Capítulo 47: "Nada más"

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Estaba nerviosa.

No recordaba la última vez que había estado tan nerviosa.

No había podido pegar ojo en toda la bendita noche. Cuando llegamos a casa -a la casa de James, por un día más- me cambié y me dejé caer sobre el enorme colchón, sin siquiera intentarlo. Dormir, claro está. Solo podía pensar en que finalmente encontraríamos a Owen. Tres días sin él me había matado, extrañamente.

Es decir, hasta hacía solo un mes, nunca había dependido tanto de una persona. Bueno, quizás sí de mis hermanos. Pero, nunca un chico que no fuera ellos. Y ahora, con solo conocerlo un mes, pasar tres días sin él, pensando en que cualquier cosa podría haberle sucedido, estaba perdiendo la cabeza.

Así que sí, me había encontrado a mí misma escuchando como las respiraciones de Levi y Jess, a mi lado, se iban acompasando, mientras se quedaban dormidos, luego de hablar durante casi una hora. Ellos creían que yo dormía, después de todo.

En cualquier otro momento, quizás me habría emocionado escucharlos y darme cuenta de que había una clara atracción entre ellos. Pero en aquel instante, no había podido captar absolutamente nada.

Y, apenas la luz comenzó a entrar por entre las cortinas de la sala, yo ya estaba levantándome para poder alistarme. Cuanto antes saliéramos en busca de Owen, más rápido podría verlo. Y más cerca estaríamos de evitar que algo malo le sucediera.

Y así de rápido se habían pasado las primeras horas de la mañana, mientras nos dirigíamos a donde supuestamente se encontraba Owen. No me gustaba la idea de que estuviera tan malditamente lejos de todo el mundo. Llevábamos una hora y media de viaje y yo estaba perdiendo los nervios.

Aun así, me mantuve callada y observé por mi ventana, hasta que me aburrí de no ver nada.

Entonces cerré mis ojos y el sueño que no había aprovechado durante la noche, me invadió.

Probablemente solo pasaron algunos minutos, antes de que Collin me sacudiera, para levantarme. Literalmente salté despierta, completamente consciente de que finalmente íbamos a encontrar a Owen.

-Hemos llegado, Jules -dijo, mostrándole una pequeña sonrisa tranquilizadora.

No podía estar tranquila, pero de igual modo lo agradecí y le mostré otra pequeña.

Me bajé del auto apresuradamente, para seguir a Jessica, que ya estaba haciendo su camino hacia la casa. Caminamos una al lado de la otra, hasta ahí. Y cuando estuvimos frente a la puerta, nos detuvimos, para mirarnos.

-¿Tocamos? -preguntó.

Me mordí el labio y me encogí de hombros.

-Supongo -susurré.

Siendo sinceros, no tenía ni la más mínima idea de que hacer. Así que dejé que Jess tocara el timbre. Aguardamos algunos segundos y cuando la puerta no se abrió, sentí pánico comenzando a abrirse paso por mi pecho.

Fui a tomar el pomo de la puerta y lo giré, para ver si estaba abierto. Después de todo, la casa estaba literalmente en el medio de la nada. ¿Por qué habría de cerrarla, si no había nadie que pudiera intentar entrar?

Y lo estaba. Abierta.

Me precipité dentro, sin ser capaz de esperar más. Y sentí a Jessica seguirme de cerca, justo detrás de mí.

Observé a mi alrededor, buscando algo que me indicara que Owen estaba ahí. O que había estado ahí, al menos. Pero la sala se veía como cualquier sala. Y no parecía haber nadie en la cocina. De hecho, cuando me acerqué un tanto, pude ver que el caño estaba completamente vacío y no había rastro de vasos y platos usados o recién lavados.

Simplemente, Julie (Clichés 2°) [EN CORRECIÓN]Where stories live. Discover now