento.

-buenas días Gail-

-buenas tardes Ana- sonrió -debes de tener hambre. Te sirvo enseguida- me conoce muy bien.

-Gail ¿Dónde está Lucas? -

-está en su terapia. En una media hora tengo que ir a buscarlo-

-va a estar de malas. Siempre llega mal después de su terapias- le digo

-lo sé. Lo único es que al señor por más que se lo digamos no nos hace caso. Debería bajar la cantidad de horas-

-solo son 2 semanas mas y ya no más. El estará feliz... ¿has visto como camina ahora? Casi ni cojea- le digo

-eso sí. El será un niño feliz ahora. Aquí está el desayuno. Iré a busca a Lucas y vemos que hacer de almuerzo- dice mientras deja mi desayuno, se saca el delantal y se va a la sala.

Después de comer subo a la habitación en busca de mi teléfono. Sé que don controlador me debe de haber llamado y como no he contestado debe de estar echando baba por la boca. Cuando lo encuentro, hay 20 llamadas perdidas, 10 mensajes. Cuando voy a constarse suena el teléfono de la casa.

-casa del señor grey ¿en qué puedo servirle? - digo mientras tapo mi nariz para que mi voz sueñe distinta.

- ¿Gail donde esta Anastasia? - aguanta la risa anastasia.

Entre-lazados: Cristian y Ana Kde žijí příběhy. Začni objevovat