O24

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Tuvimos que esperar un corto tiempo junto a la parada de autobuses al otro lado de la autopista, gracias al cielo, mi mochila se sentía liviana al no llevar sino la ropa sucia del día anterior, porque de lo contrario me hubiera cansado en cuestión de nada, allí de pie bajo el cielo que empezaba a oscurecerse. Durante todo el trayecto de regreso a casa, me quede profundamente dormido sobre el cómodo hombro de Yoongi, a pesar de haber obtenido el lado de la ventana esta vez, no tuve oportunidad de mirar el paisaje debido a mi agotamiento. Sentía sus dedos acariciar el dorso de mis manos entre sueños coloridos y llenos de vida, que parecían tan reales, como para no creérmelos de entero. Ante mi había un mundo distinto al que conocía, donde vivía sin preocupaciones junto a Yoongi, con nuestros hijos, con mi madre, y los chicos de la casa hogar. No estaba del todo seguro, por qué el escenario era una playa que ni siquiera conocía, dado que nunca había salidos más allá de Cheoghack-dong. Solo podía distinguir que corríamos de un lado a otro en la cálida arena, reíamos y nos tirábamos al suelo entre carcajadas. Era en definitiva un buen sueño, el mejor que había tenido en años, y esperaba algún día cumplirlo, así fuera una pequeña parte.

Llegamos al pueblo entrada la noche, el cielo estaba completamente nublado, ni una estrella se veía, ni menos la luna, los copos de nieve caían a nuestro alrededor con intensidad congelando aún más aquel pequeño lugar. Podía escuchar a la distancia como los habitantes cantaban villancicos, llenando aquel aburrido lugar de vida. Me sentía realmente exhausto, solo quería llegar acostarme en la cama con Yoongi a mi lado y dormir hasta el día siguiente sin interrupciones. Camínanos lentamente por las calles desoladas, íbamos tomados de la mano, la verdad ya no me interesaba lo que dijeran de nosotros, ni menos lo que pensaran. Subimos las escalones del edificio en dirección al tercer piso, pero cuando estábamos a punto de pasar del segundo. Los pasos de Yoongi se detuvieron de sopetón, y me hico frenar igualmente.

- Te tengo una sorpresa. - anuncio mirándome temeroso de mi reacción.

- ¿Qué clase de "sorpresa"? - inquirí levantando una de mis cejas mientras me cruzaba de brazos demandante.

- Deja que te cubra los ojos, y así te pueda guiar.

Termine accediendo a su absurda idea; ya que se veía demasiado nervioso, como nunca antes, así que me deje hacer sin quejarme. Subí con torpeza escalón por escalón, su voz me daba indicaciones al oído y a veces ante mi incompetencia al intentar subir a ciegas terminábamos riéndonos a carcajadas. Intentaba adivinar sin mucho éxito lo que me tenía preparado y como había logrado hacerlo sin haber podido estar allí, ¿quizás Taeyeon y Yoona le habían echado una mano? ¿El jefe? No estaba del todo seguro de ello. Nos detuvimos en lo que me pareció el tercer piso, pero entonces algo cambio en el feliz ambiente, sentí una mirada asesina sobre nosotros, la voz de Yoongi se disipo de golpe, para ser remplazada por el carraspeo de una mujer a la distancia.

- Mamá. - susurro Yoongi anonadado con verla. - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?

- ¿Mamá? - repetí quitando sus manos violentamente, para encontrarme con una elegante mujer de cabellos castaños rojizos peinados de una manera extravagante, como sus ropas pomposas y de colores neutros. Esta se me quedo viendo con sus frívolos ojos verdes, unos que de seguro me hubieran mandado a la tumba en ese momento, si lo intentara.

- Jimin, ella es mi madre. - dijo Yoongi con cierta incomodidad en su tono de voz. - DaRium

De inmediato, sentí que mi estómago se llenaba de un vacío indescriptible, como si estuviera desde un lugar muy alto mirando hacia al precipicio. Esa horrible sensación la experimentaba al ver a Hwang DaRium, una mujer imponente, sobreprotectora y grosera, que se creía más que las personas solo porque tener montones de dinero en su cuenta bancaria. Extendí temeroso una de mis manos, avergonzado de no estar presentable para semejante ocasión, pero aquella odiosa mujer me miro de arriba abajo con desprecio, e ignorando por completo mi fallido intento de presentarme con amabilidad le informo a su único hijo la grave noticia:

- Tu padre ha muerto. - soltó sin un rastro de tristeza en su impenetrable expresión, o quizás el Botox ya le había afectado tanto el rostro, que ni gestos podía hacer. Al escucharla lance mi mirada estupefacta a YoonGi, quien se mantenía serio como si aquello no le doliera en absoluto. - Es hora de que dejes de perder tu valioso tiempo en este estúpido pueblo, jugando a hacer el tonto, y tomes la responsabilidad que te pertenece.

- ¡No voy a volver sin JiMin!

- ¿Por qué lo llevarías contigo? - rio Darium cruzándose de brazos, irritada con la resistencia de su hijo a marcharse de Cheonghack-Dong. - ¿Acaso que es este mugroso chico para ti?

- ¡Es mi novio!

- ¿Tu novio?

- Yoongi...- farfulle alarmado de ser el motivo de una discusión familiar, lo tome del brazo llamando su atención en el acto, y ya con su vista sobre mí; negué con la cabeza esperanzado de que se detuviera.

- ¿Te has vuelto loco? - bufo Darium echando chispas por los ojos, ante la cercanía que compartíamos.

- Sin él, no pondré un pie fuera de este pueblo. - sentencio Yoongi manteniéndole la mirada con la misa firmeza con la que ella lo hacía.

- Bien, has lo que quieras... - suspiro su madre desinteresada de seguir dándole vueltas al asunto, se encogió de hombros indiferente con la decisión que tomara su hijo. Camino en nuestra dirección haciendo resonar sus tacones por todo el edifico, y se detuvo hombro a hombro de Yoongi, -el cual le llevaba uno centímetros de ventaja- para poder decirle: - Pero espero que seas tú quien le diga. - sonrió de forma sínica, mientras me miraba con un repudio que nunca había creído que una persona pudiera transmitir. Me quede petrificado observando cómo se marchaba a esperarnos en las escaleras, mientras mis pensamientos se revolvían totalmente.

- ¿Qué me digas que cosa? - pregunte sintiendo el sudor helado recorrer mi espalda, aterrorizado de que fuese algo tan malo como lo imaginaba. Yoongi tenía su rostro bañado en la rabia, sin embargo, al escucharme su expresión palideció, estaba a punto de abrir su boca para contestarme, pero su madre se le adelanto.

- ¿Podríamos irnos ya?

- ¿Ya? - refunfuño Yoongi apretando sus manos en puños, impotente por no poder llevarle la contraria a Darium. - ¡No hemos hecho maletas! ¡Ni nada, mamá!

- Todo lo que necesitan lo puedes comprar allá. - comento en calma, como si no fuera la gran cosa despilfarrar dinero de tal manera. - Apresúrate, debemos llegar a Seul pronto, ya que el entierro de tu padre será mañana a primer ahora.

- Jimin, te prometo que te lo contare absolutamente todo sin falta al llegar a la ciudad, porque no creo que ahora sea el momento adecuado.

Asentí sin más opciones de por medio, no podía presionarlo a que me lo dijera, pero por primera vez en mi vida la curiosidad comenzaba a matarme lentamente, por mucho que intentara no darle mucha importancia, algo en mi interior me decía que eso que deberíamos hablar parecía demasiado serio, como para tomarlo a la ligera. Tenía el espeluznante presentimiento, de que era algo que nos cambiaría la vida de la peor forma.

UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang