Capítulo 9

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Melek

Le doy una sonrisa a su madre y la niña corre hacia mi. Me agacho para recibirla con los brazos abiertos. Es de los refugiados de Burma. Perdió a su padre en uno de esos ataques contra la comunidad musulmana, y cuando vinieron aquí la chica estaba muy cerrada y no se separaba de su madre. Con unas pocas sesiones de terapia grupal, donde participaron niños del orfanato y niños refugiados, la veo más abierta al mundo y con mas esperanzas de que viva como cualquier niña de su edad. 

Apenas le calculo 7 años, y su belleza tan exótica llamó la atención de muchos niños de La Loma. Debo suponer que su padre era muy hermoso, de ojos miel. Porque la nariz achatada la tiene de su madre. Ayer fuimos a cortarle el pelo a la peluquería, ella y algunas niñas más. Al hacerlas pasear por Elche entre las calles y el sol Alicantino, se vieron muy emocionadas y un poco asustadas por el ruido. Y como siempre, Zahra volvió a llamar la atención de los paseantes y algunos hasta le tomaron fotos. 

Se vio muy emocionada eligiendo su corte de pelo. A veces me da la impresión que entiende todo lo que hablo en español, porque la siento atenta a mis palabras, pero por otro lado supongo que debe impresionarle escucharnos hablar en un idioma extranjero. 

Hoy volvemos a Carolina y quise llevármela conmigo, he conseguido una visa para ella de una semana y al menos que tenga la oportunidad de ver un poco más de mundo. 

Sulay se quedará con Félix, para cuando lo traigan. Se le ve muy emocionado con la hija de Miriam, y a decir verdad, no tengo nada en contra de que mi hijo esté con ella. Aceptaría una tregua con Miriam por ellos dos. 

* * *

Tras un largo viaje decido pasar a hacerle una sorpresa a Ángel, lo extrañé tanto. Zahra está muy emocionada con todo. En el aeropuerto le compré algo de ropa, y eso con su nuevo peinado parece darle un aire muy sofisticado. 

Al llegar al gran edificio de Salinas Enterprises, la cojo de la mano y la llevo conmigo hacia recepción. Le doy un caramelo y camino hacia el ascensor, cuando la secretaria me retiene.

— Disculpa Señora Salinas, pero el Señor Salinas nos dejó órdenes estrictas de no deja a absolutamente nadie entrar a su oficina, aparentemente está teniendo una reunión muy importante y no quiere ser interrumpido— la mujer se coloca entre mi y el ascensor.

— Pero yo no soy cualquiera, soy su esposa ¿Recuerdas?— intento alejarla de mi camino, pero ella se resiste.

— Señora, por favor, no quiera crearme problemas aún soy nueva trabajando aquí.

La miro con más detalle. Es cierto, la anterior secretaria si no recuerdo mal era una mujer algo mayor ¿La habrá despedido? ¿Porqué? Asiento a regañadientes y cojo la mano de Zahra, y voy  a salir cuando paro en seco y vuelvo a recepción. 

— Cuando termine dile que estoy en mi antiguo despacho ¿Sí?

Al menos ahí puedo terminar los presupuestos y demás cálculos. 

Al llegar, dejo a Zahra con colores y un folio para entretenerla y comienzo mis cálculos.

— 400 el mes pasado, 700 este mes, y los 500 de mi sueldo de los dos meses, le quitamos los 300... No 400 de las facturas de electricidad, los 300 de agua, y lo que compramos nuevo de aproximadamente 200...

— It makes 500— responde Zahra

Me quedo mirándola ¿Acaba de entender el español, y hacer cálculos a sus 7 años?

— Did you understand what I said?— aparto el portátil de entre nosotras

— Yes— asiente sonriente

— ¿Y cuando sería si le añado 700 de cada una de las pagas de mis dos hijos y mi marido?

Se sujeta el mentón mientras hace cálculos. Yo con disimulo saco la calculadora y hago los cálculos

— 2.600 

Me quedo mirándola. Le doy al signo de igual y... 2600. Acabo de descubrir un diamante negro. 

Sonrío poco a poco y me levanto a abrazarla, y mis lágrimas caen solas por la sorpresa y la alegría, por fin la niña tiene un futuro, un futuro brillante. Sólo necesita educación. 

— And how is that you understand Spanish?— le pregunto sentándola sobre la silla de nuevo y agachándome a su lado

— I make similarities. Theres some words I dont understand, so I try to guess from the context. 

La puerta se abre y Ángel entra como un torbellino. Al verme sonríe y se recuesta sobre el marco. Limpio mis lágrimas y lo miro, él me mira con su sonrisa y vuelve a mirar a la niña. Zahra lo mira con una extraña expresión, y sé que lo está analizando. 

— Zahra, cielo, ahora volvemos— y paso por su lado hacia el compartimento del despacho.

Ángel cierra la puerta y siento sus manos sobre mis caderas y cómo él expulsa el aire de sus pulmones atrayéndome a su cuerpo. 

— Así que una reunión importante...— me hago la enojada

— Lo siento amor...— besa aparta mi velo para besar el hueco de mi cuello— ...creí que vendrías más tarde— me encierra más entre sus brazos— ¿Zahra es tu nueva adopción?

— Es una niña muy inteligente. Acaba de hacer conmigo... Bueno hacerme, las cuentas del presupuesto de hace dos meses. 

— Si te hace ilusión yo me ocupo de su educación— me gira entre sus brazos—Vendrán especialistas a evaluarla y podremos ver su nivel para darle la mejor de las educaciones. 

Rozo mi nariz con la suya y paso mis brazos por su cuello: — ¿Y qué pasó con tu anterior secretaria?

Siento que se tensa entre mis brazos, pero no tarda en sonreír

— ¿Marylin? La ascendí— hunde su rostro en mi cuello— lleva mucho tiempo trabajando duro aquí, lo merecía.

Escucho un ruido fuera, y lo separo de mi. Zahra se quedó sola, y aún es una niña. Al salir la veo aún dibujando pero el teléfono de Ángel estaba en el suelo. 

Ella lo mira y mira a Ángel, pone ojitos y se tapa la boca asustada: — I just wanted to take the red. 

Él suspira, y se agacha a recogerlo, la pantalla toda rota. Ella se baja de la silla y se acerca a abrazarlo, escucho cómo le susurra algo al oído, lo que supongo es una disculpa, y se separa de él. 

De la sorpresa él la mira con el ceño fruncido, y al ver que ella le sonríe, él sonríe de vuelta y palmea su espalda, antes de salir y hacerme una seña. Cuando salgo a verlo él cuela su dedo en mi escote bajo mi velo y me acerca a él para susurrarme al oído. 

— Ésta niña me da mala espina. Devuélvela a la Loma

Saco su dedo de mi escote y arreglo mi velo.

— La niña va a quedarse conmigo una semana, y recibirá una buena educación, te guste o no— le doy una sonrisa y me asomo al despacho para llamarla e irnos los tres a casa. 

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Concorde a la cronología de La chica del pelo platino, ha pasado un año. 

¿Qué le hará dicho Zahra a Ángel/Junaid para que le disguste tanto? 

Como siempre, un buen voto y un comentario, y luego lo compartes con tus amigos, o coges una frase que te gusta y la compartes con tus compas... como quieras. Un besazo.

La chica de los guantes de boxeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora