Capítulo 38

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Está empezando a refrescar a fuera. Mei duerme como un angelito y Lobo mira el informativo del día en el que se anuncian los acontecimientos del país. 

«Las autoridades del estado de Carolina anuncian que el buscado narcotraficante Yan falleció ayer a las 8 de la tarde, de un tiro a la altura de la cabeza. Se sospecha un ajuste de cuentas entre bandas, aunque tampoco se descarta el suicidio. Se hallaba muerto y tirado en una de las propiedades de su ahora viuda Karol Bahares, alias "la gata", cuando uno de los vecinos alertó a la policía municipal. Más detalles con nuestro reportero Nicholas Hamilton en Carolina.»

Aiko apaga el televisor y camina hacia la cocina. Escucho cómo vasos y cubiertos resuenan, y luego sus pasos se alejan. Aún no nos hemos puesto al día con todo. 

Mei se durmió entre mis brazos, así que la llevo al cuarto de su madre, donde un par de guardias armados lo custodian. La coloco en su cunita, y camino hacia el balcón, desde el cual puedo ver a Aiko. 

Está tomando alcohol, a cortos tragos. El cielo se ve estrellado y oscuro, la noche es fresca, y el ambiente invita a una buena charla. Sin embargo ella toma la palabra.

— ¿Se siente bien?...— Se gira y me mira con una sonrisa cínica— Matar a alguien digo. 

Suspiro. 

— No quieres saberlo. 

— Es verdad, no quiero. Pero para la seguridad de mi hija necesito hacerlo. Dime, ¿Cómo se siente asesinar a alguien?

¿Cómo se siente?

— Se siente... Distinto, bueno se sentía... Era como una liberación, como... Pisar una hoja reseca en otoño... Crujiente... Satisfactorio. 

— ¿Qué te hizo cambiar? ¿Porqué decidiste entregarte y colaborar?

— Por tí

Ella ríe con sarcasmo. 

— Yo... Quieres hacerme creer que fui yo quien te hizo cambiar.

— Bueno... En realidad no. Fue el amor que siento por ti lo que me hizo cambiar. De alguna manera no quería que nadie te tocase en el ring, que nadie te pegase, y aunque ese fuera yo, después me odiaba a mí mismo por hacerlo— Ella me da la espalda— Por eso accedí a que te entrenara, quería que supieras defenderte cuando supieras quién era yo en realidad. Quería que te defendieras de mí... de Trueno. He de admitir que no lo haces tan mal. Y ahora... ahora que sé que tengo un angelito, mi vida ha cambiado. Ahora que sé que una criaturita indefensa es parte de mí, y de tí, estoy preparado a dar mi vida por ella. 

— No, matar no se siente bien Safuan. Se siente asqueroso, se siente doloroso. Matar es como arrancarse parte de sí mismo que la conciencia estará recordándote de por vida. Y voy ha hacer todo lo posible por que una vez que termine todo esto, no vuelvas a ver a Mei nunca jamás. 

Coge su botella y camina hacia dentro de la casa. 

«Y yo voy a hacer todo lo posible por que me creas y me vuelvas a aceptar en tu vida»

Mañana Aiko saldrá de paseo con sus guardias por el barrio oficialmente como la predecesora de su padre. Decidió retomar el negocio y boicotear desde elnegocio desde dentro. Fue inteligente, porque sabe que si su padre muere va a haber alguien más quien lo remplace y nos veremos enfrentados a un nuevo enemigo. Con Carrasco hemos planeado hacer caer a todos los narcotraficantes de un golpe, en la fiesta que celebraremos por Aiko. No creemos que estén todos, pero al menos podremos hacer nuestro trabajo. 

Aiko ha estado pensando en crear trabajo a esas personas que trabajan con ella, para darles una oportunidad. Desde luego todos los implicados serán castigados, pero Aiko quería ayudar y propuso esto a Carrasco. 

La chica de los guantes de boxeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora