Cap 54: Desde el infierno

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Luego de una feroz batalla el cuerpo de Ethan sede por agotamiento y obviamente ante los enérgicos golpes de sus rivales. Ahora el chico se encuentra tirado en el suelo de una sala de estar y frente a él se encuentran estas dos personas.

—¡Eh chico, despierta! —Popin toma una cubeta llena de agua y arroja el contenido a Ethan que se encuentra en el suelo durmiendo.

El agua helada cubre el cuerpo del chico y lo despierta de inmediato, quiere levantarse, pero su cuerpo no reacciona como quiere. Lo único que puede hacer es incorporar su torso logrando estar sentado en el concreto.

—¡Esta fría, gigante de mierda!

—¿Ah sí? No me di cuenta, mi culpa.

—¿¡Qué mierda quieren de mí?

—¡Chst! Cerra la puta boca niñito, no me gustan los chillidos de cerdo —Apoya la punta del bate de béisbol en el mentón del chico mientras lo mira con fiereza.

Popin sonríe ante la actitud de su hermana y aleja el bate de madera con su mano.

—Quisiéramos saber porque no te convertiste en uno de esos monstruos.

—¿Cómo? No soy ningún monstruo. Además, ¿¡Quiénes son!?

—Ja, ¿me viste la cara de estúpida? Empieza a hablar claro o vas a morir pendejo. Quienes somos no importa una mierda.

—Lo que dice mi hermana... es cierto, ¿tenes algo que ocultar muchacho? Ningún hombre sobrevivió a mis golpes directos nunca antes, y tampoco a los golpes con el bate de mi hermana. Y tu cuerpo, note una diferencia durante el combate.

—Bueno... —El chico no tiene ni idea de quienes son estas personas, pero no tiene otra opción mas que hablar —No tengo nada que ocultar... soy distinto a otras personas... pero tengo necesidad de hacer ninguna masacre por ahí.

—Pero comes carne humana, como uno de ellos.

—¿Qué?

— ¡No finjas maldito monstruito! —Fuffy lo patea en la cara y Ethan cae al piso.

Popin suspira pesadamente y con mucha delicadeza aleja del lugar a su hermana quien parece estar tentada a seguir golpeando al niño.

—Esta vez sin mentiras, ¿tuviste contacto con alguno de esos mutantes anteriormente?

—No.

—Bien...

—Yo... —Ethan mira su piel y luego a Popin —¿Por qué soy así?

—Ah... porque sos uno de ellos. Sos un mutante.

*******

Finn observa al joven que tiene al frente, se encuentra atónito al descubrir que se encuentra desnudo y con sus muñecas enganchadas a cadenas que provienen del techo dejándolo casi suspendido en el aire, solo puede estarse en pie ligeramente de punta de pies.

El joven morocho nota que el viejo se despierta, al verlo se emociona y sonríe.

—Buenos días dormilón. ¿Sentó bien la siesta?

—¡No se cuanto te pagaron pero lo doblo! ¡Lo triplico!

—Uf... fu, fu, fu... ¿No tiene modales? Pero que viejecito más vulgar... mereces un leve castigo —Se acerca a Finn y con gran precisión y rapidez corta el pezón del anciano con una navaja muy filosa.

—¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHH!!! ¡¡¡JESUCRISTO!!!

—Uy, mis oídos. Muy ruidoso, muy ruidoso —Saca un pequeño dispositivo de su bolsillo y presiona un botón de este mismo, el collar eléctrico que tiene el viejo colocado en el cuello se activa y empieza a enviar grandes descargas por todo su cuerpo provocando nerviosas convulsiones.

El joven sonríe satisfecho al ver que Finn se quedo callado y solamente hace pequeños gemidos de dolor mientras respira intensamente.

—Bueno ahora que estamos en buenos términos permíteme presentarme, yo soy el cuarto y todos me llaman Emi. Me gusta ese apodo, ¿puedes pronunciarlo viejito?

—Por favor... ah... te prometo que tengo mucho oro, puedo darte millón...

—¡Dije que digas mi apodo abuelo malo!

Vuelve a pulsar el botón y el viejo siente los choques eléctricos recorrer violentamente su cuerpo. El dolor es inigualable. Al detenerse piensa que podría perder la compostura y desmayarse.

—Di, mi apodo abuelo.

—E... Emi.

—¡Jajajaja! ¡Bien! Pero que abuelo mas obediente.

—Quien... ¿Quién te contrato?

—De casualidad, el abuelito esta hablando... ¿¡Sin mi permiso!?

Emi se enfurece de verdad y chasquea los dedos. De la puerta ingresa un joven andrajoso y apestoso. Se acerca a Emi cabis bajo como si estuviera frente a su dueño y ve que Emi indica con su dedo a Finn. El muchacho sonríe lujuriosamente y se acera al viejo.

—Si tanto te gusta hablar, habla con mi esclavo. Le gusta oír a la gente.

El joven se acerca al viejo, lo examina y lo huele por distintas partes del cuerpo como si fuese un salvaje.

—¡Oye, basta! ¡No hice nada maldición! ¿¡Qué significa todo esto!?

—Viejo... esta limpio.

El joven se posiciona detrás del viejo y penetra el ano de este con uno de sus dedos.

—¡AHHH! ¡Hijo de puta! ¿¡Qué mierda haces!? ¡¡¡Están mas que muertos niños de mierda!!! ¡Tengo contactos en el juzgado! ¡Les va a salir demasiado caro! Pero qu...

El esclavo salvaje empieza a penetrar al señor Maxwell con su miembro viril erecto, da estocadas salvajes sin ningún tipo de cuidado.

—Ahora puedes gritar, volveré en una hora esclavo. Ni se te ocurra hacer otra cosa mas que destrozar su trasero o vas a perder ese pedacito de carne.

—¡Si amo!

Al volver nota de buena gana como la grandeza del hombre cayo por los suelos. Sabe muy bien que para cualquier hombre con la personalidad altanera y orgullosa del señor Maxwell no hay mejor tortura que la violación recibida por otro hombre. La sumisión por la fuerza, sin ningún tipo de límites, esa es su especialidad. El guardián número cuatro, encargado de las torturas.

Ahora empieza a divertirse con sus navajas y algún que otro elemento de corte. Se divierte sacando uñas, amputando dedos, clavando agujas por distintos sitios. Finn Maxwell entiende que este es su fin, no hay nada ni nadie que lo salve, esta destinado a morir solo por algún loco chiflado que no conoce. Durante la tortura intento cualquier truco psicológico para indagar el porque de la tortura, pero el joven solo respondía incoherencias o solo se molestaba aun más aumentando el grado del dolor.

Luego de varias horas, Emi sale de la sala de torturas y saca un cigarro para fumar. Luego de media hora de pasear y mirar su celular por la puerta de salida aparece Zachell, Rata y otros guardias. Emi sonríe y se inclina ante su jefe.

—Jefe, es un placer verlo de nuevo. Estoy a su disposición.

—Si, si lo que sea. Rata, ¿mi padre se encuentra aquí?

—Claro, estuve torturándolo como quería.

—¿¡Que hiciste que cosa!? —Zachell entra en pánico y al acercarse al vidrio que da con el interior de la sala ve a su padre en un estado lamentable desangrándose por todos lados, posiblemente muerto.

Rata sorprendido abre los ojos y exclama —¿¡Eh!?

—Jefe... ¿jefe? ¿Pasa algo?

Zachell saca un revolver de su chaqueta y apunta a la frente de Emi mientras grita a todo pulmón —¡¡¡¡¡TUUUUU!!!!! ¡¡¡¿¿¿PERO COMO TE ATREVES!!!???

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LucisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora