Sam es un chico que lo tiene todo, una linda familia, amigos y hasta es parte del equipo de fútbol en su escuela como uno de los mejores jugadores del año.
Es un lobo muy codisiado y amado por todos en su manada.
Pero la vida de este chico dará un...
Ambos chicos se quedaron congelados en su lugar, si bien Nidia no tenía problemas en ver a dos chicos besandose ya que sus padres lo hacian muy a menudo ella pensaba que por eso es que su papá los tuvo a ellos, así que en la mente de la niña habían mil y un cosas por las cuales ellos dos se encontraban besandose.
Nidia: ¿el hermano Blake va a tener un bebé?
Preguntó con inocencia, Sam al escucharla no pudo evitar taparse la boca para soltar una gran carcajada, bueno era muy extraño el pensar que este tuviera una panza de embarazado no inposible pero si demaciado raro. Por otro lado la mirada de Blake se volvió en una sonrisa ladina cuando comentó algo que dejó bastante molesto al omega.
Blake: aquí entre nosotros, el que quedará embarazado será tu hermano mayor.
Aclaró con una gran sonrisa, la niña sonrió con alegría y se acerco a su hermano en un tímido movimiento tocó la panza plana del chico dejando muy sorprendidos a los dos chicos.
Sam: N-Nidia, no estoy embarazado...
Nidia: p-pero un compañero de mi salón dijo que si dos personas se besan tienen que tener bebés.
Sam: bueno...eso es más complicado de lo que parece...
La niña realizó un pequeño puchero, si bien se encontraba feliz de que su gran hermano mayor pudiera tener bebés, recibió la horrible noticia de que era más difícil de lo que pensaba el tener uno, la niña apartó su pequeña mano del estomago del chico y entrelazo sus brazos enojada.
Nidia: pero yo quiero un hermanito, no es justo...
Blake y Sam se miraron con duda no sabiendo que decirle a la adorable niña quien en ese momento se encontraba algo triste, al vampiro se le ocurrió una idea así que reunió ánimos y cargo a la niña en sus hombros impresionando a los hermanos por su repentina acción.
Blake: ¡vamos! hay que ir afuera a ver las estrellas.
Ambos hermanos se miraron con duda pero decidieron en ir con el, luego de unos minutos los cueles esas tres personas ya se encontraban en el patio de aquella enorme mansión el vampiro les sonrió con diversión para luego ver cómo este se transformaba en su vampiro, sus largos colmillos y uñas eran bastante filosos además de que sus ojos eran de un negro profundo con una fina línea recta de color dorado con rojo algo realmente fascinante, pero lo que más impresionó a este par de hermanos fue que la final de su transformación salieran unas grandes y hermosas alas, para ambos esto era nuevo, la relación de vampiros y lobos era bastante dura por lo que esos evitaban congeniar con los otros, por lo que para Sam y Nidia la transformación de un vampiro era algo completamente nuevo para ellos.
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Blake: bien, ahora a volar...
Murmuró con una sonrisa y sin darles tiempo a los chicos tomo de las caderas a cada uno con su gran velocidad característica de un vampiro y voló despegando sus enormes alas, la pequeña niña junto a él reía mientras veía el paisaje, que por otro lado Sam sostenía el brazo de su mate por el temor de caer desde esta gran altura, le tenía algo de pavor estar en lugares tan altos y ahora tenía miedo de saber que nada lo mantenía seguro más que el mismo aferrándose al chico.
Blake: tranquilo, no te soltare.
Murmuro contra su oído causándole de inmediato una descarga eléctrica, el lobo por instinto abrió los ojos encontrándose con el pueblo y justo frente a él el gran y frondoso bosque siendo iluminado por la gran luna.
No podía creer lo que sus ojos veían era tan bello el lugar que no pudo evitar abrir los ojos con sorpresa, nunca había tenido una vista tan hermosa del lugar como la tenía ahora, sin duda un recuerdo que nunca olvidara.
Luego de un rato de estar admirando el paisaje el vampiro con suma delicadeza descendió para dejar con cuidado a las dos pequeñas personas que sostenía, los miro con un a gran sonrisa y luego de revolver el cabello de la pequeña niña se encaminó hacia su tua cantante y beso su mejilla en un suave beso.
Blake: nos vemos luego mi lobo...
Murmuró contra su oído, y sin dejar que este contestara el fornido chico ya se había ido volando del lugar dejando perplejo al omega.
Realmente me enamore de él... Pensó mientras se cubría el rostro sonrojado. La niña junto a él sonrió y miro al cielo admirando la partida del vampiro...
