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Nos quedamos en silencio sin saber muy bien que era lo mejor para decir tras semejante confesión, pero ningún comentario salía de nuestros labios, ambos estábamos pasmados. HyunAh, cabizbaja acomodo un mechón de su cabello rubio tras su oreja, limpio el camino de lágrimas en sus rosáceas mejillas con sus manos temblorosas, mientras Yoongi simplemente se quedaba allí sin vida, con su mundo totalmente destruido a sus pies, se veía en su mirada lo miserable que se sentía por dentro, intentaba pensar desesperadamente que aquello no era de verdad, que ella solo lo había soltado ese nombre solo por decir algo y no porque fuese cierto, y yo como un idiota me había quedado plantado junto a él, sin poder mover ningún musculo a pesar de las intensas ordenes que les enviaba a estos últimos, para irme de allí; ya que ese asunto definitivamente no me concernía.

— ¿Cómo es posible que HyoJong sea el papá de Nicha? —se carcajeo Yoongi poniendo sus ojos en blanco, ante lo absurdo que sonaba esa idea. Pero, yo no pude compartir su momento de burla, estaba estático sumido en mis pensamientos, en donde lo que había mencionado HyoJong semanas atrás, se repetía en mi mente una y otra vez. Esa insulsa conversación juguetona en la que me indicaba perfectamente que creía conocer a HyunAh desde hacía bastante tiempo, cuando se suponía era la primera vez que la veía en su vida en ese hospital.

—¿Recuerdas que mis amigas me hicieron una fiesta de despedida de soltera, unas semanas antes de casarnos? —susurro ella en un hilo de voz, con esta a nada de quebrarse al tener que contarle la verdadera historia. Yoongi frunció el ceño mientras asentía lentamente, a la espera de que prosiguiera. No obstante, yo intente atar los cabos sueltos en mi cabeza, recordar algún comentarios de HyoJong en el pasado sobre el haberse acostado en alguna bella mujer con la descripción de HyunAh, o algo por el estilo, pero como era tan fanfarrón con el tema del sexo, había perdido la cuenta de las personas con las que se había acostado desde que nos mudamos a esa ciudad. —Se suponía que sería una reunión tranquila en la casa de una de las chicas, pero a alguna de esas estúpidas se le ocurrió la maldita idea de llevar strippers y hombres que ni siquiera yo conocía, Yoongi. De verdad que yo no sabía absolutamente nada sobre ello, cuando me di cuenta estaba demasiado borracha como para detener aquello, y solo recuerdo cosas muy específicas. Como por ejemplo, que estaba hablando tranquilamente en el sofá con ese chico, mientras los demás tenían esa casa hecha una locura, que nos reíamos de cualquier tontería absurda, que de repente estábamos besándonos, y cuando desperté al otro día con la cabeza hecha un embrollo, estaba acostada en la cama de un hotel con él a mi lado, y antes de que se despertara me marche aterrorizada de ahí.

Guardo silencio por unos segundos, para tomar un poco de aire, ya que se notaba lo necesitaba, le era urgente aplacar sus sollozos con ese breve gesto. Mantenerse en pie le era demasiado difícil, todo su cuerpo temblaba, y se veía a simple vista que estaba cada vez más pálida, como si fuera a desmayarse en cualquier instante ante tantas emociones revueltas al tener que explicarle todo lo ocurrido. Yoongi aunque no la quería en absoluto, quizás como unos viejos amigos o como una hermana menor, sentía que le había fallado, que realmente no esperaba de ella tal farsa.

Él atesoraba tanto a su supuesta hija que escuchar aquello era desgarrador para su corazón, intentaba controlar sus deseos de llorar desconsolado, pero las lágrimas solo caían por si solas sin su permiso. Me mordí el labio inferior sintiendo los deseos desesperados de estrecharlo en mis brazos, pero a duras penas logre entrelazar nuestros dedos a la espera de que sintiera que estaba en ese lugar para él, y que siempre lo estaría sin importar lo que sucediera, le aseguraba en silencio que todo estaría bien, que definitivamente saldría de esta.

—Pensé que las cosas quedarían así sin más, como un revolcón de una noche tan insignificante como cualquier otro, no obstante, antes de irnos de luna de miel, me entere de que estaba embarazada, y yo no sabía qué hacer, Yoongi. No tenía la menor idea de nada. Quería abortar pero no era lo suficientemente valiente, dado que algo en mi interior me decía que era mi propio error por no cuidarme y debía hacerme responsable de ello, que tenía que actuar con madurez, y de verdad sabía que él bebé no tenía la culpa, que era injusto desquitarme con él, además realmente quería ser madre. Quería decírtelo pero no deseaba perderte aún más, porque sabía que me dejarías de nuevo, así que decidí engañarte para que todo se mantuviera en su lugar. —dijo entre gimoteos. Al verla tan destrozaba me daba hasta un poco de lastima, la hermosa chica que había conocido 7 años atrás, que era una arpía similar a Da Rium, ahora ante nuestros ojos era una frágil porcelana que estaba a punto de romperse en miles de pedazos. Pero su tristeza no justificaba en lo más mínimo, todo lo que había tenido que hacer para llegar a tal extremo de mentir. —En nuestra noche de bodas, estaba segura de que ni quiera me tocarías un pelo, así que te emborrache a propósito, para que pudiéramos acostarnos, necesitaba hacerte creer que esa niña era tuya, necesitaba que fuéramos una familia, porque Yoongi eso fue lo que nuestros padres querían para nosotros desde que éramos unos niños, era nuestro destino estar juntos, o eso fue lo que pensé durante toda mi vida, que tú y yo estábamos hechos el uno para el otro.

UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant