『038』

2.5K 402 94
                                    

Maratón 1/5

— Doctor Park, ¿Podría volver a su asiento por favor? — farfullo ese hombre, al ver que yo no daba señales de querer pararme de allí. La mayoría de los que me rodeaban, me lanzaron miradas cargadas de mofa, y algunos entre risas se cuchicheaban cosas. Parecía como si él adrede hubiera hecho ese comentario para simplemente dejarme en ridículo, pero ya no había nada que me hiciera más daño que tenerlo delante de mí, guapo y radiante como solía ser, salvo que algo en su expresión me decía que no era el mismo, que había cambiado drásticamente con el pasar de los años.

Sentí mis piernas temblar al intentar ponerme en pie, y mi corazón removerse descontrolado en mi interior, estaba a solo unos pasos de mí, vivo como cualquiera de nosotros, serio y distante, pero igual de guapo como cuando lo conocí por primera vez, no tenía un una cana en su cabello, y alguna sutil arruga se asomaba en sus ojos cuando mantenía esa forzada sonrisa socarrona. ¿Estaba alucinando, cierto? ¿Todos estaban viendo lo mismo que yo? Caminé casi arrastrando los pies en dirección a mi puesto, bajo las miradas de disgusto de todos los presentes, sin poderlo siquiera soportar, debido a que mi cabeza comenzaba a dar vertiginosas vueltas, ande con torpeza asía la salida de esa fiesta, mientras aquel hombre que creía muerto daba su discurso.

Creí por un momento que colapsaría en medio del pasillo, dado que ni respirar podía por mi propia cuenta, mis pulmones comenzaban a pasarme factura a falta del oxígeno que no lograba alcanzar, me apoyé mareado como nunca antes sobre la pared, pero mi cuerpo se tambaleo en dirección al piso, de no ser por Jiwon que me había seguido alarmada con mi actitud, habría terminado cayendo de bruces.

— ¿A dónde vas, Jimin?— gruño ayudándome a incorporar con sus delicadas manos.

— Necesito lavarme la cara... — balbucí en un hilo de voz, limpiándome el sudor helado de mi frente con la manga de mi chaqueta. —Esto se está pasando de la raya, mi cerebro me está haciendo una mala broma de nuevo.

— Jimin. — susurro nerviosa de verme en ese estado. —¿El realmente es ese, Yoongi?

La observé estupefacto de que hubiera deducido tan rápido las cosas, como si leyera mi mente, pero no era de extrañar dado que era mi consejera, y la persona que más me conocía después de yo mismo. Apreté con fuerza aquel anillo en mi mano, sintiendo como mis uñas se clavaban en la palma causándome un intenso dolor.

— Yo no lo sé. — conteste mientras mis ojos se nublaban por las lágrimas. —Estoy realmente confundido, déjame solo unos minutos, por favor.

— Esta bien, no te demores mucho, si necesitas algo avísame.

— Gracias.

Ella un poco insegura de ello, fue liberándome de su agarre lentamente, dándome la libertad que necesitaba para tranquilizarme. Me metí en el baño, donde me solté un poco aquel nudo en la corbata a la espera de poner respirar más cómodamente, sentía mis manos temblar y mi rostro palidecer con cada segundo que pasaba, abrí la llave del lavamanos y me empape el rostro con agua helada, sin embargo, los intensos deseos de vomitar se asomaban vertiginosos por todo mi cuerpo. Sin poderme contener más, me tendí en uno de los tanos cubículos libres, a dejar que todo saliera. Estaba en un estado de shock, en el que mis pensamientos se enredaban junto con los recuerdos, ¿Había sido engañado? ¿Había vivido una mentira por siete años? ¿Había caído como un idiota en una de las tantas trampas de Hwang DaRium? Bajé la cadena, cuando me sentí mucho mejor, ande fuera del cubículo encontrándome con Yoongi lavándose las manos fresco como una lechuga, como si verme allí no fuera la gran cosa, como si le diera lo mismo, o eso quería hacerme creer.

UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora