OO8

5.3K 836 37
                                    

Espere lo que para mí fue una eternidad entre gruesas lágrimas, mientras los ruidos se hacían más fuertes a mí alrededor, las ramas se agitaban con el viento, acompañando su movimiento con las risas escandalosas a la distancia, y aquellas voces que de a poco se convertían en una sola, en su maldita voz. Sentí un punzante dolor en mi pierna, pero ni me moleste en mirar si me había hecho daño en la caída o no. Quería con desespero protegerme por mi cuenta, ya que solo tenía miedo de él y YoonGi no estaba para salvarme de esa pesadilla. Así que me hice bola, abrazando mi cuerpo con mis manos temblorosas, como si hacerlo me fuese a servir de algo.

Cuchicheaba miles de cosas sin sentido, quería que se marchara pero entre más lo deseaba sentía que más se aproximaba su voz, estaba allí tras de mi podía percibirlo sin necesidad de voltearme a mirar, no quería que me tocara pero lo iba a hacer, iba a hacer todo lo que yo no quería, porque me obligaría, porque así era él.

- ¡Jimin! - me llamo YoonGi plantándose frente a mí, alumbrándome de pies a cabeza con su linterna. - ¡¿Por qué te quedaste atrás?! ¡Te estuve buscando por todos lados, idiota! - no pude decir absolutamente nada, era una persona sin vida, de nuevo. - ¿Estas bien? ¡Dios, la herida se ve un poco mal! Menos mal traje un botiquín, te cargare al lugar que encontré; ahí pondremos el campamento.

Me tomo entre sus brazos con agilidad, casi como si yo no pesara absolutamente nada. Recosté mi cabeza en su pecho sin poderlo vitar, cerré mis ojos agradecido de que hubiera aparecido en el momento correcto. Mi respiración entrecortada continuaba atacándome, pero no era lo suficientemente capaz de calmarme aun, aquellas espeluznantes sensaciones seguían recorriendo mi piel. Me cargo lo que me parecieron kilómetros interminables, pero aquellos ruidos dejaron de existir, se disiparon por completo a su lado, como si él los hubiera borrado de sopetón con su presencia.

Finalmente, se detuvo en un campo estable y plano, rodeado de árboles, que dejaban caer sus delicadas hojas al suelo con el ritmo del viento, me dejo cómodamente sobre una piedra, mientras encendía una improvisada fogata, se apresuró a armar el campamento donde dormiríamos, y cuando estuvo listo me llevo hasta el, para curarme.

- Eres demasiado torpe. - bufo limpiando la herida con un poco de alcohol, toda mi rodilla estaba llena de sangre, tenía una cortada poco profunda que iba de una esquina a otra de la misma, formando una línea irregular, la cual embadurno con menjurjes y luego vendó con una gasa especial. - Trata de mantenerte quieto, y no camines mucho por ahora, mañana estarás mejor, gracias al cielo no necesitas ir al hospital.

- Pues tengo un médico viviendo conmigo, así que no necesito desperdiciar dinero en eso. - comente demasiado sensato para mi gusto.

- Que gracioso, JiMin. - refunfuño con desagrado, mientras devolvía todo a la pequeña cajita que era su botiquín. - No vuelvas a desaparecer así, me sentí realmente mal de perderte.

- No te pongas sentimental. - suspire dedicándole una mirada fiera, que él me devolvió con cierto cariño que no supe comprender. - Es desagradable.

- Hablo enserio. - recalco dirigiendo su nostálgica mirada al firmamento, el cual nos brindaba una noche despejada de gruesas nubes, lo único que se veía eran pequeñas estrellas y una hermosa luna llena. - Sé que ha sido corto el tiempo junto, pero eres un gran amigo para mí, JiMin.

- Debes tener muchos amigos en donde vives.

- Verdaderos, no. - me corrigió sin si quiera una sonrisa, aquella expresión tan serena, tan firme, me indicaba que todo lo que salía de su boca era demasiado cierto, tanto que comenzaba a ponerme el cuerpo a flor de piel. - Mis amigos son solo un montaje, igual que mi familia y toda mi vida. Tu pareces ser lo único real que tengo.

- No soy tu propiedad.

- Lo serás a partir de hoy, hasta el día que mueras.

- ¿No tengo opción, cierto? - pregunte fingiendo tristeza ante mi destino.

- Exactamente.

- Vale, entonces soy tuyo o lo que sea. - farfulle poniendo mis ojos en blanco. -Ahora dame de comer muero de hambre.

- ¿Qué deseas hamburguesa o unos snack, o sopa?

- Cualquier cosa esta bien.

Comimos junto al fuego, mientras charlábamos de cosas triviales, pero esta vez por alguna razón me interese en todo lo que decía, no me perdí ningún detalle de sus palabras, me contaba un poco afligido sus experiencias cercanas a la muerte, las veces que había salvado gente de ella, y cuando en ocasiones su vida había estado al borde del peligro por sus alocada ideas. Poco a poco mis ojos se fueron cerrando contra mi voluntad, deseaba seguir charlando con él, y saber aún más cosas de su vida, descubrir todo lo que sus falsos amigos no habían logrado jamás, sin embargo, me fue imposible, el cansancio se había apoderado de mí. No obstante, lo último que recuerdo fue que mi cabeza estaba reposando sobre su hombro y YoonGi acariciaba mi cabello con cierto nerviosismo, como si quisiera hacerme algo a lo que no se animaba del todo, por miedo.



UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora