Parte 52

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Lauren acercó a la esbelta mujer contra ella, los dedos de la castaña aún inmersos en el sexo de la artista. Camila murmuró una letanía de palabras de amor a Lauren, deleitándose ante la sensación de estar dentro de su amante, con sus dedos envueltos por la blanda y sedosa carne. Camila podía sentir los temblorosos y agitados músculos de Lauren comenzar a relajarse mientras besaba a la artista por el cuello y el pecho, encendiendo la seductora pasión de la mujer una vez más.

Lauren encontró la sensación de los poderosos músculos de la espalda de Camila completamente eróticos, mientras deslizaba su mano a través de la piel de la escritora. Saboreó el exquisito tacto mientras los suaves y cálidos labios acariciaban sus hombros y su cuello, cerró los ojos y comenzó a mover sus caderas contra la mano que se unió a sus movimientos en un deliberado y lento ritmo. Los labios de Camila encontraron los suyos y a la vez que sus lenguas se encontraban, Lauren sintió un ardiente calor acercarse a su centro.

Camila sintió cómo la besaba con toda el alma, su dulzura mezclada con una increíble pasión. Sintió una nueva humedad cubriendo su mano mientras el sexo de Lauren introducía sus dedos más profundamente. Camila mantuvo sus movimientos. La húmeda fricción causó que los músculos de Lauren le revelaran una nueva oleada de suaves convulsiones. Mientras Camila guiaba tiernamente su mano dentro y fuera, su pulgar se alzó para acariciar el endurecido clítoris sobre la abertura. Los músculos de los muslos de Lauren se agarraron firmemente a los hundidos dedos y se abrieron para recibirlos mientras la penetraban una y otra vez.


Su clímax fue aún más intenso esta vez, pero sentir a Camila unida a ella tan fuertemente calmó a la artista.

— Oh Camila... sí... -gimió Lauren, dejando caer la cabeza hacia atrás mientras su cuerpo convulsionaba y se estremecía liberando el calor.

Finalmente Camila deslizó sus dedos del refugio de su amante, sólo para alzarlos hasta sus propios labios, saboreando la humedad que los cubría.

Cuando Lauren volvió a recuperar la voz sonrió a su amante. — Mi increíble diosa... si tuvieras dieciocho ¡me matarías!


* * * * *




— Te quiero tanto, Camila... quiero hacerte mía... -le dijo Lauren seductoramente al oído.

— Oh, amor... siempre he sido tuya... -replicó sin aliento Camila.


Lauren presionó todo su cuerpo contra Camila, sintiendo las caderas de la mujer moverse con urgencia contra las suyas. Los gemidos de Camila fueron callados por la boca de la artista mientras sus labios devoraban hambrientos a la mujer que tenía bajo ella. Los labios de Lauren encontraron el camino al rededor del cuello de la escritora hasta succionar el lóbulo, mordisqueándolo suavemente con sus dientes. La artista finalmente comenzó a murmurar palabras eróticas al oído de la joven mujer. El húmedo aliento de la artista combinado con su manera de murmurarle hizo que Camila temblara incontrolablemente.

Los dedos de Lauren acariciaron los firmes pechos de su amante, pellizcando tiernamente los suaves pezones. Camila jadeó y la artista la miró con amorosa adoración mientras se endurecían bajo su tacto.

— Mmmm... -murmuró Lauren, dando un delicado beso en cada pezón. — Me gusta cómo responden ante mí.

Trazó amplios círculos alrededor de los erectos pezones con la lengua, rodeándolos en vueltas cada vez más y más pequeñas hasta que Camila se estremeció ante el ardiente aliento que se extendía por su endurecida carne. Lauren alargó la punta de la lengua para lamer las puntas de una forma seductora. Rodeando los pezones con los pulgares y los índices, los pellizcó tiernamente, haciendo que la sensación mandara a Camila a la estratosfera.

La mano de Lauren se deslizó descendiendo por el abdomen de la mujer hasta hundirse entre los pliegues calientes, brillantes por la humedad. Camila abrió sus piernas con ansiedad. La artista se quedó sin aliento ante la sensación de la aterciopelada suavidad que surgía allí. Camila gimió ligeramente cuando sintió los fuertes dedos de Lauren deslizarse entre la humedad. La punta de los dedos de la artista se movieron girando por encima de la piel.

Lauren alejó los dedos de la excitada piel que solicitaba su atención, para succionar el endurecido pezón que la arqueada espalda de Camila le ofrecía.

— Por favor... -suplicó Camila.

Lauren lamió y succionó la carne con voracidad, mientras movía sus dedos acariciando el clítoris de Camila con pequeños círculos. Ese momento casi provoca que el cuerpo de Camila se fundiera entre espasmos con la cama. Lauren sonrió con lo que Camila creyó que era una sonrisa totalmente traviesa, mientras la artista liberaba el pezón y dejaba que su lengua creara un sendero de ardiente fuego descendiendo el cuerpo de la mujer.

Saber lo que Lauren estaba pensando hacer hizo que una nueva humedad se uniera al ya excitado lívido de Camila. Separó aún más sus piernas, murmurando de excitación mientras Lauren lamía la parte interna de sus muslos.


— Lauren... yo... -Las caderas de Camila se movieron involuntariamente, buscando un contacto más íntimo, pero a la par el cuerpo de Camila parecía retirarse.

Lauren sintió el cuerpo de la pequeña castaña tenso y alzó la mirada para ver el gesto de preocupación de la mujer.


— Cariño, ¿qué pasa? -dijo Lauren tiernamente, alzando su cuerpo para acunar a Camila entre sus brazos.

— Es sólo que... estabas bajando... -Camila parecía frustrada ante su incapacidad para decir lo que le preocupaba.

— Está bien, preciosa. Si no quieres que haga eso, no tengo porqué hacerlo. -Lauren deseaba tranquilizar a su amante, intentando desesperadamente evitar la desilusión de su propia voz.

— No, no es eso... Es que... yo nunca he tenido a nadie... oh, Dios, nunca pensé que fuera tan vergonzoso. -tartamudeó Camila.

Le tomó un buen pedazo de esfuerzo a Lauren no sonreír a su amante.

— ¿Estás intentando decirme que nunca te han...?

— No.  -respondió rápidamente Camila. — Es sólo que parece tan especial... no me veía compartiéndolo con nadie más. Siempre he querido que fueras tú. Suena muy estúpido cuando lo digo en voz alta, ¿sabes?

— No, cariño, no suena nada estúpido. -dijo Lauren con voz tranquilizadora. — No puedo ni siquiera decirte lo que eso me hace sentir. Es como si me ofrecieras un regalo muy especial. -Lauren capturó los labios de Camila en un beso repleto de deseo. — Deja que te demuestre cómo quiero agradecerte ese maravilloso regalo... -finalizó la artista, deslizando una vez más su cuerpo y acomodándose por entre las piernas de Camila.

Lauren deslizó su dedo índice por entre el triángulo de su amante y acarició con su dedo los latentes labios exteriores, sintiendo el torrente de humedad que los cubría. La artista cerró los ojos ante el increíble sabor que llenó su boca al deslizar su dedo entre sus propios labios.

Camila se excitó aún más ante la visión. — Oh, Lauren... te quiero..., te necesito, por favor... -jadeó con voz suplicante que Lauren había deseado escuchar miles de veces.

La cabeza de Lauren se inclinó y pareció que pasaba una eternidad hasta que su lengua alcanzó y lamió tiernamente el regalo que tenía ante sí. No fue rápido, ni demasiado suave, sino una firme, lenta exploración del sabor y la textura que pertenecía a la mujer de la que había estado enamorada durante tanto tiempo. Ese primer sabor, sin embargo, fue suficiente como para perder la razón y el control que había mantenido Lauren hasta ese momento. Lauren cedió ante las desesperadas súplicas de la mujer que envolvía con tensos dedos sus cabellos, y con una experimentada lengua y unos expertos dedos, tomó a su amante tan profunda y velozmente como la mujer le pedía.

Camila gritó el nombre de Lauren mientras el orgasmo explotaba en su interior. Su cuerpo se arqueó mientras oleadas de placer atravesaban su cuerpo y chocaban como las olas que golpeaban las rocas. Sus músculos se aflojaron, y entonces su cuerpo se estremeció y tensó mientras una serie de convulsiones atravesaban su cuerpo. Cuando Lauren continuó con un penetrante movimiento de su mano, Camila gritó nuevamente mientras un segundo orgasmo sacudía su cuerpo.

El Amor Es Ciego... (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora