S. T. CAPITULO 21: PERDONADO A MEDIAS

7.9K 518 27
                                    

POV ANASTASIA

-Cristian... no lo sé...- no sé si estoy confundida o cansada pero no quiero seguir en una relación donde siempre tendré esta pelea porque lo conozco.

-no digas no de inmediato. Dame una oportunidad más. No lo sé, dime que tengo que hacer. Llama a Andrea y que reorganice mi agenda pero no me dejes- se ve derrotado.

-Cristian yo no puedo decidir tu vida. Eres tu quien tiene que hacer las cosas. Yo no te voy a decir que hacer. Tienes que darte cuenta solo. Suficiente he tenido con aguantar esto sola para que además tenga que decirte lo que tienes que hacer- le digo. Estoy enojada. Nunca he estado así de enojada.

-Ana, nena yo... he... está bien. Tomare las riendas de la casa y seré el mejor padre que puedes desear pero no me dejes- está bloqueado. Lleva sus manos al pelo y lo acaricia.

-no lo hagas por mí. Hazlo por ellos- le digo. El me mira, sabe que no va a llegar a nada.

-¿aún me amas?- me pregunta después de varios minutos de silencio.

-¿aún me amabas cuando pasabas 20 horas en la oficina y 4 horas en la cama durmiendo?- sé que estoy siendo lo peor pero necesito sacar esto.

-claro que sí. He hecho todo esto por ustedes, para que lo tuvieran todo. Me estaba matando cerrando negocios para que en muchos años mas no necesiten dinero y puedan tener todo- me dice. Yo niego.

-y ¿Qué pasa conmigo? ¿Quién estuvo conmigo cuando Teddy te cayó y se rompió el labio porque estaba pendiente de Lucas? ¿Quién estuvo conmigo cuando sentí una presión en el pecho que no dejo levantarme de la cama por mi cuerpo esta adormecido? ¿Quién estaba conmigo cuando lloraba y lo único que quería era un abrazo? Nadie Cristian, no había nadie. Estaba sola en una casa gigante por el idiota que tengo de marido le dio vacaciones a Gail por dos semanas consecutivas y me dejo solo con mi guarda espalda. Cristian tengo dos manos, las tengo hace años, las tengo y ojala las tenga en un futuro. Tengo dos niños pequeños que necesitan como 10 manos- Dios necesito esto, necesito hablar más que nadie.

-Ana...-

-me gritaste. Yo soy tu empleado Cristian. Yo no soy tu sirvienta que está a cargo de tus hijos. Soy la madre de ellos que necesita ayuda. Necesitan comer, necesitan jugar, necesitan un montón de cosas para ser feliz y créeme que solo un 10% de ellos es dinero. Me gustaría morderme la lengua en este momento pero me la he mordido en los últimos 5 meses- suspiro. El dolor de cabeza otra vez, me masajeo la sien.

-nena, tranquilízate- se acerca a mí y por mi primera vez en día puedo sentir el aroma de su perfume.

-¿Por qué te demoraste en volver a mí? ¿Por qué te tomo medio año? ¿Qué querías que terminara metida en ataúd y que me tuvieras que ir a dejar flores al cementerio? Pensé que lo nuestro estaba perdido. Pensé que lo que alguna vez me jurarte se te había olvidado...- digo llorando. Y lo peor es que es un llanto catártico. Es un llanto de meses guardado.

-ya pequeña, aunque esto no está bien sé que te hará bien. Llora si es necesario pero no te alejes de mí- me dice. Me abraza y por fin puedo llorar en el lugar donde me hubiera gustado llorar hace mucho tiempo. Es la primera vez que me siento desnuda emocionalmente delante de él pero se siente bien.

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
Entre-lazados: Cristian y Ana Onde histórias criam vida. Descubra agora