Cap. 48: Algo huele a caca

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Benson y el resto de oficiales caminar juntos por los tenebrosos pasillos de la fábrica, en sus rostros es evidente la repulsión ante tal vista. Uno de los jóvenes agente que daba pasos descuidados piso la mano fría y tiesa de un chico, al pisarla casi resbala, pero uno de sus compañeros evita esa caída sujetándolo del chaleco. Le da una reprimenda muda con la mirada y este devuelve una disculpa igualmente muda con el rostro.

Los policías avanzan y empiezan a notar algo muy evidente. Muchos de los chicos aquí presentes tienen el uniforme del instituto Bond.

Martínez voltea con las cejas fruncidas de inmediato hacia el otro sub inspector, Benson puede ver claramente esa feroz mirada diciendo "¡Te lo dije, te dije que pasaba algo raro en esa escuela! ¡Esto es tu culpa!". Benson simplemente lo ignora, se adelanta a una sala común y ve más de lo mismo, cuerpos sin vida.

—¿Qué opinas Benson?

—No opino nada, solo veo cuerpos.

—¿¡Que solo ve cuerpos!? Es obvio que aquí hubo una masacre Benson.

—Lo felicito por comentar lo obvio Martínez. ¿De casualidad sabe quiénes hicieron esta masacre?

El sub inspector gruñe y tragándose sus palabras se da la vuelta y con un gesto los otros agentes le siguen.

—Pst, voy a investigar por el este. Te dejo esta área, supongo que con el joven Ahumada te arreglaras.

—Para comentar lo obvio, usted siempre deslumbra...

—¡Cállate, disfruta de tus últimas horas como jefe de homicidios hoy mismo voy a hablar con el fiscal!

Los oficiales se dispersan por toda el área.

Benson se inclina cerca de uno de los cuerpos y Ahumada alumbra con su linterna el cuerpo. Ambos observan detenidamente el cadáver. Pueden notar que no es nada sencillo, esto parece la obra de un completo demente. Al cuerpo le falta el brazo izquierdo, hay varios orificios en su torso como si un animal hubiese metido varios bocados por aquí y por allá. La mayoría de sus huesos se hallan rotos, y hay claros indicios de rasguños muy profundos.

Gotas de sudor caen por la frente de Benson, tiene muy aprendido que no hay que dejarse guiar por la ansiedad. La mejor manera de ver un móvil en la escena del crimen es expulsar creencias y costumbres, se debe ver todo como es y buscar la verdad con las pistas que dejo o dejaron los asesinos en cuestión. Por lo que puede ver hasta el momento: Esto es obra de muchas personas, personas con una misión, llámese "venganza, exterminio, etc" desde hace mucho tiempo que le advirtieron que la escuela secundaria Bond era turbia, este incidente solo comprueba estas locas teorías. Usualmente las bandas delictivas juveniles arreglan sus diferencias en peleas por territorios o con enfrentamientos sorpresa de una de las partes hacia la otra dañando gravemente a algunos de sus miembros como advertencia, pero..., jamás en toda su vida como oficial de policía vio algo como esto. Los jóvenes nunca podrían tener tanta sangre fría para hacer esto a tantos muchachos, sería comprensible si fueran dos o tres, en esta ocasión a simple vista hay más de cincuenta cuerpos muertos y algunos en estado terminal gimiendo en agonía.

Benson estaba meditando tan profundamente la situación que no escucho a su ayudante, el joven Ahumada sin saber que hacer conecta una llamada al celular de su jefe para hacerlo reaccionar y como espero, el hombre se espabila y al atender la llamada se percata de que esta finalizo.

—Sub inspector.

Con una expresión de preocupación voltea y balbucea —¿Ah? — Cuando capta que se trata de su ayudante tose para recuperar su autoridad y dice —Digo, ¿qué sucede Ahumada?

—¿Qué debería hacer?

Benson se incorpora y piensa durante unos segundos, al encontrar las respuestas adecuadas dice —Llama a tres unidades de agentes y diles que barran toda esta zona y luego que uno vea casa por casa cualquier situación sospechosa y las otras dos unidades que indaguen por las localidades cercanas a esta... es muy posible que los culpables de toda esta carnicería estén festejando esto por ahí o al menos recorriendo la ciudad como almas que lleva el diablo.

—Entendido. ¿Algo más?

—Mmm... mucho café, café y que llamen a los cerebritos... será una mierda, pero quiero huellas. Quiero saber si fueron varios o unos pocos... o si fue el mismo Lucifer que vino al mundo terrenal a festejar su cumpleaños.

Ahumada intenta sonreír por el último comentario, pero no le es imposible a estas alturas, el olor a sangre es insoportable, y en las suelas de sus botas puede sentir como si fuese barro las tripas de quien sabe quién adhiriéndose a la goma.

—Como ordene sub inspector.

—Bien.

La noche sigue su curso, ahora distanciándonos de la investigación policial nos vemos nuevamente con nuestro joven protagonista quien es transportado en una furgoneta con dos desconocidos con quienes apenas interactuó hace apenas unos cuantos minutos. Los adultos antes mencionados llamados Popin y Fuffy se encuentran sentados en la parte delantera de la furgoneta, entre ellos y la parte trasera del vehículo se encuentra una pared de hierro que los separa.

El hombre llamado Popin maneja el vehículo y su hermana va de acompañante al lado de él. Ambos conversan mientras ella se atiende algunos rasguños que surgieron durante el combate con los mutantes.

Él la observa de reojo y dice con voz aniñada —¿Te hiciste dañito Fuffy?

Ella gruñe y lo golpea con el codo en la cien. El grandote parece no dolerle en lo más mínimo, hasta en su cabeza parece tener músculos y estos lo protegieron. Le entrega una sonrisa y dice "Parece que no"

—Con respecto al muchacho... ¿Qué tenes pensado hacer?

—¿Qué crees? Sin dudas hay que matarlo.

—¿Solo así? Pero... parece buen niño.

—Es solo cuestión de unos minutos, se volverá un estúpido come gente. Las ordenes son precisas, "no hay que dudar".

—Entiendo.

Antes de la conversación volvemos con Ethan que se encuentra en una crisis mental... ¿qué está pasando con él ahora? 

LucisWhere stories live. Discover now