CAP. 49.- 4 HORAS

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4 horas hasta el enfrentamiento.

~~~

Había tantos factores que podían salir mal.

El principal: Muerte.

Muerte. Muerte. Muerte...

Esa palabra se repetía una y otra vez en su cabeza. Vueltas y vueltas. Sin parar.

"¿Rainbow Dash?"

La yegua en cuestión despertó de su trance. Lo primero que vio fue obvio: Su reflejo en el espejo. Y luego, breves segundos después, el de su madre, con su caja de primeros auxilios entre sus cascos.

Sus ojos vagaron a su ala izquierda, que estaba desprovista de la ortopedia. Luego, subieron a su hombro derecho, desnudo, dejando a la vista esa larga cicatriz que ocultaba bajo el uniforme.

¿Qué había sucedido ahí? Algo relacionado una cuchilla, también Blackout si no se equivocaba.

"Rainbow Dash"

El tono firme pero amoroso la sobresaltó. Había estado todo el rato con la mente ida, divagando, pensando en todo lo que había planificado.

Plan de acción A, plan de acción B...

"¿Sí?" respondió por fin.

Firefly se le acercó más, pasándole un brazo sobre los hombros "Prométeme que te cuidarás"

Dash ladeó la cabeza. No era un gesto en realidad, era una mera acción por querer hacer algo. La ladeó de nuevo, de lado a lado, y poco a poco se volvió un balanceo. Tenía la mirada perdida, en un punto en blanco sin definir.

Había tantas cosas...

Poco se había podido concentrar desde que despertó, cubierta por dos mantas en lugar de una. Sentía un cálido contacto invisible en la espalda y sobre su costado, pero parecía ser solo un recuerdo vago, uno que ella en realidad no podía descifrar. Era realmente temprano cuando despertó y una suave nevada estaba cayendo. Un manto blanco ya estaba presente afuera y apenas pasaron unos minutos antes de que los diminutos copos dejaran de caer. Debía haber estado nevando por horas antes de eso.

Se había ido a desarrollar sus primeras tareas de día. Ya le había informado a Pinkie todo lo que necesitaba que hiciera para esa mañana, así que estaba tranquila mientras avanzaba por el campamento a tempranas horas del día. No había nadie afuera...

Las yeguas estaban despiertas en sus barracas y las acompañaban los corceles de su escuadrón. Había calculado todo. Los necesitaba a todos allí, pero no podía dejar que el escuadrón 6.B se enterara de esta reunión clandestina.

Soarin... Él no podía saber nada...

Por fin despertó nuevamente. Lo que había pasado después había sido decisivo y también estaba hecho sin remedios. Sus soldados tenían órdenes claras y nadie se atrevería a desobedecerle. Tenían que cumplir con su papel mientras ella se encargaba de lo propio. Nada más, nada menos.

Firefly la estaba mirando por el reflejo, esperando su respuesta con su infinita paciencia.

"Es hora de que me prepare"

~~~

Cuando estuvo muy seguro de que no iba a vomitar, Soarin salió de su tienda y se fue a reunir con el resto de soldados. No tenía nada en el estómago, pero supuso que era mejor así. Algo le decía que probablemente vomitaría más tarde.

Caminó todo lo tranquilo que pudo por el campamento. Se sorprendió al ver a algunos ponies jugando con la nieve. Incluso se enfadó un poco ¿Qué creían que hacía? No era tiempo de bromas y juegos. Era un día importante. Era crucial que todos estuvieran alertas

Heridas del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora