CAP. 2.- INSOMNIO Y MAÑANAS EXTRAÑAS

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CAP. 2.- INSOMNIO Y MAÑANAS EXTRAÑAS

Soarin giró, se acomodó, se desacomodo, se volvió a acomodar, se revolcó en su cama pero aun así no podía dormir. Todo el día había estado pensando en algo que la Capitana Dash le había dicho ese día:

"No sé qué me traerá el futuro. Pero sí sé qué es por lo que lucho ahora, qué es lo que defiendo y a qué le entrego mi vida y mi juventud"

Esas palabras sonaban en su cabeza una y otra vez. Dash tenía una razón más grande para pelear que solo defender a su nación, su hogar. Pero no dio ninguna pista de que fuera. Solo había hablado con ella una vez y ya estaba desconcertado de qué era lo que la impulsaba.

"No me arrepiento de las decisiones que tomé en el pasado"

¿Decisiones? ¿Qué decisiones? Algo había en el pasado de esa yegua que la había llevado a hacer algo terrible o a cambiar por completo...

Oh sí, eso...

La foto.

No podía quitar de su cabeza la imagen en esa foto. Esa yegua parecía feliz, abierta, confiada y alegre. La yegua con la que había hablado era seria, cerrada, cuidadosa y fría.

Tenía la impresión de que esa yegua, esa yegua de melena multicolor, tenía algo que él podría hacer por ella.

Desde que la vio supo que era especial. Que no había conocido ni conocería nadie como ella. La guerra había dejado cicatrices, ¿y qué? Todos tenían algo de que arrepentirse.

Acomodó su cabeza en la almohada para poder dormir, cerró los ojos... Y una imagen de Dash se filtró en su mente. Abrió los ojos de inmediato.

No, había algo raro en él...

Algo que tenía que ver con esa yegua en particular. De repente sintió el deseo de saber que estaba haciendo ella en ese momento, pero eso no era común en él...

Trató de e quitarla de su mente, pero falló miserablemente. Decidió que mejor solo aceptaba que pensaba en ella y se fuera a dormir. Cerró los ojos y se recostó. Imágenes de Dash aparecieron, primero de la Dash de la foto, saltando y revoloteando felizmente. Luego de la Dash que había conocido, caminando erguida con su aire militar, su peculiar corte y todo lo que incluía ello.

Qué yegua, pero por alguna razón le gustaba más la que había conocido esa mañana.

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La luz de la mañana se filtraba por una pequeña rendija en su carpa. Soarin frunció el ceño cuando los primeros rayos de sol impactaron directamente en sus ojos. Eran alrededor de las 5:45 a.m y parecía que todo el mundo estaba de pie. Con esto en mente, y a la vez siguiendo una rutina que había mantenido por años, se levantó de la cama y estrechó sus alas para que no se agarroten. Después salió, firme a pesar de aun estar somnoliento por la mala noche, y se dirigió a las duchas.

Ahora bien, estas estaban en una parte apartada del campamento, cerca de un lago que les proveía agua. Cuando Soarin pregunto por qué no estaban más cerca, le dijeron que, debido a que estaban constantemente trasladándose y debían sacar el equipo y volver a instalarlo una y otra vez, así que un sistema sencillo que llevara el agua a corta distancia y fuera transportable fue lo que Master Key, su ingeniero, les había sugerido.

El lugar en sí no era más que un lago grande (grande para la zona desértica) y un edifico de tamaño mediano donde estaban las duchas, una puerta con duchas de caballeros y damas. Atrás del edificio había algunos tubos que terminaban en el lago "El sistema 'sencillo' ah de ser" pensó "Pero eso no se ve nada sencillo".

Heridas del Pasadoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن