Cap. 52: Te extraño, tonto

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Ahora veremos cómo va la vida de nuestra querida y pequeña Jess, ella atravesó unos días muy duros hasta hace unos días. Ya que todos sus compañeros de clase descubrieron el secreto sobre su identidad sexual. Se siente bien al vestirse como mujer, sin embargo nunca pudo encontrar una pareja estable siendo como es. Todos los jóvenes con los que salió se fueron espantados cuando ella les comentaba la realidad de su situación.

Hace poco de pura coincidencia conoció a un joven llamado Beethoven, él siempre fue amable con ella y siempre hizo lo que ella dictara, aunque sea una simple estupidez. Puede que el rubio quiera aparentar aires de grandeza a todas horas con todo el mundo, pero con ella es muy distinto, es bastante humilde y complaciente en realidad.

Hoy en día Jess estudia en otra escuela publica en la que por suerte nadie sabe nada de ella, además la gente por aquí parece bastante amistosa, las chicas parecen bastantes amigables y varias se acercaron con intenciones de crear nuevas amistades, por otro lado los chicos como siempre parecen mas que amigables con ella... mas de uno ya demostró interés por su persona. A su cuenta de instagram tuvo que borrarla y crear una nueva, es una lástima porque invirtió bastante tiempo en crear un perfil bonito y con medio millón de seguidores que se rompían las cabezas entre unos y otros en busca de la atención de ella. En estos momentos empezó de nuevo, escuela y cuenta nueva, se supone que todo debería ir viento en popa sin embargo el recuerdo de la persona que le gusta se le viene continuamente a la cabeza.

Jess mira su celular, precisamente el chat de su ex. Tiene mas de cien mensajes y varias llamadas perdidas. Este día es peor porque se dio cuenta de que Ben ya no intenta hablar con ella, no recibió ningún mensaje de él y eso le preocupa, ¿se cansó de ella? Sería lo normal, no paro de evitarlo e ignorarlo durante mucho tiempo.

—Uff...

La chica que esta sentada a su lado en la clase la ve desanimada y con clara curiosidad consulta; —¿Problemas en el paraíso?

—¿Qué?

—Jajaja, lo siento... creo que vi tu chat. ¿Es tu novio?

Jess duda un momento en hablar sobre eso, pero al ver a la chica no ve ni una pisca de hostilidad o maldad así que decide que puede darle un poco de buena fe.

—Sí... es mi ex, cortamos hace poco.

—Ahhh ya... ¿y lo extrañas?

—Mucho...

—¿Qué paso entre ustedes?

—Emmm... nada, solo nos peleamos por una estupidez y... lo deje, pero no sé si hice lo correcto.

—Um... me encantaría darte algún buen concejo como en las telenovelas, pero no se me ocurre nada. La única que podría decidir si eso está bien o no sos vos supongo.

La chica sonriente a su lado voltea hacia al frente y dedica su atención a las enseñanzas de la profesora de historia. Jess se sorprende, aunque no le hayan dicho ningún concejo ahora se siente bastante mejor, más de lo esperado.

Luego de que terminaran las clases Jess camina a casa, pero se detiene al recordar una de las plazas de la ciudad a las que siempre iban con Ben, decide que se dará una vuelta y pasara un rato en esa plaza antes de ir a casa. No quiere admitirlo pero seria muy bueno encontrarse al rubio en estos momentos.

—Es solo un maldito paseo, nada más maldito corazón... aparte. Él estará en cualquier lado menos acá, no es como si fuese un perrito abandonado por su dueña que va al último lugar donde se vieron con la esperanza de algún día encontrarla jajaja... Ben es más inteligente... jamás haría algo tan tonto por una estúpida cualquiera como yo...

Al llegar a la plaza va a paso lento mirando a los alrededores, observa atenta a todos los sitios con asientos. Tras caminar cuatro vueltas enteras por la plaza desiste y se sienta al lado de la fuente de agua. Suspira pesadamente y finalmente abre el chat de Ben. Al ver los mensajes se emociona, son demasiados y cada uno mas emotivo que el otro.

Cerro la app y luego se retractó y volvió a abrirla, se dispone a leer todos y cada uno de estos mensajes, finalmente sus ojos se vuelven vidriosos. No quiere llorar por su maquillaje y también se controla ya que lloro bastante hace poco. Se da cuenta que si sigue leyendo esos peligrosos mensajes en cualquier momento no podrá controlarse y se pondrá llorar como un bebe así que cierra la app, al mirar el cielo nota que el sol esta cayendo y se acerca la noche, es hora de irse.

Se levanta y empieza su ida, para su sorpresa el culpable de sus lamentos se encuentra justo frente de ella a unos pocos metros. Una sonrisa inconsciente se presente en su rostro y no puede evitar emocionarse, su joven corazón late con fuerza otra vez hasta el punto de doler. No puede creerlo, en verdad apareció como había dicho. ¿Vino por ella? Jess se sonroja, con una amplia sonrisa y algo de nerviosismo se asoma al muchacho.

Al estar a cuatro o cinco metros se da cuenta de que una chica esta hablando con él, esto la destroza y se siente como una completa tonta. Puede ver como ella le hace caritas y termina por abrazarlo. No puede seguir mirando sus lágrimas empiezan a caer y decide marcharse.

Por otro lado Ben se siente incomodo al ser abrazado por una campesina cualquiera y mira a un lado, justamente por donde mira es donde se encuentra Jess. Solo puede verla de atrás pero esto es suficiente para Ben, le es suficiente con ver ese trasero con forma de melocotón para reconocer a su amada Jess. Rápidamente se separa de la muchacha que le pidió la hora y va corriendo a por la mujer que ama.

—¡Jess! ¡Jess espera!

Jess escucha la voz de Ben a la distancia, y lo único que puede hacer es acelerar sus pasos aunque sabe que es inútil, él viene corriendo hacia ella. Puede escuchar los pasos del rubio claramente desde la distancia acercándose hacia ella. Cuando el llega a su lado se da la vuelta para que no vea sus lágrimas.

—¿¡Jess!? Qu... ¿Qué haces aca?

—Sniff... Mo... ¿Molesto? Pues ya me iba.

—¡No! ¿Estas llorando?

—Para nada idiota. Solo me dio calor en los ojos.

Se da la vuelta y ve directo a los ojos de Ben, él tiene los ojos vidriosos.

—Tu noviecita de ahí te esta esperando... ya te puedes ir, fue un gusto hablar...

—No es nadie, no la conozco de nada.

—¿A si? ¿Por qué te abrazo?

—No sé, solo me pregunto la hora, se lo dije y después me dijo que era extranjera y quería conocer la ciudad y tal... luego te vi y me aleje de ella.

Lo que dijo no tiene ningún sentido tanto para ella como para él, sin embargo Jess no puede estar mas contenta, pero no puede dejar que él vea sus verdaderos sentimientos por el momento.

—Jess... no sé que hice... pero lo siento. En verdad, te extraño mucho.

—No sé... —Mira hacia un lado, casi no puede evitarlo, esta a punto de ceder.

—Te amo. Lo sabes nena. Por favor, dame otra oportunidad, sabes lo mucho que te quiero... —Ben agarra la mano de ella y hace unos pequeños masajes con el pulgar.

—¡No te creo nada, mujeriego! —¡Plaf! Un pequeño golpe es entregado en el pecho del joven —¡Seguro que son puras mentiras! ¡No sé si me amas, creo que mientes!

Ella lo golpea en el pecho hasta que el la agarra de una de sus muñecas, intenta golpearlo con su mano derecha pero también detiene este golpe. Ben mira directamente a los ojos de Jess y... 

LucisWhere stories live. Discover now