"Un Omega Diferente"

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A la mañana siguiente Sam se sentía mucho mejor y su amigo se había despertado y tomado los medicamentos del brujo por lo que los dos estaban relativamente bien, afortunadamente Teo no había tenido ninguna fractura ni nada grave, pero por desgracia Sam sí, por lo que una de sus costillas aún no se había curado y le costaba realizar ciertas cosas.
Teo le agradeció muchas veces a Blake y a Sam pero estos solo le decían que no tenía nada que agradecer, Teo decidió ir a la casa de Hana para pedirles a sus padres una poción para sus heridas y las de su amigo, estos aceptaron viendo que tan rápido se había mejorado y Sam se tuvo que quedar en la casa de su mate por sus heridas.

Apesar de que Sam no pedía nada Blake se encargaba de darle su comida y ver que este estuviera cómodo, apesar de que eran pequeñas cosas que realizaba Sam no podía evitar sonrojarse cada vez que el chico era atento con el.

Blake: recueste.

Este acató la orden con dificultad siendo ayudado por el vampiro, este al ver las mejillas rojas del moreno pensó que este tenía fiebre por lo que tocó su frente en un repentino movimiento, lo que causó un susto del lobo.

Blake: no tienes fiebre pero estas rojo, que podrá ser?

Sam se sonrojo más, así que se cubrió con las sábanas para que esté no lo observará, el vampiro lo miro con extrañeza no comprendiendo su comportamiento, tiro un poco de la sabana pero este se resistió, el vampiro sonrió de lado empezó a jalar la más haciendo que el lobo la colocara rápidamente mientras le decía que se detuviera.

Blake: he... Por qué? No es divertido si no veo tu rostro.

El lobo siguió forcejeando hasta que sintió un peso en el, se había colocado arriba suyo... El chico pataleaba para que esté se quitará de encima pero parecía no querer hacerlo.

Sam: hey! Estás subiendo te en alguien herido?! Quítate torpe chupa sangre!

Blake: mira quién lo dice, el que estaba bebiendo de ella ayer sin ningún problema!.

Sam: t-tú sabes por qué lo hice! La sangre de vampiro es curativa así que ya quítate de mi!!.

Sam había dado la vuelta llevándose con sigo al sexy vampiro, por lo que las posiciones ahora eran invertidas y algo más comprometedoras, sus rostros a centimetros de ellos rozando sus narices por cada suspiro, y con los ojos muy abiertos por el repentino movimiento, Sam trato de levantarse pero al estar herido y débil cayó rápidamente al pecho del chico, quedando recostado escuchando los latidos de su mate, estaba fascinado!, Quién pudiera creer que aquellos latidos hacían vibrar su corazón, y mantenerlo tranquilo, el vampiro desvío la mirada y tomo en brazos al moreno. Este lo había cargado al estilo princesa por lo que se había sorprendido, lo tomo de su cuello para no caerse por tan rápida acción y no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas al ver lo alto que este era.

Por otro lado Blake evitaba la mirada del chico y no es porque le cayera mal o alguna cosa si no que el chico tenía una de sus camisas y le quedaba realmente grande, por lo que le llegaba hasta los muslos y al tenerlo cargado en esa posición dejaba mucho que ver, y no se equivoquen que el es 100%  "heterosexual" pero bueno, ver a tu tua cantante así, aceleraba a sus hormonas, o algo más.

El chico con suma delicadeza volvió a recostar al lobo y ambos evitaron la mirada del otro, se quedaron en silencio esperando que alguno de ellos hablara.

Sofía: ya acabaron?

Blake: m-mamá?! Hace cuánto que estás allí?

El vampiro giro encontrandoce con su madre quien estaba parada en la puerta sonriendo de oreja a oreja sin despegar la mirada de los chicos, Sam se sonrojo aún más y se sintió incómodo al pensar que la dulce señora los había visto en esa escena tan... Romántica?

Sofía: tranquilo acabo de llegar, hicieron algo malo?

Blake: por supuesto que no.

Sam: no señora!.

Lo habían dicho al mismo tiempo lo cual le resultó gracioso a la vampiresa, pero lo que ellos no sabían era que ella había visto toda la escena, lo cual le resultaba realmente tierno, ella tenía una idea de por qué su hijo se comportaba así por un lobo, ella estaba sumamente extrañada cuando trajo a un lobo a su casa para curarlo cuando el personalmente le había dicho que no le agradaban del todo aquella raza, pero mirándolos a ambos en verdad harían una tierna pareja, y la mujer estaba dispuesta a ayudar con su relación.

Sofía: bien, solo vine a dejar esta sopa de pollo y verduras para Sam, espero que te guste cariño.

La mujer le sonrió a los chicos y dejó la bandeja en la mesa, para luego salir con una radiante sonrisa. Blake sabía que su madre sabía algo...