Cap.4: ¡No violes a ese niño!

70 14 28
                                    

Dos hombres viajan por la cuidad con una furgoneta de tamaño medio y de color gris. El conductor va centrado en el camino pero el otro va mirando como un perro guardián hacia los lados buscando algo.

—¿Qué opinas de esa niña?

El conductor mira hacia la vereda y divisa a una pequeña niña de cinco años sentada en el patio de su casa disfrutando de sus juguetes. El color de su cabello es el de un rubio platinado y ojos celestes.

—No. Al jefe le gustan niños, niños Bob. Céntrate, lo que te guste no va a servir para él.

—Bien, bien.

Pasan casi media hora más manejando y encuentran lo que buscaban; un niño ario, blanco como la leche, rubio de ojos azules. Los dos hombres solo voltean a verse asintiendo y se colocan los pasamontañas para cubrir sus rostros. Estacionan la camioneta, preparan un pañuelo con sustancias químicas y se acercan al niño por detrás.

Al estar cerca de él se apresuran corriendo hacia el niño, el infante nota ruidos detrás de él pero en su mente inocente lo que menos esperaba era la presencia de estos dos secuestradores, con una experimentada habilidad uno de ellos posa el trapo sobre la pequeña nariz del chico, intenta resiste como puede pero, es en vano. Los químicos comienzan a hacer efectos; la lucha y llantos del infante por librarse comienzan a debilitarse para finalmente extinguirse. Las drogas hacen su efecto completo y el chiquillo se desmaya mientras es arrastrado por los dos hombres.

**********

Ahora vemos al hermano mayor del chiquillo. Este joven es un apuesto y bien vestido hombre inglés. Todas sus ropas son de muy buena calidad y de marca empresarial que usaría todo un dueño de compañía. Y su aspecto físico es agradable ante la vista, presenta piernas bien marcadas y con visibles músculos que parecen querer rasgar sus ropas. Su rostro es bien parecido, sin ninguna arruga o patas de gallo, labios que invitan a la perversión, ojos coquetos y azules similares a perlas, nariz pequeña y en punta, pareciera la obra maestra de un cirujano pero no es nada de eso, la genética de la que proviene este joven es impecable, con respecto a su pelo es rubio y rizado.

 Su rostro es bien parecido, sin ninguna arruga o patas de gallo, labios que invitan a la perversión, ojos coquetos y azules similares a perlas, nariz pequeña y en punta, pareciera la obra maestra de un cirujano pero no es nada de eso, la genética...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Este joven elegante hoy salió a pasear por la ciudad con su pequeño y apreciado hermanito ya que hace unas horas habían llegado a esta ciudad. Se mudaron desde Inglaterra por caprichos de él mismo y sus intenciones de cambiar de aires, aunque sus cambios de aires son en realidad; Una mujer que vive en esta ciudad. Para estos dos hermanos es costumbre salir a pasear de ves en cuando, en esos paseos acostumbra dejar a su hermanito solo entre tanto el habla con sus amantes. Esto claro se lo permitían tan solo porque antes vivían en un barrio privado donde las medidas de seguridad eran muy elevadas. Ahora mismo él se encuentra a una cuadra y media de distancia. Se supone que debería cuidar de su hermanito sin embargo esta en medio de una llamada con una chica con la cual intenta ligar pero que sin importar lo que haga no puede conquistarla.

—Muñeca, te aseguro que vas a ser feliz saliendo con el joven más apuesto que por cierto ahora vive en tu mismo pueblucho... bueno ciudad. Jeje, además de que todas tus amigas por su puesto no podrán creer como hiciste para salir conmigo —La voz del muchacho es liberada con mucha seguridad y no titubea ninguna vez, al parecer siente bastante autoestima por sí mismo, como si un rey con cientos de joyas incrustadas en sus ropas estuviera ahora mismo al habla.

LucisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora