Capítulo 27: "Lo quiero"

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La moto avanzaba a toda velocidad en la oscuridad de la noche. Sabía que estaba completamente excedida la velocidad permitida. Y me importaba muy poco. De hecho, estaba gozando increíblemente de la sensación del aire azotando mi cara y lanzando mi desordenado cabello hacia atrás.

El alcohol aún hacía que me sintiera relajado y tranquilo. Aún no había dolor. Aquel inconfundible dolor que parecía absorberme completamente. Mackenzie se había ido. Y cuando lo había hecho, se había llevado consigo toda esperanza de poder ser salvado.

El dolor era más fuerte desde entonces.

Y podía sentirlo, lentamente abriéndose paso entre la tranquilidad.

Pero mantuve la moto a la velocidad en que estaba.

No pensaba detenerme. No hasta que supiera que el dolor se terminaría. No hasta que supiera que no habría más sufrimiento, cuando lo hiciera.

Aceleré en la oscuridad de la noche. No había autos en la pista. De hecho, había delante de mí un camino completamente libre, a excepción por la pared, que había a cierta distancia delante de mí.

Aumenté la velocidad, incluso cuando parecía imposible seguir haciéndolo. Y mantuve mi visión completamente pegada a aquella pared.

Era mi objetivo. Casi podía verlo. Ahí se terminaría todo.

No estaba pensando claramente. Sólo estaba pensando en detener el dolor. Sabía que iba a ser la peor decisión de mi vida, pero se veía como la única forma de detenerlo todo.

Absolutamente todo.

Y ya estaba por llegar a la pared. Ya estaba por cerrar mis ojos, dispuesto a sentir el impacto. Dispuesto a acabar con todo, finalmente.

Pero el sonido de un auto, apareciendo de pronto, logró desconcentrarme brevemente de la pared. Y cuando regresé mi vista a ella, Julie había aparecido, de pronto, frente a mí.

Y frené en seco, girando la moto para no darme contra ella. Pero lo hice, de todas formas. Me estrellé contra ella. Pero ella desapareció.

Todo desapareció.

Ahora solo había el olor a caucho quemado. Los murmullos de la noche, causados por personas que lentamente se iban acercando, asustados por aquel ruido que yo había ocasionado.

Y podía sentirlo. La vida desprendiéndose de mi cuerpo. Y no quería, porque estaría dejando a Julie.

Pero el dolor.

El dolor estaba desapareciendo. El dolor ya no estaba ahí, prácticamente.

Y era aquello lo que por tanto tiempo había deseado.

Así que me dejé ir, como siempre había querido.

.-.-.-.-.

-Jules –su nombre escapó mis labios, mientras me despertaba, el sudor logrando que mi polo se adhiriera a mi cuerpo.

Y ella estaba ahí, sus brazos envueltos a mi alrededor, sus dedos hundidos en mi cabello, deteniendo mi temor.

Sentí el aire lentamente entrando a mis pulmones, de nuevo. Y es que, había perdido la capacidad de respirar, por un breve momento.

Me aferré a Julie, esperando a que mi corazón se tranquilizara y a que mi mente volviera a la realidad, viéndose que aún estaba terriblemente afectado por mi sueño.

Simplemente, Julie (Clichés 2°) [EN CORRECIÓN]Where stories live. Discover now