Capítulo 17: "Titán"

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No estaba manejando mi moto. Y no me estaba resultando muy divertido, realmente. Pero todo fuera por James. No tenía caso que fuera en la moto, porque él habría ido sólo en la suya y la cosa era que estábamos yendo a olvidar juntos. Así que al final, ambos estábamos yendo en su auto. No importaba, realmente. Yo manejaría de regreso, porque yo no iba a tomar. Por mucho que sintiera que realmente lo necesitaba, no iba a hacerlo. Tenía que estar en mis cinco sentidos para poder ganar todo lo que quería ganar aquella noche.

James, en cambio, sí. Estaba bastante seguro de que él iba a perderse apenas llegaramos al lugar.

-A la izquierda. ¿Cierto? –preguntó y yo asentí.

-De ahí giras a la derecha y llegarás al estacionamiento –expliqué-. Caminaremos hasta la puerta del local –agregué.

James asintió. Nunca lo había llevado ahí, pero él sabía dónde estábamos yendo. Le había contado vagamente sobre el lugar, pero nunca le había explicado realmente lo que era y él nunca había preguntado, porque nunca lo había necesitado.

Pero, supongo que todos tenían su límite. Y él finalmente había llegado al suyo.

Estacionó en el parqueo improvisado, lleno de autos mal cuadrados, probablemente porque sus conductores habían estacionado en un frenesí, intentando llegar rápidamente a su destino. James logró estacionarse entre dos autos no demasiado mal cuadrados y finalmente comenzamos a hacer nuestro camino hacia la puerta del lugar.

Podía sentir mi corazón comenzando acelerarse ante la emoción de saber que podría distraerme por toda la noche. Hacía mucho tiempo que no iba a aquel lugar. Pero finalmente había llegado el momento de nuevo. Sonreí ampliamente y palmeé el hombro de mi mejor amigo, cuando llegamos ante la puerta.

-Puede que hoy sea el mejor día de tu vida –comenté, tranquilamente.

Él alzó una ceja.

-Espero que tengas razón, hermano –murmuró, luciendo un tanto inseguro.

Oh, créeme James, tengo toda la razón del mundo.

La puerta se abrió y salió un hombre que me llevaba una cabeza de tamaño y que era el doble de ancho que yo. Tiburón. Así lo conocían en aquel lugar. El que nunca dejaba pasar a nadie que no debía. El que resguardaba la puerta de entrada, pero que de alguna forma lograba terminar con más de dos chicas entre sus brazos para el final de la noche. No lo conocía realmente, pero él siempre parecía conocerme del todo a mí.

Sus ojos observaron a James un momento y luego se posaron en mi. Entonces alzó sus cejas.

-La gran leyenda Jackson ha vuelto –murmuró, aparentemente incrédulo-. Ya estábamos comenzando a olvidarnos de ti –agregó, una expresión de extraña diversión apoderándose de sus duras facciones.

Si, bueno. Yo era un tanto conocido por ahí. O por todos lados, en realidad. Todo por culpa de aquel minúsculo y chismoso pueblo. Una parte de mi estaba desesperado por irse de ahí. La otra no era capaz de dejar a Jessica sola. Y ahora, tampoco podría dejar a Julie ir.

-¿Tan rápido se comenzaron a olvidar? –pregunté, llevándome una mano al pecho, fingiendo estar dolido-. Pero si yo soy inolvidable –señalé.

Él soltó un bufido y se hizo a un lado.

-Adelante su señoría –alzando una mano-. Titán estará encantado de verte por aquí hoy –indicó, el sarcasmo notándose en cada pequeña letra de aquella oración.

Simplemente, Julie (Clichés 2°) [EN CORRECIÓN]Where stories live. Discover now