Simplemente, Julie (Clichés 2°) [EN CORRECIÓN]

Capítulo 5: "Sólo respira, Owen"

He extrañado a #Owlie :c hace tieeeempo que no escribo sobre ellos y créanme que lo que tengo planeado para esos dos es impresionante. ¡Estoy tan emocionada! Me voy a centrar en esta historia cuando termine con Aiden (Mayores 2) y lo haré en paralelo con Enamorado de Sophie (Enamorados 1), que es otra historia que realmente me encantaría que leyeran. Ahoraa, disfruten de este capítulo, lectores. Que he decidido hacerles esta pequeña sorpresa.

¿Cuál creen que es el motivo por el cual Owen se considera roto?

Teorías lectores. ¡Quiero leer teorías!

.-.-.-.-.-.

Me froté las sienes, intentando relajarme, pero no me estaba resultando especialmente fácil. De hecho, estaba comenzando a volverme loco. Seguía repitiendo las palabras de mi padre en mi mente.

No importa cuánto intentes negártelo a ti mismo.

Siempre vas a ser como yo.

Si solo hubiera una manera de verificar que aquello no era cierto. Pero quizás sí lo era, al fin y al cabo. Quizás simplemente estaba destinado a ser como mi padre. A terminar como él. A nunca ser feliz.

Podía sentir las emociones acumulándose en mi pecho. Y en cualquier momento iba a necesitar dejarlas ir. Sólo esperaba que ese momento llegara cuando estuviera lejos de Jessica.

Y lejos de Julie.

Porque, si ella llegaba a ver esa parte de mí que tanto odiaba, ¿volvería a verla? ¿Se quedaría?

¿Y por qué estaba preguntándome aquello?

A penas la había conocido tres días atrás. Pero seguía completamente seguro de que la amaba. O estaba cerca de hacerlo, al menos. Nunca me había sucedido algo como aquello, pero no importaba.

Ahora sólo había Julie.

Mi corazón se detuvo un momento, al darme cuenta de cómo pensar en ella ayudaba a que me tranquilizara.

Quizás simplemente la necesitaba a ella. Quizás ahora ella sería quien me ayudara a relajarme.

O quizás terminaría dejándome cuando se diera cuenta de lo que tenía dentro.

Pero eso era imposible, porque ni siquiera estábamos juntos.

Maldita sea, Owen. Estás volviéndote más loco de lo normal.

El sonido de mi celular me regresó a la realidad y rápidamente hundí mi mano en mi bolsillo para poder extraerlo. Fruncí el ceño cuando vi el número desconocido en la pantalla.

¿Quién diablos estaba llamándome?

Era un chico solitario, aquello ya lo había establecido. Por ende, no tenía muchos números grabados en mi celular. Muy probablemente, llegaba a solo diez. Entonces, ¿quien había conseguido mi número?

-¿Hola? –finalmente contesté.

-Owen –la voz de mi hermana me contestó.

-¿Jess? –pregunté-. ¿De dónde me llamas?

-Del celular de Julie –respondió, tranquilamente. Mi corazón, en cambio, ya había comenzado a latir con fuerza. Ahora tenía el número de Julie. Ahora podría grabarlo. Ahora...-. ¿Mamá y papá llegaron? –preguntó mi hermana, entonces, regresándome a la realidad.

Sentí la ansiedad regresando a mi rápidamente. Odiaba la sensación. Odiaba saber que mi hermana no podía tener eso que tanto quería: una familia feliz.