El superhéroe

1.7K 3 6
                                    

Yo hasta hace unos días era una persona corriente, como usted o como su vecina, pero hoy no soy el mismo, me he convertido en un ser excepcional con una serie de poderes increíbles, que, posiblemente, ningún otro ser humano tenga en toda la Tierra. Y ustedes se preguntarán ¿Qué le sucedió para convertirse en un ser tan poderoso? ¿Y qué poderes son los que tiene?

Me alegro de que me hagan esas preguntas. Verán, hace unos días andaba yo algo estreñido de las tripas y me resultaba muy difícil hacer de vientre, aguas mayores, evacuar… vamos, que no podía cagar bien. Temo sentarme en la taza del váter cada vez que tengo estreñimiento porque lo paso fatal. Hago tanta fuerza que cuando termino me siento más flojo y suelto que el kimono de un samurái. Ese día pasó algo distinto mientras apretaba y apretaba entre gruñidos de oso.

Sentí que se me iba la cabeza, lo cual achaqué a una bajada de tensión debida al esfuerzo, pero luego una oscuridad comenzó a rodear el inodoro y ahí sí que me dio miedo. De golpe todo se fue difuminando hasta desaparecer por completo, dando lugar a la aparición de otro entorno muy distinto. Aparecí sentado en el cagadero, en medio de un campo de futbol con los pantalones por los tobillos. Afortunadamente no era la hora de jugar ningún encuentro y el estadio se hallaba vacío. Instintivamente miré mi reloj (si, que quieren que les diga, tengo la manía de mirar la hora por cada cosa que me pasa, como si el reloj fuese a darme la respuesta): las 0:00 del lunes. ¿Pero que era esto? Yo me había metido en el baño a las seis de la tarde, más o menos, del viernes y ahora estaba allí, en medio de aquel estadio a las doce de la madrugada del lunes. ¿Qué había pasado? Acaso ¿Se había convertido mi retrete en una máquina del tiempo?

Aun debía vivir cosas más extrañas que iban a asombrarme más de lo que ya estaba. Tengo que reconocer que estaba preocupado y mi deseo era volver a mi casa. Tan pronto como lo pensé comencé a elevarme por encima del campo a gran velocidad. ¡Era maravilloso! ¡Podía volar! ¡Me había convertido en un superhéroe! En un instante pude contemplar el campo de futbol como si fuese un futbolín. Allá abajo cada vez más pequeño. Sin ningún control por mi parte, me dirigí a toda velocidad hacía mi casa. Mientras volaba, me di cuenta que iba echando un pequeño rastro de mierda que descendía hacia el suelo. Cuanto más rápido viajaba más excrementos se dispersaban por el aire. Pensé que podría llenar el mundo de mierda y que era muy posible que me hubiera convertido en  superKK o en Cagonman…

Un ruido desagradable seguido de una voz metálica y asmática se materializaba en mi interior con mucha fuerza. ¿Sería éste el villano semejante a un Darth Váter a quien me debería enfrentar como superKK?­...

–Cariño, cariño ¿Te has vuelto a quedar dormido en el váter?

–Anda cielo, tráeme papel que se ha acabado.

RELATOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora