UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.

『044』

Dedicada a un solcito precioso, tienes que saber que te estás ganando mi corazón muy fast;; ㅠㅠ♡

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A regañadientes tuve que soportar estar sentado muy quietecito al lado de Yoongi, quien conducía como un loco por la autopista, había puesto un poco de música para distraerme de mi mal genio, pero no sucedería por mucho que lo intentara. Me mantenía enfurruñado en mi lugar sin abrir mi boca, o siquiera darle una mirada, no estaba muy seguro de que era lo que quería de mí a esas horas de la noche, pero a decir verdad, prefería no preguntarle y simplemente descubrirlo por mi cuenta al llegar a nuestro destino, que para mí era desconocido. Yoongi sin perder esa expresión llena de alegría, cantaba las canciones que aparecían en la radio, y sentía que de tanto en tanto me echaba una que otra mirada asegurándose que no saltaría del auto en cualquier momento. Tras minutos de viaje, se detuvo en seco frente a un hotel que recordaba muy bien, a pesar del paso del tiempo seguía intacto, perfecto en lo alto, sin el más mínimo cambio. Yoongi se bajó veloz como un rayo, para abrirme la puerta al verme tan absorto en mis recuerdos, sentí el sudor frío recorrer mi espalda al poner un pie en el duro suelo, junto con mi respiración que se había vuelto irregular en cuestión de segundos. ¿Por qué me había llevado a ese lugar?

Tomo una de mis manos entrelazando nuestros dedos sin que yo pudiera evitarlo, no importaba cuanto le suplicara que me soltara él se limitaba a aferrarse de mí, con mucha más violencia, sacándome punzadas de dolor con su presión. Mi corazón alocado estaba a punto de salir corriendo por mi garganta, tenía el miedo corriendo por mis venas, cuando en la recepción solicitó la habitación presidencial a un recepsionista más joven que el que recordaba, este le doy un cordial saludo a su jefe, por supuesto aquel lugar era parte de la herencia de Yoongi, el único que no había deducido eso hasta hacia algunos días, era yo. Me arrastro hasta el ascensor donde al entrar oprimió el botón del piso 36, respire profundamente sintiendo como mis piernas temblaban con cada piso que avanzábamos, y entonces cuando las puertas se abrieron, aun en contra de mis quejidos me obligo a entrar en aquel apartamento, sentí mis latidos detenerse por un segundo al adentrarme en ese espacioso sitio. Parecía como si hubiera regresado en el tiempo siete años atrás, sin necesidad de hacer mucho esfuerzo, todo estaba en su lugar tal y como lo había dejado la noche del accidente. La cocina estaba impecable, el jardín exterior igual de bonito como en mis recuerdos, la cama con la misma sabana, absolutamente todo impecable.

— ¿Recuerdas?— preguntó pensativo, observando cada rincón al igual que yo.

— Si...

— Todo pareciera que estuviera exactamente en su lugar como siete años atrás, pero si te fijas bien hay dos cosas que no están de la misma forma, los únicos que hemos cambiado somos nosotros. — comento con cierto pesar en su tono de voz, y tenía razón lo único que había cambiado en ese escenario éramos nosotros, él ahora era una persona extraña para mis ojos, alguien con cambios exagerados en su comportamiento, a veces muy feliz a veces y otras más muy cruel, impidiéndome entender sus verdaderas intenciones. Pero yo también era ahora otra persona, vivía feliz gran parte del tiempo excepto cuando él aparecía ante mí, y realmente empezaba a detestarlo, cuando en un pasado lo había amado tanto.

Me jaló en su dirección, llevándome sin miramientos hasta la habitación, la cual aún mantenía el aroma de su perfume masculino, lo que me parecía extraño dado que él debía de vivir en otro lugar con su esposa y su hija. Aquel perfume en los alrededores, invadiendo por completo mis fosas nasales, me hacía pensar que quizás Yoongi iba a allí seguido solo a recordarme, no entendía muy bien porque pero al mirarlo fijamente a los ojos, eso era lo que me decía sin necesidad de palabras.