CAP. 22.- CAOS ROEDOR

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CAP. 22.- CAOS ROEDOR

La siguiente semana transcurrió con calma... Al menos para Soarin.

Tras la llegada del resto del escuadrón 6.B, y con la ayuda de las pastillas regaladas por Firefly, Soarin recuperó el sueño. Poco a poco, sus ojeras fueron volviéndose menos visible y su rostro ya no tenía le misma expresión cansada y pesada que antes de las milagrosas capsulas. Con la ayuda de Celestia, recuperaría el sueño naturalmente dentro de poco y no se volvería dependiente de esas pastillas. Por ahora, eran una solución.

Para momentos desesperados, medidas desesperadas...

Otra cuestión que le quitó el sueño los dos primeros días fue la preocupación de que el escuadrón 14.C y el 6.B no se llevaran bien. Pero eso fue totalmente descartado por sí mismo. Los soldados del escuadrón 14.C demostraron ser muy amigables y no les tomó mucho para adaptarse a la presencia de los nuevos. Tampoco les tomó mucho forjar amistades.

Un golpe bajo para el estrés, yay...

Otra carga levantada de sus hombros fue el alivio cuando Diamond se sanó por completo. Firefly le dio el visto bueno para que vuelva a su rutina. Claro, le recomendaron ir despacio y con cuidado, volviendo a la actividad poco a poco y no de golpe. De todos modos, haber estado en una cama alrededor de dos semanas sin duda oxidó un poco al corcel blanco.

Pero se recuperaba, eso era en sí un alivio. Soarin se sentía cada vez más calmado y ya no sufría de hombros tensos y adoloridos. El estrés se acumula mucho en esa área. El resto de heridos de gravedad de su escuadrón ya estaba de pie de nuevo y listos para la batalla.

Master Key, Rusty Wrench y Doctor Hooves se llevaban bien. Ambos equipos de trabajo se habían acoplado y trabajaban el doble de rápido y con mayor eficiencia. Rusty seguido elogiaba a Key por sus brillantes ideas y por lo bien que llevaba todo en el Taller. Key seguido respondía diciendo que no era nada y que solo hacia su trabajo. Él era demasiado modesto por su propio bien.

Zecora, Bella Brella, así como el resto de las enfermeras que formaban parte del equipo de enfermaras del escuadrón 6.B se habían adaptado muy rápido y gradecían la presencia femenina. Habían pasado suficiente tiempo entre corceles. El grupo era considerablemente pequeño comparado con el equipo de Firefly, pero eran tan eficientes como Firefly, Sweet Heart, Red Heart, Snow Heart y las demás. Además Zecora, una cebra con la costumbre de hablar rimando, tenía un montón de tónicos que hacía con frutos y hierbas que ayudaban a sanarlos rápido. La gran mayoría no tienen un sabor muy agradable, pero si los sanaba estaban más que bien. Al menos ellas eran todas yeguas, en algunos escuadrones había enfermeros en vez de enfermeras.

Según lo que Sugar Belle le había dicho, en la cocina todo iba bien, también llevándose bien rápidamente con el resto.

Para Dash, las cosas fueron tranquilas... Y eso la inquietaba.

La semana estuvo casi totalmente pacífica. No es como si fueran atacados cada día y sin parar, pero venían al menos una vez a la semana. Si no aparecían para entonces, algo iba mal.

El yeso en su ala había sido removido solo unos días antes, ahora casi completamente sanada del último golpe. Aun así, Firefly le ordenó no quitarse la ortopedia "Solo por precaución". Como siempre, le había dicho que tuviera cuidado con el vuelo. Esa parte la dijo girando los ojos, pues sabía que Dash no escucharía.

Su cuerpo había perdido todo rastro de entumecimiento o dolor. Su pata derecha trasera, que había recibido un golpe en la batalla contra Blackout, ya no daba batalla para nada y volvía a moverse con libertad.

Heridas del PasadoOnde histórias criam vida. Descubra agora