Sangre, acero y d'rkstyl. Parte II

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-¡K'aja suro akhome!- el insulto intraducible del saxlish y que hacía referencia a "deshonrar" a todas las mujeres de la familia de quien lo recibía, escapó sonoro de los labios de Lnz Zeal't mientras despedía al mensajero que le acababa de entregar un informe de los observadores.

-¿Qué ocurre, Lnz, cariño?-

Mrrgan T'Fä, dueña de destinos y vidas en Fälant, había llegado apenas la noche anterior, procedente de Avalouhn vía Coeur Rouge, para estar presente en la ansiada derrota de Guudercoenyg y la caída de Thrauumlänt.

-Un pequeño contratiempo, mi señora, los D'ltax que había enviado al este para tratar de flanquear a Guudercoenyg fueron derrotados por la caballería de Seegfrïdsigrd-

Un destello de ira relampagueó en los ojos de violeta profundo de la Leannan Sidhé, quien reposaba, lánguida, en un palanquín de ébano rodeado por suaves cortinajes de gasa carmesí, a lomos de una extraña criatura cuadrúpeda, de patas como postes, enormes orejas y largos colmillos retorcidos que salían de los lados de una flexible trompa, todo ello fabricado en acero, plata y d'rkstyl y animado por la magia y la voluntad de la reina.

-Son una total vergüenza para la Casa del Kraken, por lo menos espero que tengas la decencia de diezmar a toda esa tropa, general- espetó la reina mientras jugueteaba con varias piezas de d'rkstyl que hacía levitar sobre su mano izquierda.

-Así será, mi señora, cuando termine esto- respondió Zeal't con cierto tono de fastidio, mientras enfocaba la mirada en el campo de batalla frente a él, donde la infantería thrauumner parecía huir en pánico.

-¡Por los huevos de GRYMM, ¿qué ese viejo maldito no se cansa?!- fue lo único que el Primer Fiana murmuró al ver que, tal como lo esperaba, los defensores no habían corrido ni 50 metros, cuando frenaron en seco para enfrentar al par de millares de R'nyerx que habían salido en feroz persecución

Tomadas por sorpresa ante la repentina maniobra del ejército rival, las R'nyerx fueron casi aniquiladas, sólo medio millar sobrevivió a la repentina embestida del enemigo y tuvieron que retirarse detrás de la formación de D'ltax, la cual, por su parte, estaba comenzando a adoptar una extraña forma combada, debido a que el centro se había adelantado demasiado persiguiendo al rival, mientras sus extremos seguían firmemente anclados, trabados en fiero combate con la caballería thrauumner, que a duras penas conseguía mantener su terreno.

-¿Y no crees que ya es tiempo de terminar con esta farsa?- preguntó la reina con voz melosa, pero con diminutos arcos de energía mágica surcando las incrustaciones de d'rksyl que formaban aquel patrón fractal en sus manos.

-Es mejor esperar a que se le acaben las sorpresas al rey, mi Dama, nuestras líneas están resistiendo y...-

-¡Tonterías, general!- espetó la reina -el vejete ya vació su costal de mañas ¡Asalto total!-

Zeal't suspiró pesadamente, sin dejar de observar el campo de batalla, tratando de deducir las consecuencias de aquella orden, mientras, a su lado, la reina había clavado los ojos en él y la "criatura" debajo de ella se agitaba nerviosa. Inspirada en los sueños en que la reina, ocasionalmente, exploraba distintos planos de existencia, la bestia de metal respondía instantáneamente ante el menor cambio de humor de su creadora.

-Con todo respeto, mi Dama, no...-

-Un "pero" más, soldado- dijo la reina con voz tan tensa como la urdimbre de un telar -y esa armadura se va a convertir en alambres que voy a meter por cada rincón y cada recoveco de tus venas, ¿entendido?-

Ignorando la burlona sonrisa de Thiry Ztn, quien dirigía la escolta de la reina, Lnz maldijo la hora en que Mrrgan T'Fä había decidido seguirlo y no solo porque ahora tenía que doblegar su bien pensada estrategia a los caprichos de su señora, sino porque había tenido que sustraer valiosos efectivos del campo de batalla, como el propio Ztn, Wallach Gwahein y Erekh T'Laq, para resguardar a la reina, quien, extrañamente, viajaba sin sus eternas guardaespaldas, Zno' Hwuait y Rowz Krmson, a quienes había enviado a una "misión especial".

Phantasya. Trinidad de sombrasWhere stories live. Discover now