Cap. 26: Muertos en África

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Nos encontramos en una nueva mañana presenciando a la joven familia Lafourcase, ellos están juntos en la mesa grande para desayunar. Tom se encargó de hacerla agradable comprando un lindo centro de mesa y un mantel muy bonito que hasta Jess admite que es lindo. El albino no presenta ninguna de las heridas que le hizo Fred, su mano esta como nueva y su ojo en plena condición, es más podría decirse que hoy, el muchacho se ve más fuerte que ayer.

Ethan toma leche caliente con un pedazo de pan, Jess toma una taza de té de manzanilla el cual fue un regalo de ya sabemos quién y lo acompaña con galletas de agua, Tom como siempre café cargado, sin azúcar y lo acompaña con bizcochos de grasa. Jess chatea por el celular como siempre mientras se saca fotos y las sube a su estado. Ethan solo mira a la televisión al igual que Tom, están haciendo zapping* pero Tom se detiene en un noticiero internacional.

En el noticiero muestra a muchas personas muertas en un pueblo pequeño de África del norte, el vídeo esta censurado pero de todas formas solo con verlo puedes darte cuenta de la magnitud de la gravedad... Los cuerpos fueron descuartizados; Cráneos abiertos, torsos separados de las caderas, extremidades inexistentes, cortes y destripamientos bestiales como si un animal carnívoro atacara y se comiera los intestinos de estas desafortunadas personas.

El periodista busca personas a las que entrevistar, sin embargo todos se encerraron en sus casas y mientras que camina por la calle va dando detalles de lo que ve.

—Desde hace dos horas vamos caminando y no encontramos a nadie dispuesto a conversar... realmente el olor a putrefacción de los cadáveres es intolerable, si hablas demasiado como yo puedes sentir el sabor a muerte... —Se asoma hacia una casa y va directo a una parte donde hay arañazos en la pared —Como ven, en esta parte al igual que en muchos otros hogares se presentan estos arañazos... ¿qué animal atacaría así? ¿Una manada de hienas? ¿Leones? Por otro lado vemos que los ciudadanos tomaron sus precauciones y taparon las ventanas y puertas, esta casa por ejemplo tiene todas sus ventanas con maderas en la parte de adentro. ¿¡Hola!? ¿¿¿Hay alguien ahí???

No hay respuesta.

El periodista no se da por vencido y asoma el rostro a los lugares en donde la madera deja pequeños huecos, pero de inmediato se aleja al escuchar gritos frenéticos y tal vez la presencia de un arma de fuego.

—Wow, wow... Bueno, parece que no entienden el inglés. ¿Podrías intentar hablar con ellos Zando? —Se refiere al traductor que lo acompaña junto al chico de la cámara.

Zando es el traductor que lo acompaña para poder comunicarse con la gente, él es hijo de una madre africana y padre estadounidense, por ende tuvo la suerte de ser bilingue.

—No me gustaría acercarme... ese hombre dijo que si nos volvemos a acercar nos disparara.

—Vaya... ¿puedes disculparte con él de mi parte?

—Bueno intentemos con otro hogar, no voy a darme por venci... —De repente los ojos del periodista se prenden fuego al ver a un niño desnudo cargando agua de una bomba en medio de la calle. Señala con su dedo mientras grita a la cámara — ¡Ahí, ahí hay alguien, corramos!

Los tres van corriendo y el niño se da cuenta, deja caer su botellón de agua al suelo y se da la vuelta para huir de ellos mientras llora, en poco tiempo un hombre negro con un machete se interpone en medio y grita muy fuerte mientras abanica la hoja de su arma de un lado a otro en dirección a los tres hombres.

— ¡Ahhhhh! ¡Rápido Zando dile que somos buena gente!

Zando habla en el mismo idioma que el hombre — ¡Señor, no queremos hacerle daño! ¡Solo queremos saber que sucedió en este lugar!

LucisWhere stories live. Discover now