Simplemente, Julie (Clichés 2°) [EN CORRECIÓN]

Capítulo 16: "¿Has hablado con ella?"

Casper se quedó con nosotros hasta cerca de las ocho. Mi hermana estaba más que encantada al respecto. De hecho, aquel par de locos habían hablado hasta por los codos por cerca de una hora y media, pues Jessica había querido saber absolutamente todo sobre aquel matrimonio tan extraño de nuestro primo. Agatha se llamaba la desafortunada. Afortunada, quiero decir. Sonreí sin poderlo evitar, ante mi propio chiste interno. Mis ojos observaron por un breve momento la escena frente a Mí. Yo había ido a dejar la caja vacía de pizza en la cocina y a lavar todos los platos y vasos que habíamos ensuciado. Y ahora que había regresado, no había podido evitar detenerme a observar lo feliz que lucía mi hermana en aquel mismo instante. Su rostro iluminado por una sonrisa sincera y divertida. Casper, sonriendo ampliamente y sacudiendo la cabeza. Y James, claramente distraído con respecto a aquello que lo tenía tan terriblemente perdido.

¿Y yo? Mis pensamientos gritaban demasiado fuerte como para ser ignorados. Me destrozaban y carcomían lentamente. Me tenían en la palma de su mano. Podían hacer lo que quisieran conmigo. Y yo obedecía. Había aprendido, después de todo, con el paso de los días, que no tenía caso intentar evitarlo. Ellos podían más. Siempre.

Pero Julie.

Julie me daba aquella esperanza que tanto añoraba. Ella me hacía creer que quizás aún tenía salvación. Que aún podía ser salvado. En sus manos.

Cerré los ojos, asustado. Porque deseaba tener aquella capacidad de dejar de lado mis problemas, para poder sonreír así como mi familia. Aquella que estaba delante de mí en aquel instante. Esa era mi única y verdadera familia. Faltaba Mackenzie, si. Pero era mi familia.

Aquello era real. Lo que tenía frente a mí. Pero no parecía ser suficiente. Nunca parecía ser suficiente. El dolor siempre podía más. El dolor estaba comenzando a hacerse tan difícil de soportar como aquella vez. Aquella vez que...

-¡Bueno! –Casper exclamó, de pronto. Fui regresado bruscamente a la realidad y parpadeé, intentando apartar mis pensamientos del radar-. Ya es hora de que me vaya –comentó, poniéndose de pie y limpiándose las migajas invisibles del pantalón-. Mi chofer debe estar por llegar –agregó.

Asentí, vagamente y observé cómo se despedía de mi hermana, que por un momento, pareció completamente reacia a dejarlo ir.

-Visítanos pronto, ¿de acuerdo? –la escuché susurrar, probablemente creyendo que yo no podía oírla-. Te necesitamos por aquí más seguido. Owen, te necesita aquí más seguido –agregó.

Sentí un nudo en el estómago al escucharla decir aquello. Lo que yo necesitaba era a Julie. O quizás simplemente necesitaba detener el dolor de un solo porrazo. Sería tan fácil. Había sido tan fácil la última vez. Pero...

-Regresaré muy pronto –dijo Casper, volviéndome a traer a la realidad-. O me los llevaré a todos a visitar a Harriet –concluyó.

Jessica sonrió ampliamente y finalmente lo dejó ir. Observé como Casper le daba un rápido abrazo a James y palmeaba su hombro.

-¿Estás seguro de que no quieres que la rastree? –le preguntó a mi mejor amigo.

Rodé los ojos. Casper Queens, siempre tan ostentoso. Él seguía creyendo que rastrear a Mackenzie para saber cuál había sido su paradero, sería una buena idea. James, claro, nunca había estado de acuerdo.

Si ella es el amor de mi vida realmente, regresará en algún punto.

Aquellas palabras que ya antes había replicado James seguían rondando mi mente y estaba bastante seguro de que también rondaban la de él. Aún no había regresado. Y aquello no quería decir que nunca regresaría, pero no hacía que las cosas fueran menos dolorosas para mi mejor amigo.