Parte 43

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— Lolo, ¿puedo hacerte una pregunta? -le dijo Luna a Lauren en su despacho. La artista simplemente metió su billetero dentro del bolsillo interior de la chaqueta Armani que vestía.

— ¿Qué ocurre, peque? -preguntó Lauren con naturalidad.

La mujer había hablado con Luna antes, cuando había llegado a casa, y había oído las buenas noticias sobre que su madre y ella tenían una nueva relación. No pudo más que decir "te lo dije" a la joven. Luna dejó a un lado las partes de la vida personal de su madre cuando lo habló con Lauren.

— ¿Por qué mamá se ha quedado callada cuando le he preguntado por qué nunca me había azotado cuando era pequeña? -preguntó Luna.

Lauren paró lo que estaba haciendo y miró a la joven.

— ¿Le has preguntado eso a tu madre? -preguntó Lauren.

— Bueno, no en serio, pero cuando he bromeado con ello pasó de mí. -explicó Luna.

— Creo que es algo que tendrías que preguntarle a tu madre, Luna. -respondió Lauren.

— Estás pasando de mí, ¿tú también? -Luna no podía evitar el gesto herido de sus ojos.

Lauren cogió la mano de Luna mientras se apoyaba en el borde de su escritorio.

— Hay algunas cosas que están guardadas en confianza entre tu madre y yo. Cosas con las que no me sentiría a gusto hablando contigo a espaldas de tu madre. Por favor, pregúntale a ella. Sabes que no te defraudará. -dijo Lauren.

Luna asintió con la cabeza y ofreció a la artista una sonrisa comprensiva, todo ello mientras se preguntaba qué tendría tanto miedo de contarle. 

* * *


Después de recoger a Sofía, las cuatro se dirigieron por la carretera de la costa del Pacífico hacia Newport Beach donde Lauren había alquilado un helicóptero para volar hasta Isla Catalina. Camila mantuvo sus ojos fuertemente cerrados durante al menos cinco de los quince minutos que duró el vuelo, hasta que Lauren deslizó un brazo alrededor de sus hombros y le susurró que estaría completamente segura con ella. La vieja sensación de seguridad y solidez en el abrazo de Lauren hizo su efecto y rápidamente Camila estaba disfrutando de la impresionante vista mientras volaban sobre la bahía de Avalon.

Lauren le explicó que tenían una reserva en el Landing de la ciudad de Avalon. Como aún faltaba recorrer como una milla desde donde aterrizaron, Lauren le pidió al piloto que tuviera un taxi esperándolas.

— He escogido Avalon sólo por ti, Camz. En honor a una de Chicago que viene a California. -dijo Lauren. Las dos mujeres rieron.

— Me he perdido algo. No lo pillo. -comentó Luna.

— Ya somos dos. -se unió Sofía.

—'Avalon fue creada por William Wrigley. En los años veinte los Chicago Cubs solían venir aquí para la pretemporada. -Camila sonrió a Lauren mientras lo explicaba.

Camila se sorprendió de que el helicóptero fuera tan grande y cómodo. Por el camino les contó que estando en México investigando para uno de sus libros, los militares le dieron una vuelta. Les contó que el helicóptero no tenía puertas y los motores sonaban tan fuerte que no podías ni escuchar tus propios pensamientos. Lo recordaba cariñosamente como una de las experiencias más angustiosas de su vida.

Lauren les comentó que ese era algo así como un Rolls Royce de los helicópteros. Todo ello estaba tapizado en cuero y había espacio para seis personas, sin incluir al piloto. Sonrió brillantemente a Camila cuando Luna les preguntó por qué no habían cogido simplemente el ferry. La artista respondió que llevaba una hora llegar a la isla en ferry y cuando el mar estaba levantado volar era la única forma de llegar. Finalmente Lauren reveló la verdad escondida tras el coger un helicóptero siempre que ella iba a Catalina.

El Amor Es Ciego... (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora