CAP. 76.- ¿A QUÉ LE TEMES?

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Por un momento, todo era un oscuro vacío. Sus oídos todavía captaban los gritos de la batalla y el olor a sangre y muerte todavía llegaba a sus fosas nasales, pero nada más. Su cuerpo estaba adormecido. Sus alas colgaban flojas a ambos lados de ella, y no tenía control de sus extremidades.

En un santiamén, ya no sabía dónde estaba.

No le tomó mucho averiguarlo.

El suelo era árido a su alrededor, el viento seco, y el cielo estaba teñido de naranja cobrizo. No le recordaba a nada, pero, a la vez, le recordaba a todo. Estaba sola, confundida. El viento hacía que su melena, que por alguna razón era larga ahora, ondeara en el viento.

Y luego surgió la caja de magia negra frente a ella, y se quedó sin aliento.

"¿Padre...?"

Su padre, Rainbow Blaze, estaba de hecho dentro de la caja, pero no volteó a mirarla cuando ella lo llamó.

"¡Padre!" gritó Dash, corriendo hacia la caja. Intentó tocarla, pero esta, como era de esperarse, le quemó los cascos. Dash retrocedió, horrorizada, y volvió a mirar hacia su padre, que ya no estaba igual. Se le trabó el oxígeno en la garganta.

Ahora su padre estaba muy malherido y yacía en el suelo arenoso, con una daga clavada en su corazón. Dash golpeó la caja con fuerza, ya sin importarle las quemaduras. Las lágrimas vinieron solas.

Blackout se cernía sobre su agonizante padre. Dash vio el momento en el que el costado del corcel dejó de subir y bajar con su respiración y Dash gritó.

No otra vez.

No esto de nuevo.

"¡Déjalo!"

Dash giró la cabeza hacia la derecha, y se quedó horrorizada al ver a Limestone y Marble correr a todo galope hacia Blackout, quien las miró con una sonrisa siniestra. Dash golpeó la caja más fuerte.

"¡NO! ¡NO! ¡No las hieras! ¡Por favor! ¡Déjalas en paz!" Dash suplicó, pero fue inútil. Las hermanas se abalanzaron hacia Blackout, pero no le tomó mucho al corcel haber herido de muerte a las dos. A Limestone, en el pecho. A Marble, en la nuca. Las dos cayeron inertes al suelo cerca de su padre.

Blackout se volteó y atrapó a Thunderlane, quien lo había tratado de atacar desde atrás, y pronto el corcel sufrió la misma suerte que su padre y las hermanas.

Dash presionó su cabeza con ambos cascos. Feas quemaduras ahora adornaban sus brazos, pero no le importaba. Cada muerte se repetía en su mente como la acababa de presenciar y como había sucedido en realidad.

Podía ver a Limestone y Marble saltando a proteger a sus otras dos hermanas y a Dash, y morir en el intento.

A Thunderlane siendo apuñalado frente a Dash, aterrado y desesperanzado.

A su padre...

Su padre...

"¡Limestone!"

"¡Marble!"

Dash levantó la cabeza. Las dos nuevas voces eran Maud y Pinkie, furiosas, corriendo hacia Blackout dispuestas a vengar a sus hermanas.

Dash volvió a gritar.

"¡MAUD! ¡MAUD!" trató "¡PINKIE! ¡PINKIE! ¡PAREN! ¡NO!"

Pero también fue inútil.

Blackout agarró primero a Maud, y la tiró al suelo con fuerza. La yegua aterrizó sobre su cabeza y Dash casi vomitó al escuchar un enfermizo crack del cuello de Maud. No se volvió al levantar. Pinkie saltó a la espalda de Blackout y trató de ahogarlo, pero Blackout la agarró de la melena y la llevó frente a él. La sujetó contra sí mientras ella trataba de librarse y torció la cabeza de Pinkie de una forma muy, muy perturbadora.

Heridas del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora