Capítulo 30

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Melek

Nos escondemos detrás de la barra del bar. No entiendo nada de lo que pasa. Hemos escuchado unos tiros y unas voces diciendo que nos pusiésemos al suelo. Llevamos dos horas aterrados en silencio, escuchando gritos de fondo y tiroteos.

Los niños lloran en silencio y otros me miran aterrados incapaces de formular una sola palabra. Hay una pareja de jóvenes que venían en una cita doble, que se sostienen las manos y se tranquilizan los unos a los otros.

— Soy la mayor entre todos— susurro en el micrófono de mis audífonos— somos como 20 personas detrás de la barra del bar, y ninguno parece ser mayor de edad. 

—Genial, ustedes tranquilícense y no hagan ruido. Manténgase con nosotros en línea el mayor tiempo posible— La voz del agente de policía al otro lado de la línea me tranquiliza

— Okay, intentaré estar en línea

Veo la centésima llamada de Ángel, pero no puedo responder.

—Tati Melek— Sandra me toma la mano asustada

— Vamos a salir bien de esta. Cuando salgamos iremos a comprar videojuegos para todos— la tranquilizo en una voz lo suficientemente alta como para que me escuchen todos. Los necesito tranquilos y calmados.

— ¿Son sus nietos?

— No, son niños del orfanato de Carolina. Soy la directriz y los traje para que pasen tiempo y divertirse.

— Ah usted es la señora Salinas. Quisiera decirle que es un placer conocerla, pero no son las condiciones.—dice con aires divertidos. Sonrío ante su ingenuidad- Ahora lo que va a hacer es colocar el teléfono bajo su ropa, para que no puedan ver sus auriculares.

 — Llevo earpods, no se verá que estoy llamando.

— Perfecto

Medito sobre la situación, puede que esté viviendo mis últimos momentos de mi vida. Una bola de angustia se instala en mi estómago. 

— Señor me gustaría poder hablar con mi familia, no sé si será esta mi última llamada.

Escucho cómo suspira al otro lado de la línea.

—Señora la necesito en línea, no puedo dejar de saber noticias sobre ustedes.

— Entonces hágalo usted mismo señor. Llame a mi familia y póngame con ellos

Al final termina por ceder y le dicto el número de Safuan. Lo descuelga a la primera.

—¿Sí?

— Safuan...

—¡Mamá! ¡Mamá! ¡¿Estás bien?!

— Sí, estoy a salvo no os preocupéis.

—¡Estamos a fuera no nos dejan entrar mamá!

—¿Están aquí a fuera?- el agente de policía interviene

—¡Sí!

— Okay, enviaré a alguien que os traiga aquí para que puedan hablar con su madre— el agente cuelga la llamada con Safuan— si están aquí afuera me pueden ser de mucha utilidad. Sobretodo el campeón de MMA

Segundos después escucho ruido al otro lado de la linea.

Señores... — comienza el policía

¿¡ Melek !? ¿Dónde está? — Àngel suena frustrado y asustado. 

Y es ahora que me doy cuenta de la gravedad real de la situación. Él llama mi nombre varias veces, y cuando al fin tengo el coraje de responder, lo hago en un susurro.

La chica de los guantes de boxeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora