UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.

『049』

Maratón 3/6

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Al escuchar aquella noticia toda calentura pasó a un segundo plano, nos pusimos veloces como un rayo las ropas que nos habíamos logrado quitar, y antes de partir al exterior, aquel estúpido chico me había plantado un dulce beso en los labios, sacándome una sonrisa ante sus acciones tiernas. Caminé apresurado con Yoongi pisándome los talones en dirección a la sala de urgencias, en donde al llegar me encontré con aquella niña sin color en el rostro, estaba tendida en una camilla con Hyunah tomándola de la mano de pie a su lado. Aquella mujer seguía siendo igual de hermosa a como la recordaba, llevaba ropas tan extravagantes y brillantes que le sentaban tan bien que parecía una modelo, sacada de una revista de moda. Ella al verme llegar con Yoongi se quedó petrificada, casi sin saber muy bien que decir, después de todo no se hubiera imaginado ni en un millón de años que algún día volveríamos a reencontrarnos todos en esa clase de situación.

- ¿Qué le ha sucedido? - le pregunté a la rubia quien se había quedado observándome estupefacta como si hubiera visto el fantasma más horrible de toda su jodida vida. Me planté junto a la camilla con la enfermera Kim y uno que otro interno a mis espaldas, poniéndome aún más tenso de lo que ya me encontraba.

- Se ha desmayado en casa, no importa cuánto la llame no reacciona. - contesto en un hilo de voz al ver como tomaba la muñeca de la pequeña niña para tomar su pulso, ignorando la forma en que esa mujer se tiraba teatralmente a los brazos de Yoongi, para que la consolase en su preocupación, sin embargo, este se limitó solo a mirarme mientras producía a ayudar a su hija. -¿Es algo grave, cariño?

- Ya nos dirá el doctor Park. - murmuró Yoongi inexpresivo.

Tome su temperatura, -ya que estaba más caliente de lo normal al tocar su frente con una de mis manos- tenía casi 39°. ¿Cómo era posible que su madre no se diera cuenta antes de ello? Me acerqué un poco a su rostro escuchando su respiración, la cual era demasiado leve casi fatigada, como sus tenues latidos. Le di las indicaciones necesarias a la enfermera Kim para aplicar los medicamentos a través de vía intravenosa, y procedí a hacer las preguntas para por lo menos dar un diagnóstico aún más acertado, aunque ya lo tenía muy claro en mi mente, al igual que muchas cosas sobre esa mujer frente a mí.

- ¿Qué tanto ha dormido su hija?

- No lo sé, su niñera es la que se encarga de ella; ya que estoy muy ocupada en mi trabajo. - respondió con su mirada frívola clavada en mi expresión firme, y tras cruzarme de brazos al escucharla, se encogió de hombros como si le diera exactamente lo mismo.

- ¿Qué tanto ha estado comiendo en estos últimos días?

- No lo sé...

- ¿Es alérgica a algo?

- Creo que no... - farfullo pensativa, sacándome de mis casillas instantáneamente.

- ¡¿Qué clase de madre eres si no sabes lo básico de tu hija?! - gruñí exasperado con sus contestaciones tan simples, como si no quisiera poner de su parte para salir de ello de una buena vez, o quizás simplemente no sabía nada en absoluto, tal y como me decía.

- ¡¿Quién te crees tú para gritarme?! - chillo con sus ojos abiertos como platos, dispuesta a lanzarse a agredirme en cualquier momento, no obstante, Yoongi la tomo entre sus brazos controlando que hiciera algún espectáculo innecesario, bajo la mirada de todos los allí presentes, quien ya comenzaban a cuchichearse cosas.