Lucis

Cap.7: Entrega el dinero o muere perra

Al terminar la clase, Ben se levanta amenazante hacia Ethan y le dice; "Ya va siendo hora de que saldemos cuentas vos y yo, sabandija pueblerina".

—Te dije que estas confundido, lo que paso ahí fue un mal entendido.

El rubio iba a responder pero siente que una mano grande y pesada se posa en su hombro izquierdo, al darse la vuelta se topa con dos alumnos de otro curso que son muy grandes, gordos y al parecer nada amistosos.

—Señor Beethoven Townshend. Nuestro jefe quisiera hablar con usted, ¿podría acompañarnos?

—¿Cual jefe?

—Lo descubrirá cuando este allá. No tardará mucho.

—No sé si me intere... —En el momento que iba a negarse, el gorila aprieta su mano en el hombro del muchacho provocando algo de dolor.

—Debe ir.

—Veo que no tengo opción... —Al ceder voltea para mirar con despreció al albino —Veo que no eras una porquería cualquiera, tenes peso entre estos delincuentes.

Ethan se sorprende al oír eso al igual que Gregory quien no tenía ni idea siquiera de que estos dos se conocieran de antes.

Beethoven se marcha con los dos matones y caminan hacia la salida de la escuela. Ben se preocupa y para.

—Esperen, estamos saliendo del instituto.

—Claro, nuestro jefe no está en la escuela, ahora mismo se encuentra en su hogar. No se preocupe, lo llevaran en coche —El matón señala con su dedo índice que parece una morcilla hacia una limusina.

Al acercarse sale un viejo con pintas de mayordomo y le abre la puerta. Al entrar le cierra la puerta y puede ver que hay un mini bar en el coche.

—Señorito Townshend, puede tomar cualquier bebida que desee. Y si lo desea puedo servirle yo mismo antes de emprender nuestro camino.

—Muy amable, pero no. Gracias...

—Es una verdadera lástima, mi señor me ha pedido especialmente que encuentre las bebidas más caras para recibirlo.

—¿Quién es ese señor o jefe del que hablan?

—Pronto lo averiguara.

<<<Otra ves con el jodido misterio, puede que ese tipo sea elegante y generoso pero su maldito misterio hace que me crezcan canas>>> Piensa Ben.

El chófer arranca el vehículo y en pocos minutos se encuentran en un barrio privado. Recorren algunas cuadras y paran en una casa con un enorme jardín.

Luego de identificarse con el guardia de seguridad el mayordomo sigue el rumbo ingresando a la propiedad. Llegados al hogar Ben pueden notar que la residencia pasa de lo normal, tiene diseños artesanales que sobresalen de las paredes, tiene muchas plantas que decoran el jardín y también algunas que caen de los balcones. Tiene una decoración aceptable para él.

—Por favor, por aquí señorito —Insiste el mayordomo.

—Bien.

Ambos entran y de inmediato el viejo consulta a una sirvienta, ella hace señales hacia el patio trasero y los dos van hacia allí. Al salir ven a un joven jugando al golf.

Él viste un conjunto de ropas para desempeñarse en este juego que parece ser bastante caras. Al notar que alguien abre la puerta se voltea mostrando cierta indignación porque alguien interrumpe su juego.