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Llegué al majestuoso hospital Universitario Yeon, tras andar unas cuantas cuadras. Aquel lugar era el más importante de todo el Imperio Yeon, el cual abarcaba desde centros comerciales, restaurantes, hoteles y obviamente la universidad donde yo había pasado casi seis años enteros de mi vida, sin embargo el hospital era uno de los más viejos e importantes negocios de esa familia, ya que este era todo un paraíso con solo verlo por fuera, estaba construido con majestuosos edificios, -que parecían más rascacielos que otra cosa- los cuales se conectaban por puentes, pero no solo era maravillosa su arquitectura, sino también sus especialistas y su tecnología, sumado a esto todos los méritos, premios y galardones que se habían llevado durante décadas, lastimosamente casi nadie podía adquirir sus servicios, excepto obviamente la elite; los cuales eran prácticamente sus VIPS.

Para mi sorpresa en la entrada, recostado contra un pilar cruzado de brazos frente al pecho, estaba él sonriente HyoJong, quien al verme se aproximó apresurado a mi encuentro. En una de sus manos cargaba una bolsa, y en la otra un ramo de rosas, que oculto tras su espalda un poco nervioso de que lo hubiera visto de improvisto.

ㅡ ¿Qué haces aquí? ㅡ inquirí conteniendo mis ganas de sonreírle, incluso más al percatarme de su expresión llena de preocupación. ㅡ ¿No tienes nada mejor que hacer?

ㅡ Vine a traer tu almuerzo, idiota. ㅡ contestó entregándome la bolsa con lo que parecía ser un subway. Mantenía su ceño fruncido, como si le ofendieran mis frívolas palabras sobre manera.

ㅡ ¿Y las flores también tengo que comérmelas? ㅡ farfulle intentando asomarme tras de él, este ni corto ni perezoso me hizo a un lado, para acto seguido entregarme el ramo sin siquiera poder mirarme a la cara.

ㅡ Son para tu oficina, retrasado.

ㅡ Gracias. ㅡ me reí tomándolas sin darle mucha importancia, ya que sabía muy bien sus verdaderas intenciones. ㅡ Pero, a veces pienso que estos detalles ocasionales son para la doctora Jiwon, ¿Me equivoco?

ㅡ Sabes que mi corazón seguirá siendo tuyo a pesar de mi trabajo, o de quien sea. ㅡ  me recordó pasándose sensualmente una de sus manos por su cabello negro, despelucándolo de inmediato.

Desde que me había ido a estudiar a Seúl, HyoJong me había seguido como cosa rara, había trabajado en miles de cosas antes de por lo menos estabilizarse como acompañante en un bar, era algo así como un gigolo de mujeres adineradas las cuales lo mimaban demasiado a decir verdad. Aquellas mujeres tenían tanto dinero, que había logrado empezar a estudiar en la universidad, pagarse las mejores ropas y aparte aquel apartamento donde vivíamos era un regalo de una de sus chicas, prácticamente todo lo que poseía ese chico era gracias a sus estúpidas clientas.

ㅡ  Que cursi, me has puesto le piel de gallina. ㅡ refunfuñe estremeciéndome asqueado de su forma tan peculiar de evadir sus sentimientos por Jiwon, frente a mí.

ㅡ ¿Nos vemos en casa esta noche?

ㅡ Claro. ㅡ susurre brindándole la más cálidas de las sonrisas, que el sin pensárselo dos veces me regreso, se acercó a su motocicleta para ponerse el casco antes de subirse a esta, dado que debía volver a sus intensas clases de derecho. ㅡ Le daré a Jiwon este regalo, en tu nombre.

ㅡ ¡Haz lo que quieras...!

Sus palabras se dispersaron en el aire, opacadas por el estruendoso ruido producido por el motor del auto acelerado que paso junto a nosotros, aquel Ferrari rojo que había visto minutos atrás, cruzo frente a nosotros en dirección al parqueadero subterráneo del hospital. Dejándonos estupefactos con su velocidad, y la forma espectacular en el que aquel hombre de traje con el que me había chocado en la cafetería, conducía sin importarle lo más mínimo los peatones, lastimosamente no había logrado reconocerlo debido a la distancia en la que me encontraba, pero podía estar muy seguro de quien era.

UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.Where stories live. Discover now