Lucis

Cap. 2: Respuesta equivocada

El chico robusto demuestra una expresión de tristeza y a la vez frustración mientras observa el rostro pálido de Ethan, vuelve su mano un puño e imagina que golpea a los bravucones del salón.

—Lo siento, Lafourcase... envenenaron tu comida. Me dijeron que si decía algo... me iban a cortar un pedazo de oreja... ugh... lo siento. Soy un pésimo amigo.

Una pequeña lágrima se escapa y cae en las sabanas de la cama. El chico solo se queda ahí repitiendo cosas sin importancia sobre como podría haber evitado esta situación.

Sigue quejándose hasta notar que alguien se asoma a la puerta. En un instante el chico se pone de pie, saca un pañuelo para limpiarse las lágrimas y mocos.

Se trata de una enfermera quien mira extrañado al niño regordete, se suponía que nadie debía estar presente en este momento. Ella ingresa, cierra la puerta saluda al chico asintiendo con la cabeza y simula que no le importa su presencia mientras acomoda unos papeles en un escritorio del lugar. Pasan unos minutos y ella comienza a sudar entretanto se pregunta: "¿En qué puto momento se ira el gordito?". La mujer cree que va a ser peligroso quedarse más tiempo y que no va a tener otra oportunidad como esta así que se dispone a confrontar al muchacho.

—Disculpe joven, pero el horario de visita a terminado... me temo que debo pedirle que se retire de la enfermería, el alumno necesita descansar.

—¿Qué? —Él deja de navegar en su nube de tristeza viendo a Ethan y presta atención a la enfermera —¿Desde cuándo hay un horario de visita? Yo nunca escuche nada de eso...

Pone una cara de póker mientras piensa que el niño comienza volverse algo comparado a un dolor del periodo menstrual; —Si, bueno son nuevas políticas que ha tomado el colegio.

—Mnn... Ahora que lo pienso, usted no es la enfermera Rovin. ¿Dónde está ella?

En el instituto Bond hay una única enfermera y se llama Rovin Sanchez, ella trabaja hace años en este instituto y todos la conocen y quieren. Ya que no solo hace de enfermera, también de psicóloga ya que es muy buena escuchando los problemas de los alumnos y la mayoría acuden a ella.

—Yo trabajo como sustituta —El rostro de la mujer empieza a cambiar la bonita sonrisa que tenía al principio se evaporo y su rostro se vuelve tenebroso, comenzó a perder la paciencia —. Digamos que tuvo un pequeño accidente.

La curiosidad de este alumno hace que la enfermera recuerde su encuentro previo con la enfermera Rovin.

*Flashback*

Rovin se encuentra como siempre en la enfermería, en esta ocasión se está maquillando mientras no hay nadie quien ocupe su tiempo, ella no es exagerada con los productos, con usar lo mínimo y necesario le basta. Cuando está a punto de acabar una mujer entra a la sala, para su sorpresa también lleva un uniforme de enfermera. Al verla se levanta y de inmediato le extiende la mano.

—Hola, buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?

—Hola, buen día —Expresa una amplia sonrisa que si miras con ojo experto se nota que es falsa —Bueno, en realidad yo vine para ayudarla. O al menos intentarlo.

—Oh, y ¿cómo es eso?

—Le explico, me llamaron desde recursos humanos y me dijeron que venga a cubrirla a usted en su turno de la tarde por única vez, solo por hoy. Me recordaron cientos de veces que le avise que aun así le reconocerán el día entero de trabajo. Yo esto lo hago como prueba para trabajar en otra escuela.

—Ahhhh... pero es raro... no me avisaron nada sobre esto. ¿Segura que es la escuela correcta señorita ... ¿Cuál es su nombre?

La sonrisa de la nueva enfermera comienza a perder su brillo y a torcerse por momentos, pero como puede logra mantenerla y parecer amable.