Parte 22

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― Lauren, ¿estás viva? -preguntó Camila parándose frente a ella.

La artista se había acostado en el banco, mientras esperaba.

― No, he muerto esperando aquí... -respondió secamente. ― ¿Sigue siendo viernes?

― Ha-ha. -replicó Camila.

Lauren se levantó y tomó el par de bolsas de la castaña. ― Uff, ¿Segura que tienes todo lo que necesitas? -preguntó la pelinegra con sarcasmo.

― Bueno, voy a salir, así que,  naturalmente tenía que comprar un par de zapatos para ello... -comenzó Camila.

― Oh, naturalmente... -dijo Lauren con fingido entusiasmo.

― Oh, tú... -dijo Camila dándole un suave codazo en el hombro a su amiga.

― Ya sabes, puedes golpearme todo lo que quieras. -sonrió Lauren mientras andaban por la playa junto a la calle.

― ¡Te encanta! -le devolvió Camila la sonrisa.

Sí tienes razón. Me encantas... -se dijo Lauren a sí misma.

* * * * *

Lauren cepilló un par de pelusas de sus vaqueros. Había decidido ir un poco más allá y vestir como ella sabía. Botas de cuero y vaqueros negros abrían el conjunto, y una chaqueta a medida de cuero negro remataban una camiseta blanca.

― ¿Camz, estás lista? -preguntó mientras llamaba a la puerta de la habitación de Camila.

― Dame sólo unos minutos más. -dijo Camila desde el otro lado de la puerta.

― Te espero abajo entonces. -dijo Lauren mientras se acercaba a las escaleras.

Cuando Camila comenzó a descender las escaleras de la casa en la que Lauren había crecido, la artista supo que nunca podría imaginar nada que se pareciera a lo que estaba viendo como una adolescente. Camila vestía una minifalda blanca y una blusa del mismo color sin mangas. Llevaba una chaqueta de cuero rojo en su mano y zapatos del mismo color.

Lauren se quedó petrificada; se dio cuenta demasiado tarde de que probablemente moverse no era lo más adecuado, considerando que sentía las rodillas inesperadamente débiles y su boca como si la hubieran rellenado de algodón.

Oh, Dios mío. No la puedo llevar a Chancey vistiendo así. ¡Será un escándalo! -pensó la ojiverde.

― Wow. -fue la única expresión de Lauren.

― ¿Voy bien vestida? -preguntó Camila, disfrutando de la reacción de su amiga.

― Estás... impresionante. -dijo Lauren después de una leve pausa. — Oh, esto es para ti. -Lauren se volvió a la mesa tras ella y tomó un ramo de rosas frescas.

― ¡Oh, Stretch¹, es tan bonito! Son preciosas, ¿qué he hecho para merecerlas? -preguntó Camila, respirando el perfume de las flores.

― Bueno, me imagino que si esto es una cita, te las mereces. -sonrió Lauren a su amiga.

― Camila, estás absolutamente preciosa... las dos lo están. -dijo Clara, sujetando a Luna entre sus brazos.

― Clara, estás segura de que no te importa cuidar a Luna, porque si quieres... -comenzó Camila.

― Tonterías. Ustedes vayan y pásenla bien. Sólo recuerden no conducir si beben.

― Está bien mamá, ya he llamado a un taxi. Por prevenir. -Lauren guiñó un ojo a su compañera.

El Amor Es Ciego... (CAMREN)Where stories live. Discover now