Cap. 16: Charlando con un diablo

33 10 36
                                    

Ambos oficiales viajan por la carretera atravesando la ciudad, entre más cerca están de la vivienda del joven pueden ver que hostil es el barrio.

—Pobre muchacho. ¿Qué pasaba por su cabeza para arrojarse de esa manera?

—No lo sé Ahumada. Aunque es muy pronto para sacar conclusiones...

—¿Esta diciendo que le empujaron?

—Para nada. Solo que necesitamos mas información, veamos que nos tiene que decir el amigo de Gregory... hasta ahora por lo que veo parece que vamos a tener que hacer una visita rápida o nos robaran el coche —Comenta mientras ve a los lados y nota a los temibles bandidos que adornan las veredas.

—Jajaja, tiene razón. 

Acabando con su viaje llegan al lugar. La casa es de madera viejas y podridas y con techos de chapas oxidadas y con agujeros, realmente un lugar muy precario. El jardín esta lleno de basura y ratas caminan por doquier. El oficial revisa de nuevo la dirección en el papel y mira que la dirección de la casa esta anotada en colgado al lado de la puerta en un cartón y es casi ilegible.

 El oficial revisa de nuevo la dirección en el papel y mira que la dirección de la casa esta anotada en colgado al lado de la puerta en un cartón y es casi ilegible

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Sin querer ser mal educado decide avanzar y aplaudir fuerte con sus manos. Tras esperar unos minutos sale un joven con ropas andrajosas, viejas y olorosas. La parte delantera de su zapatilla izquierda tiene un agujero que permite que se vean dos de sus dedos. Este se acerca a la pequeña cerca de madera y la abre para saludar a los policías, antes de darles la mano desliza su mano por su buso varias veces como si él se sintiera demasiado sucio para tocar a otras personas. Presenta una sonrisa y los invita a pasar, al ingresar los dos oficiales se miran para confirmar un malestar interior por saber las condiciones en la que vive el adolescente.

—Buenas, me presento. Soy el sub oficial Benson y él es mi ayudante Ahumada.

—Es un honor tener la presencia de hombres tan importantes en tan humilde hogar... me encantaría ofrecerles algo de comer pero... no contamos con nada por ahora, ni siquiera agua potable.

—Por favor, no es ningún inconveniente —Comenta apenado Benson agitando las manos. 

—Jeje, bien.

Zachell les ofrece los dos mejores asientos de la casa, estos son de madera, a uno le falta el respaldo y el otro parece querer quebrarse en pedazos al sentarse. Zachell se sienta en un balde de veinte litros de pintura vacío. Los tres se sientan al rededor de una mesa de madera diminuta.

—¿Qué tal la escuela? —Consulta Benson.

Zachell ofrece una sonrisa amable y comenta—Oh muy bien oficial...

Lo interrumpe levantando la mano —Por favor llámame Benson o como quieras. Podes verme como un hombre común y corriente, un amigo.

—Genial, bueno. Realmente me esfuerzo mucho y casi siempre me quedo después de clase para seguir estudiando y así estar al mismo nivel que mis compañeros... pero me va bien. 

LucisWhere stories live. Discover now