Parte 57

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— Hailee Steinfeld. -dijo Hailee con una sonrisa, ofreciendo una mano a la artista. — Así que tú eres Lauren Jauregui. Es como si te conociera. De la revista Arquitectural Digest. -añadió rápidamente con una sonrisita. — Tu trabajo es realmente increíble.

— Gracias. -replicó Lauren.

Camila miró mientras ambas mujeres se enfrentaban silenciosamente. La pequeña castaña se encontró incómoda en medio de su lucha mental.

— Y dime, ¿de qué conoces a Camila? -inquirió Lauren.

— Bueno, la verdad... -comenzó Hailee.

— New York. -finalizó Camila rápidamente. — Por favor... por favor, Hailee, has sido un tesoro, pero ¡puedes simplemente pasar de esto! - pensaba Camila mientras aprovechaba el momento de silencio para acabar el champán de la copa de un largo trago.

— ¿Sedienta? -preguntó Lauren. Señaló con la cabeza la vacía copa.

— De hecho sí. -respondió algo nerviosa la escritora. — ¿Te importaría traerme otra? ¿Por favor? -pidió Camila, Lauren ofreció una sonrisa torcida a la pequeña castaña, después lanzó una mirada a la morena que la observaba con algo parecido a regocijo.

— Sin problema, ahora vuelvo. -dijo, besando la frente de Camila antes de volverse.

— Tienes razón, nos parecemos. -rió Hailee una vez Lauren estaba fuera de vista.

— Mira, Hailee... -comenzó Camila, pero fue interrumpida por Hailee.

— Camila, no he venido aquí para echar lo tuyo a perder. Parece que finalmente has conseguido a tu artista, ¿eh? -comentó la prostituta. Camila sonrió a modo de respuesta y afirmó con la cabeza. — Bien. -Hailee se inclinó y dio un tierno beso en la mejilla de Camila. — Te mereces cada pedacito de felicidad que este mundo pueda ofrecerte, mi pequeña amiga. Debo admitirlo, lamentaré no volver a verte.

— Nunca digas nunca. -reflexionó Camila.


— Oh, he visto la mirada de ella. Tu número está definitivamente borrado. Cuídate, Camila. -dijo Hailee, riendo mientras se volvía para encontrar a su cliente en medio de la muchedumbre.

— ¿Está bien si vuelvo ya? No vas a trincarte otra copa de champán sólo para deshacerte de mí? -preguntó Lauren en broma.


— Muy graciosa. -dijo Camila, aceptando la copa que la artista tenía sujeta.


— Vale. ¿Quién es realmente? -preguntó Lauren.

— Una... amiga. -respondió Camila tan sinceramente como podía.

— Mmm hmmm. -dijo Lauren tomando un sorbo de su propia copa. — ¿Estaba tu amiga disgustada con que no puedas volver a dormir con ella? -Camila sonrió y sacudió la cabeza.

— Lo sabes todo, ¿verdad?

— Cariño… -le sonrió la mujer más alta — hemos tenido vidas separadas durante quince años. Estamos obligadas a cruzarnos con viejas amantes ocasionalmente... tuyas y mías. -añadió. Camila levantó una ceja mientras salían de la estancia.

— No te preocupes. -dijo Lauren con un guiño. — Ninguna de las mías está esta noche aquí. No creo que a ninguna de ellas les gustara lo suficiente. Pero, ¿de dónde la conoces? -preguntó Lauren tras pensárselo.

Camila deslizó un brazo alrededor de la cintura de su amor y le dio un tierno abrazo.

— Te contaré toda la historia cuando lleguemos a casa.

— Trato hecho. -dijo Lauren con un rápido beso en la coronilla de la mujer más pequeña. — Vamos.

— ¿A dónde vamos? -preguntó Camila.

— Hay gente a la que alardearte. -rió Lauren mientras se dirigían hacia Allyson y sus amigos del grupo.



* * * * *



— Dime, ¿qué piensas? -preguntó Lauren a Luna mientras estaban tranquilamente en el exterior, tomándose un descanso del ruido de la atmósfera de la fiesta de dentro.

— Creo que no puedo esperar a ganar medio millón de dólares haciendo algo que adoro hacer. -respondió con una sonrisa.

Lauren sonrió a la joven.

— Bueno, el precio me permite hacer lo que adoro hacer.


— ¿Puedo cambiar de tema, Lolo?


— Por supuesto. ¿Qué te ronda la cabeza?

— ¿Le vas a pedir a mamá que se venga a vivir aquí?. -preguntó Luna lo más rotundamente posible.


Lauren la miró como su hubiera sido golpeada en la cabeza por su lado ciego.


— Bueno, yo... ummm, supongo que he asumido que ella... quiero decir, que ella no querría y...


— ¡Oh, no puedo creerlo! No pienso hacerlo de nuevo... -Luna comenzó a dar vueltas frente a la artista y los ojos de Lauren se abrieron ligeramente ante la reacción de la joven. — Quince años... ¡Ustedes dos son de record guiness! No me puedo creer que no hayan aprendido nada de todo esto. Ambas se quedan calladas como tumbas y piensan saber lo que la otra piensa, pero ¡no! Francamente, ¡creo que la historia sobre creer saber lo que la otra piensa me supera!

Lauren estaba sinceramente demasiado aturdida para decir nada en respuesta al arrebato de la joven.


— Bien, esta vez no pienso callarme y quedarme a un lado. Olvida esa lealtad y mantén tu boca cerrada. ¿Quieres saber lo que mamá quiere? No lo adivinarías porque como he dicho ni te lo hueles. Te diré lo que me dijo: quiere que se lo preguntes, sin más ni más, eso es todo... ¡sólo necesita que tú tengas el cuidado suficiente como para preguntárselo! Y si tú no lo haces... bien, entonces no sé qué haré yo, ¡pero será algo drástico! ¡Llamaré a tu madre! -amenazó finalmente Luna.


En esos momentos Lauren estaba cerca de romper a reír ante el fervor de la joven. Alzó ambas manos a modo de rendición.

— Ve a buscarla y se lo preguntaré. -Lauren no pudo aguantar más la risa.

— ¡Oh! -dijo Luna suavemente y entonces sonrió profundamente a la artista. — ¡Vale! -añadió con entusiasmo una vez que se dio cuenta que la artista se refería a ese mismo momento!

El Amor Es Ciego... (CAMREN)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ