Cap. 5: Es una zorra y su hermano un bicho raro...

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El niño rubio se emociona al ver como su hermano mayor aparece de la nada y lo salva del monstruo aterrador de cabello gris, no podría sentirse más contento. Entre lágrimas y mocos se acerca al rubio y se aferra a su pierna.

—¡Hermano! Buhhh... ¡Ese señor quiere lastimarme! Buh... buhh... Yo jugaba, jugaba a dueño de empresa y de la nada todo se volvió oscuro...

Se posiciona entre Ethan y el chiquillo mientras adopta una pose ofensiva hacia Ethan.

—¡Ya sé Nathaniel, tranquilo... —Voltea para ver a Ethan y arruga su rostro haciendo evidente un sentimiento de asco por la gente pobre —voy a terminar esto en un momento y estaremos a tiempo para tomar el té.

Ethan no termina de entender porque lo acaba de atacar, intenta hablar diciendo —Espera yo no...

—¡Silencio basura pueblerina! Lo único que quiero escuchar de un desecho de la humanidad como vos, son disculpas por haber nacido y dañar mis valiosos ojos por mirar. Y mira que querer tocar a mi hermanito, tú... —Sin decir más su furia se apodera de él y se avanza en contra del albino.

Una serie de patadas son impartidas por este rubio que no para por nada su ataque. En lo que concierne a Ethan solo esquiva en gran medida y bloquea con su brazo sano.

Esta vez el rubio empieza a traspirar y respirar con dificultad y ataca una última vez con una patada muy lenta que deja muchas aberturas para la desesperada visión de Ethan, sin dudarlo el albino lanza su mejor golpe sin embargo el rubio lo esquiva como si nada. El muchacho se da cuenta de que era una trampa, el rubio nunca estuvo agitado ya que en un segundo regala una devastadora patada voladora que golpea la carretilla de Ethan haciendo volar uno de sus dientes.

—Sublime, ¿verdad pueblerino sin valor? —Observa con una sonrisa burlona a Ethan en el suelo escupiendo sangre y aprovecha a sacar de uno de sus bolsillo un pañuelo con grabados dorados y limpia la sangre en su zapato —El intelecto de simio que tenes no va a entenderlo, pero me instruí con los mejores maestros del mundo entero.

A Ethan todo le da vueltas y ve borroso, escucha débilmente lo que dice el rubio pero no presta una verdadera atención ya que solo piensa en el dolor que siente ahora mismo. Se incorpora como puede y siente como de su interior brota una energía misteriosa, una adrenalina llena de valor hace que se enfoque y pueda estar estable sobre si mismo. Su visión se normaliza y sus músculos vuelven a responder con normalidad. No se molesta en responder a los agravios del rubio y avanza con paso lento y una mirada muy seria. El niñito empieza a temblar de nuevo y gime de miedo al notar que el quiere pegarle a su hermano.

El rubio nota eso—Tranqui Nathaniel, esta controlado. Sighn... muy molesto —Se posiciona para lanzar una rápida patada mientras el otro chico se acerca —, pero sos solo un calentamiento para mí, lastima pero esto termina ahora mis... —De repente algo lo sorprende y por auto reflejo levanta su ante brazo a la altura de su rostro para resguardarse.

Se trata de una patada impartida por Ethan, fue completamente igual en técnica y velocidad a la que hizo él mismo anteriormente y eso lo deja con los ojos bien abiertos. Tras la patada de inmediato retrocede y esconde el brazo detrás de su espalda, no puede cerrar la mano por el dolor.

— ¿Me vas a copiar? ¡Ni siquiera lo sentí!

Empieza a tomar en serio a Ethan como rival, se concentra y se prepara. En un arrebato el rubio ataca de nuevo con una combinación de patadas perfectas aunque, ninguna puede tocar esta vez a Ethan y de ves en cuando el muchacho devuelve algunas patadas que le llegan al rubio haciendo perder su compostura.

—<<<Pero que suced... Este tipo... >>>Nathaniel, rápido. Usa mi iphone y llama a la policía de este nido de ratas. Puede que necesitemos una ambulancia porque quizá de verdad mate a este fenómeno.

LucisWhere stories live. Discover now