CAP. 37.- AVALANCHA

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CAP. 37.- AVALANCHA

Un montón de cosas pasaban por su cabeza.

La principal era que ella no se movía. Rogaba a todo lo divino que se levantara y volviera a volar, que se lanzara a la batalla de nuevo.

Podía sentir las lágrimas en los ojos cuando no lo hizo.

No se podía orientar bien. La cabeza le daba vueltas. Podía sentir un chorro de sangre caerle por la frente y se preguntó cómo demonios se había cortado la frente.

Esa era la segunda cuestión. No estaba completamente roto, pero le dolía mucho la espalda. El dolor recorría su cuerpo entero y Soarin se preguntó cuántos baños de hielo debería tomar para librarse de él.

Seis o siete, por lo menos. Él odia los baños de hielo.

Y eso si salía vivo de esta...

Pero eso no era lo importante ahora.

Tercera cuestión: ¿Vendría de vuelta Blackout? ¿Daría por sentado que los había matado?

Soarin intentó levantarse y dar pelea. Con esfuerzos lo logró. Sus alas habían sufrido daño en el impacto contra la pared rocosa, pero todavía funcionaban.

Hasta su último aliento. Por él. Por sus amigos. Por Equestria.

Por Dash...

Se puso de pie con tambaleos y escuchó el galopar de pasos que venían en su dirección.

Miró instintivamente en dirección del galopar, listo para atacar de inmediato aunque tuviera que hacerlo con una sola pata.

Se relajó un poco al reconocer a Applejack, galopando hacia él dispuesta a ayudar. No usaba su casco y tenía varias heridas en el rostro. Un moretón en la mejilla y raspaduras por todos lados.

Applejack le ayudó a sostenerse sin una palabra. Solo hizo una pregunta:

"¿Dónde está la Capitana Dash?"

Soarin extendió sus alas para estabilizarse e hizo un gesto hacia la yegua tendida en el piso mientras una lágrima corría por su mejilla. El casco lo ocultó de Applejack, quien miró horrorizada a la yegua de melena multicolor.

"No... puede ser..."

Soarin miró alrededor y lo hizo justo a tiempo.

Blackout estaba de camino hacia ellos. Iba más lento que antes, probablemente por el uso de su cristal estaba algo cansado.

Soarin obligó a Applejack a mirar hacia a Blackout. Applejack abrió los ojos como platos y miró alrededor y sus ojos se posaron sobre la pared rocosa.

"¡Tengo una idea!" clamó.

"¿Cuál?" preguntó Soarin con urgencia.

"¡Usted solo tráigalo!" dijo corriendo hacia la pared rocosa "Y manténgalo en la base de esta pared"

Soarin aleteó, con esfuerzo, pero logró volar. Se preparó para recibir a Blackout.

No había tiempo que perder. Blackout no se estaba conteniendo ni deteniendo. Seguía adelante y se acercaba cada vez más.

Pero antes de estar lo suficientemente cerca de Soarin como para que este lo tocara, se detuvo.

Miró al piso, a la yegua que estaba inerte en este, tendida en su costado. Dash yacía allí, inmóvil. Una sonrisa malévola se plantó en su hocico.

"Perfecto, no fue de la manera que me habría gustado, pero sirvió"

Soarin podía sentir la ira en sus venas.

Heridas del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora