Simplemente, Julie (Clichés 2°) [EN CORRECIÓN]

Capítulo 42: "Solo me necesitaba a mi"

Callum iba manejando su auto, yo en el asiento del copiloto y Collin en el asiento trasero, aun con su libreta entre sus manos, pero mirando a través de la ventana. Levi iba en el auto de atrás, con Jess. Y nos dirigíamos a la casa de Mackenzie, mientras yo guiaba a mi hermano mayor, recordando vagamente el camino que habíamos tomado, cuando fuimos a dejarla, aquella noche.

No sabía realmente que esperar. Bien podríamos encontrar a Owen ahí, en la casa de Mackenzie, completamente destrozado y -quizás- bastante pasado de tragos.

Owen no había vuelto a tomar desde aquella noche en que se apareció por mi casa a las tres de la mañana, luego de haberme llamado, claro está, para decirme que estaba perdido.

La siguiente vez que se apareció, claramente no estaba pasado de tragos y ni siquiera había un ligero olor a alcohol. No había nada. Él había estado completamente sobrio. Y una parte de mí se alegraba al respecto, porque significaba que ya no necesitaba el alcohol para sentirse mejor.

Solo me necesitaba a mí.

Pero ahora que no me tenía, me asustaba pensar que volvería a eso.

Tenía miedo, de solo pensar en la infinidad de posibilidades que había. Podía ser completamente tarde o podíamos estar aún a tiempo. No había manera de saberlo. Nadie tenía la manera de localizarlo. Pero, quizás, Mackenzie sí sabría. Cualquier cosa nos ayudaría.

Sentí a Callum mirarme desde su asiento, pero fingí no darme cuenta. Estaba demasiado perdida en mis pensamientos, en lo que sentía por Owen. En que quería encontrarlo y asegurarle que todo estaría bien y que nunca lo dejaría. Que me quedaría a su lado para siempre.

-Jules -lo escuché llamarme.

Jules.

Owen me llamaba así.

Trent me llamaba así.

Todos mis hermanos me llamaban así.

Por eso dolía tanto.

Trent se había ido y después de eso, había dolido una inmensidad, cada vez que uno de mis hermanos me decía de aquella manera.

Y luego Owen, de pronto, aquel día me lo había dicho. Lo había dicho tan naturalmente y tan de pronto, que por un momento no me había percatado de que lo había hecho.

Pero mi cerebro no tardó en registrar sus palabras y Trent bombardeó mi mente, abruptamente.

Owen había venido envuelto con un millón de emociones que nunca podría superar. A las que nunca me podría acostumbrar.

-¿Si? -pregunté, finalmente apartando mis ojos de mi ventana y mirándolo a él.

-¿Te molesta si Gabs nos da el encuentro? -preguntó, sonando ligeramente dudoso.

Gabriella Clarke era la mejor amiga de Callum... y algo más, claro está. Pero él creía que se tenía perfectamente guardado su secretito. Las paredes de la casa eran bastante delgadas... quizás debería habérselo dicho. De todas formas, Callum solía tenerla en su cuarto todo el bendito día, cada vez que ella iba a nuestra casa.

Así que, no era bastante difícil adivinar que sucedía tras esa puerta.

Solo esperaba que no terminara tomando una decisión que les rompiera el corazón a ambos. Se amaban, era claro como el agua. Pero, aparentemente, ninguno de los dos había dicho algo al respecto, aún.

-Suena bien por mí, Callum -repliqué, mostrándole una pequeña sonrisa y volviendo a dirigir mi vista hacia mi ventana.

Solo unos minutos después, la casa de Mackenzie entró en nuestra línea de visión y, Callum ni siquiera había logrado estacionar el auto, cuando me bajé apresuradamente.