『046』

2.6K 397 67
                                    

Me hallaba sumergido en la absoluta negrura, era como una especie de mar en el cual mientras más intentaba nadar a la superficie, más me hundía, quedándome de apoco sin oxígeno, trataba de alcanzar la luz sobre las aguas pero no sucedía, entonces lentamente fui cayendo en la profundidad ahogándome por completo, en el mismo instante en que abrí mis ojos de sopetón, encontrándome con una habitación que definitivamente no era la mía. Todo era blanco, invadido por el olor a medicamentos, observe en todas las direcciones encontrándome con que era de día. La ventana entreabierta me permitía ver la ciudad desde lo alto, al parecer estaba en el hospital universitario Yeon. Me incorporé lentamente liberándome del agarre de Jiwon, quien se había quedado dormida con nuestras manos entrelazadas, incomoda sobre el borde de mi cama. Al hacer mi movimiento brusco, se fue despertando perezosa, la observé de forma despectiva mientras me sonreía alegre de tenerme de regreso, me explicó que había terminado desmayado por agotamiento, y que Yoongi me había llevado a emergencias de inmediato, la fulmine con mi mirada cuando me sirvió un vaso de agua, informándome entre tanto que HyoJong pronto llegaría con el desayuno, y que probablemente Yoongi vendría a visitarme más tarde. Sin embargo, mis oídos no se molestaron en prestarle demasiada atención, al verla tan feliz no pude soportarlo por más tiempo, ni menos callarme la boca.

— ¿Qué tanto me has mentido?— inquirí dejándola petrificada, cuando me extendió el vaso, con sus manos temblorosas.

— ¿A qué te refieres? — sonrió levemente perdiendo todo color en su bello rostro.

— ¿Sabías que Yoongi estaba vivo y no me lo dijiste? — farfulle inexpresivo, casi sin vida. Le arrebate el recipiente antes de que lo dejase hacer al suelo ante el colapso que tenía en su cerebro, por todo lo que salía de mi boca.

— Si. — admitió cabizbaja.

— ¿Cómo pudiste decirme que estaba enfermo y alucinando, cuando realmente era él todo el tiempo? — gruñí enfurecido como nunca antes, me sentía como un completo idiota del que todos se burlaban. Sin poderme controlar lance aquel baso contra la pared delante de mí, sobresaltando a Jiwon con mi ira desenfrenada.

— Jimin, escúchame.

— ¡Pensé que éramos amigos Jiwon! — grité bajo su mirada estupefacta. —¿En qué demonios estabas pensando al ocultármelo?

— Jimin, no es tan simple de explicar.

— ¡Inténtalo!

— Estaba haciendo un proyecto... — susurro desviando su rostro en otra dirección, mientras acomodaba un mechón rebelde de su corto cabello.

— ¿Me usaste durante todos estos años para un proyecto de investigación? — bufe con mis ojos fuera de mis orbitas. Esto ya era demasiado. —¡¿Me usaste sin mi consentimiento como si fuera una rata de laboratorio?! ¡¿En que estabas pensado?!

No estaba en mis cabales, no estaba ni cerca de mis cinco sentidos, así que podría decirse que fue un acto normal, que la agarrase con violencia de sus hombros sacudiéndola desenfrenadamente, mientras le gritaba cosas histérico con lo que había descubierto. Ella rompió a llorar sin saber muy bien que excusa darme por sus actos, no sé si fue el escandalo pero ya no importaría mucho si lo pensara detalladamente, pero antes de que le hiciera aún más daño a aquella mujer, HyoJong entró en la habitación totalmente perdido seguido por un médico y una enfermera que corrieron apresurados hasta donde me encontraba.

— ¿Qué sucedió? — preguntó HyoJong ayudando a Jiwon ponerse en pie, en el momento en que por fin la deje libre de mis manos.

— Necesita calmantes. — escuché que anuncio el médico alarmado con mi estado.

— Jimin, te lo diré absolutamente todo ¿Bien? — prometió Jiwon entre lágrimas, desde los brazos de HyoJong. —Pero contrólate, hazlo por ti.

— ¡Cállate! ¡Eres igual a todos! Todos han estado jugando conmigo como si fuera una pieza de ajedrez. — chille poniendo resistencia a la fuerza del médico, revolcándome en la cama desesperado porque se detuviera de inyectarme un tranquilizante, grité cosas sin sentido, mientras mi mundo comenzaba a dar vueltas extravagantes, después de sentir aquel intenso pinchazo en mi brazo.

— Jimin, cálmate... Por favor.

Su voz fue perdiéndose en mi cerebro, sus rostros viéndome con pesar fueron desapareciendo de mi vista, y a aun cuando me resistía a ello, me quede profundamente dormido de nuevo, vague por sueños sin sentido en los que casi siempre me quedaba sin aire, sin embargo, aun si intentaba despertarme con todas mis fuerzas, no sucedía. No estuve muy seguro de cuánto tiempo estuve tendido en esa cama, sin embargo, no me moleste en averiguarlo. Percibía gran parte de mi estancia allí, como la enfermera iba a revisarme en diversas ocasiones, en las cuales siempre me hacia el dormido, ya que sabía me embutirían comida y no sentía mi estómago preparado para ello.

Estuve por días completamente solo llorando en esa horrenda habitación, a veces sentía a HyoJong acariciando mi cabello, o el perfume de Yoongi cambiando ese asqueroso ambiente al llegar, también sabía sin hacer mucho esfuerzo que Jiwon iba a echarme una que otra ojeada asegurándose que me encontraba bien, pero nunca quise moverme de mi lugar, ni menos hablar. Hasta que un mañana en la que observaba por la ventana, ajeno a que alguien llegara, y me descubriera despierto después de tanto tiempo fingiendo, Jiwon entro en la habitación andando en mi dirección haciendo ruido con sus altos tacones.

— ¿Qué necesitas?— suspire elevando mi mirada al hermoso firmamento, el cielo estaba teñido por colores naranjas, y rojizos dado que el sol se estaba comenzando a ocultar tras los rascacielos, brindándome un silencioso espectáculo.

— Quiero que veas algo, ya que tienes mucho tiempo libre en este cuarto. — murmuro decaída, de inmediato me giré para observar lo que dejaba sobre la cama, una pila de papeles y carpetas, junto con lo que parecía ser una grabadora de voz. —Sé que es mucho pero ha sido todo lo que he descubierto en estos años dándote terapia, y los meses en los que he trabajado con Yoongi. Sé que no fue éticamente correcto lo que hice, pero no tenía la menor idea de cómo decirte algo tan importante, así que pensé que llevarte a la fiesta era la mejor opción, y seguir con tu tratamiento era ideal para que no empeoraras.

— ¿Querías acaso darme una sorpresa ese día?

— Yo solo esperaba que fueras feliz, pero no imaginé que Yoongi iría a molestarte más de lo que ya hacia apareciendo frente a ti, pensé que haciendo todo lo que sucedió, ustedes dos sanarían más rápido pero solo lo empeore.

— ¿Qué clase de psiquiatra eres?

— Soy un asco, Jimin. — sonrió taciturna, conteniendo sus ganas de echarse a llorar en mis narices. Puse mis ojos en blanco fastidiado con su presencia, y volví mis ojos al panorama que lentamente se iba oscureciendo dándole paso a la noche.

— Lo eres. — coincidí desganado. —No quiero verte más, Jiwon.

— Te quiero, Jimin. Eres uno de los pocos amigos que tengo, eres el que más atesoro y cuido. — susurro en un hilo de voz. —Quería decirte del proyecto cuando tuviera por lo menos las conclusiones y todo bien redactado, quería que fueras el primero en verlo, y me dieras tu aprobación, pero me equivoqué a la hora de mantenerlo oculto de ti. Realmente, yo solo quería lo mejor para ti, y lo lamento muchísimo. Espero, algún día me perdones.

— Vete, Jiwon.

[]

¿Maratón o no maratón? 👀

...

Ahq xd Si habrá maratón!
Por aquella personita que me ha estado alentando mucho sin que se dé cuenta, si, habló de ti Lia💛,, por cierto, la maratón no comenzará hoy, sean pacientes.♡

UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.Where stories live. Discover now