Lucis

Cap. 32: Vaya mierda

Rata se encamina hacia el viejo invernadero lo más rápido posible, necesita ver con sus propios ojos lo que paso ahí. Al llegar abre la puerta y el olor penetra en sus fosas nasales. El fétido olor a muerte se impregno en el lugar. Ingresa en la sala y se queda mudo al ver tan horrible escena.

—Pero que... ¿¡Puta mierda!? Buarghhh —Rata vomita en el suelo.

Al terminar se da la vuelta y sale del lugar, de verdad le dio mucho asco. Busca un lugar sin gente y se sienta en el suelo apoyándose sobre una pared. Se sujeta de la cabeza con ambas manos, ¿Cuántos esbirros murieron ahí? ¡Es una locura! Todo ese personal perdido por un trío de inútiles...

Luego de respirar logra relajarse. Estando de nuevo en plena condición llama a unos esbirros para que limpien el lugar. Según las ordenes de Rata primero deben empaquetar los cuerpos, luego limpiar cualquier resto de ellos y toda la sangre, por último en la noche quemar los cuerpos en el incinerador del colegio. Por el momento solo dejara a un par de matones en la puerta para que nadie pueda pasar durante el día. Ahora se dirige a la oficina de Zachell. Luego de golpear escucha la aprobación e ingresa, al estar frente a su jefe apoya una rodilla en el suelo y baja la cabeza.

—Buenos días jefe, ¿qué tal todo?

—Buen día. Esplendido, nada fuera de lo común. ¿Qué tenes para contarme a mí Rata? Ah y podes sentarte si gustas.

Rata se incorpora y se sienta —Gracias jefe.

—Está bien, decidí que a partir de ahora esa pose solo la van a emplear los nuevos o cuando imparta castigos aunque, tengo que decidirlo bien. Puede que ya no sea necesario, me parece una práctica algo anticuada. Empleados de confianza como vos, no merecen tal trato.

—Entiendo jefe, lo que usted decida se hará. Y con respecto al trabajo que me asigno, se hizo como se esperaba. Raptamos a la chica sin lastimarla y sin que nadie se de cuenta. Ahora mismo ella está encerrada en la fabrica abandonada. Acá tiene unas fotos que le hicimos...

Desbloquea su celular y muestra unas fotos en su galería, Zachell las mira y sonríe complacido, asiente y dice —Bien, bien.

—¿Qué deberíamos hacer ahora?

—Bueno, el señor Townshend definitivamente no parece tener interés en nuestra organización y eso es inaceptable. Siendo él descendiente de una familia tan adinerada y que comprende de finanzas no entiendo el porque de esa forma de pensar...

—Tiene toda la razón jefecito...

—Sí, pienso que la mejor forma de proseguir desde este punto sería que yo lo llame reitere mi ofrecimiento. Si su atrevimiento es tal para rechazarme nuevamente me temo que no me dejara otra opción que proceder con el plan.

—Estupendo jefe, ¿va a llamarlo ahora?

—No, lo voy a llamar en la tarde. Voy a ir a la fábrica y llamarlo con su noviecita junto a mí. Es solo un complemento por si el tonto no me cree, unos cuantos chillidos de la chica de seguro ayudara bastante en mi negociación.

—Siempre piensa en todo jefe, realmente genial.

—Lo sé, si no lo hiciera... este imperio se iría a la mierda en un día. Si fuera un idiota cualquiera mandaría a la muerte a mis hombres como si fueran una parda de retrasados mentales contra un enemigo que no puedo vencer y luego tendría que limpiar sus malditos cadáveres en completa confidencia para evitar la pena. Si hiciese eso, lo único que me correspondería sería una muerte muy dolorosa.

La cara de Rata se vuelve azul y su garganta hace mucho ruido al tragar saliva. Zachell nota eso y arquea una ceja al verlo.

—¿Pasa algo?

—¡No! Em... no jefe, para nada.

—Correcto. Con respecto a mi padre, ¿ya pensaste en algo?

—Lamento decirle que no, pero ahora que el trabajo del secuestro fue completado... voy a tener tiempo para pensar en algo. Le ruego que me deje pensarlo con tiempo.

—Jajaja, por supuesto. Perdona por apresurarte... es solo que, es algo que necesito ver con mis propios ojos, lo necesito.

—Lo entiendo jefe, voy a idear un plan dentro de poco se lo aseguro.

—Estupendo. Bueno podes irte ya si queres.

—Que tenga buen día jefe.

Zachell asiente y se concentra en realizar el papeleo que hay sobre su escritorio.

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Para la mala suerte de Ethan su compañero Ben falto a clases el día de hoy así que no podrá consultarle por Jess. El albino se encuentra postrado en su pupitre, casi recostado, el aburrimiento lo consume. En eso su celular vibra, al desbloquearlo ve que es un mensaje de... "angel rubia" Es el nombre con el que agendo a Luisa en su celular. Ethan lee el mensaje: "Hiiii". Se emociona al leerlo, tal es su emoción que se sienta de mejor manera en su silla y esconde el celular debajo del pupitre para que el profesor no se de cuenta.

*Conversación por celular

—Hola Luisa!!!!

— :)

Como va la clase?

—Aburrida! Y la tuya?

—Pero que malooo

La mía es muy entretenida, la profesora de arte nos dejo juntarnos en grupo y estamos haciendo un muñeco con arcilla

*Luisa te ha enviado una foto (abrir)

Ethan ve la selfie de Luisa, ella se ve hermosa, también ve de fondo al muñequito y a sus compañeros trabajando. Traga saliva y contesta

—Hermosa...

—Callate jajaja

—Lo digo en seriooo!

—Gracias /.\

Ethan, viene la profe me tengo que ir

Nos vemos!

—Adios

El chico sonrie como tonto mientras observa la foto de ella, en eso aparece el profesor por detrás y abofetea la cabeza del albino.

—¡No se puede usar el celular en mi clase!

El resto de la clase de ríe de Ethan, puede que se halla pasado, casi le saca la cabeza con el manotazo. Pero es lo que menos le preocupa, haciéndose el tonto sigue mirando la foto escondiendo el celular bajo la mesa, es una bonita foto.