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El ambiente era algo incomodo, después de que dejara pasar al vampiro el cual también era su mate y es solo iba vestido con unos shorts muy cortos y una camisa muy larga eso resultó la incomodidad de ambos además de que Blake no ayudaba mucho ya que la camiseta que tenia se le veía realmente bien al marcar toda su figura.

Blake desvío su mirada y le entregó la ropa, Sam al ver lo incomodo que esto se estaba volviendo la tomo con un pequeño sonrojo y le pidió al chico que diera la vuelta para que se pudiera cambiar con más comodidad, Blake como todo un caballero se dio la vuelta escuchando como la ropa se deslizaba por ese lindo cuerpo que el queria ver.

Por su mente su vampiro le gritaba que se diera la vuelta que no lo notaria, el por otro lado se negaba a dar la vuelta a pesar de que deseaba ver a su tua cantante.
Por otro lado Sam se cambiaba con rapidez tratando de no voltear lo a ver, aunque aún seguía sorprendido, nunca pensó que detrás de la puerta se encontraría su mate y menos con ese tierno atuendo.

Ya listo el chico se dio la vuelta y toco el hombro del alto, el cual pensando que estaría un poco más lejos de el se dio la vuelta de inmediato quedando muy cerca uno del otro, por obvias razones Blake se aparto con rapidez extendiendo le su gorro.




Sam: gracias...




Si bien Sam no quería salir a cantar le daba curiosidad saber como es que cantaría su mate, de seguro al ser un chico corpulento y parecer muy grande he imponente no cantaría tan alto o tendría la voz muy gruesa al cantar. A él no le gustaba cantar por el simple hecho de que su voz era más aguda al cantar de lo que mayormente era, el quería sonar como todo un hombre pero a diferencia de ello sonaba como un niño al cantar.
No es que cantara mal al contrario lo hacía muy bien, solo que al escucharse no es lo que el quisiera ser en realidad.




Blake: debemos ir abajo, todos nos están esperando.



Sam: claro...


El lobo suspiro y a pasos apresurados se dirigió a la puerta, su torpeza al estar tan desconsentrado hizo que este perdiera el equilibrio y estuviera por caerse si no fuera por sus grandes reflejos al tomarse de la camiseta del vampiro y tirar de ella para no resbalarse. Ahora el problema era este, un vampiro semidesnudo ya que la camiseta se rompió al tratar de no caer, un lobo super sonrojado tocando el pecho desnudo del otro y por si fuera poco escucho como algo cayo a sus pies, dándose cuenta que lo que había entre sus pies eran un par de condones y lubricante...




Sam no sabía donde meterse lo único que pudo hacer es dar un paso atrás y taparse el rostro el cual parecía más bien una cereza de tan sonrojado que estaba.
Por otro lado Blake el cual también se encontraba sonrojado vio como su mate se tapaba el rostro y sin pensarlo como un reflejo lo envolvió entre sus brazos.


Su instinto como vampiro superior hacia querer proteger a su tua cantante y para que negarlo si hasta el lobo de Sam sin siquiera pedirlo enpezo a ronronear cual gato haciendo la estadía de Sam aún más incomoda, pero estaba bien, en realidad me gustaba este sentimiento de ser protegido, tantos años protegiendo a sus amigos, que lo que hacía el vampiro por el era nuevo, no le disgustaba es más le encantaba.


Blake: está bien, aparta tus manos.



El lobo aún sonrojado hizo un espacio entre sus dedos para ver al chico sin despegar sus manos de su rostro, Blake al ver esto no pudo evitar pensar que era tierno por lo cual bajo la mirada y beso con ternura aquellas manos que no se despegaban de aquel bello rostro.
Sam por su parte muy sorprendido aparto sus manos al realizar esto sintió un apretón en su cintura, notando enseguida que aún lo estaban abrazando, intentó apartarse pero al hacerlo no pudo evitar sentir los pectorales de su mate, en verdad el era todo lo que el no podía ser. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta que estaba tocando el cuerpo del chico, al notar esto despegó sus manos rápidamente mientras se disculpaba con rapidez.



Blake: tranquilo, no me molesta que tu lo hagas.





Sam al escuchar esto levanto la mirada observando que aquellos ojos azules que transmitían tranquilidad y cariño hiban dirigidos hacia el, como dos destellos azules que no se despegaban de él. No pudo dejar de pensar que tenía suerte, el le había demostrado que era cariñoso, tranquilo y sobretodo que podía confiar en él.



Sam: ¿Por qué tuviste que ser tu?




Al vampiro no le dio tiempo para contestar al sentir unos carnosos labios sobre los de el, estaba sorprendido pero no le tomó mucho tiempo para tomarlo con aferro de la cintura y corresponderle el beso...







Creo que me enamore de el... Pensó Sam mientras envolvía sus brazos en el cuello de Blake.




Este solo era el inicio de un gran final...

"Un Omega Diferente"Where stories live. Discover now