Sam es un chico que lo tiene todo, una linda familia, amigos y hasta es parte del equipo de fútbol en su escuela como uno de los mejores jugadores del año.
Es un lobo muy codisiado y amado por todos en su manada.
Pero la vida de este chico dará un...
Habían pasado exactamente 3 semanas desde que se supo lo de su hermanita, ahora que todos lo sabían se le asigno una escolta a ella, ya que era apenas una niña y no se sabía defender, Tom brujo prnicpal de la manada, delta de la luna y su tío sería el encargado de cuidar y proteger a la niña además de entranarla para protegerse en caso de una emergencia. El ya era alguien mayor y aunque también era igual a su hermana el sabia todo para protegerse.
Sam se encontraba en su habitación, por lo que tenía entendido tenía que asistir a la fiesta a las 2 de la tarde, como siempre fue muy presentable ya que quería dar una buena impresión, al no saber que regalarle decidió preguntarle por mensaje ya que desde que se conocieron este le paso su número por lo que le resultó más fácil y cómodo platicar con el, además el chico era en verdad simpático y tranquilo. En cambio este le había dicho que no había necesidad de llevar nada como un regalo, por lo que asiendo caso a su petición no llevaba nada.
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Salió de su casa con rapidez ya que se le hacía tarde, no le tomó mucho tiempo al llegar a la casa lo más extraño es que nadie respondía a la puerta, toco un par de veces más y comprobó si esta era la casa correcta. Pero al oír un ruido en la parte trasera de la casa se alarmo, tal vez la familia había salido un momento y un ladrón estaba en su casa, por lo que con esa idea en mente se aserco con lentitud a la parte trasera de la casa.
Cuando llegó allí no podía creer lo que sus ojos veían, justo en frente se encontraba su mate, pero esto no era lo más sorprendente, sino que este se encontraba sin playera sudando o tal vez estaba mojado mientras labava su auto, no sabía si esto era real o mentira pero una cosa estaba clara, no podía cerrar la boca, sus músculos bien definidos, su abdomen trabajado, el sudor corriendo por su cuerpo y su cabello mojado no ayudaba mucho que digamos, se tapo la boca cuando lo vio detenidamente, en verdad esos tatuajes le quedaban muy bien.
Blake: Sam?
Bueno... No es como si el siempre tuviera suerte. Al escuchar su nombre no supo donde meterse, quería desaparecer pero a la vez quería seguir admirando lo, cuando noto que lo miraba solo pudo atinar a bajar la cabeza con un gran sonrojo, Blake al ver su actitud se extraño hasta que se dio cuenta que el no llevaba camiseta, rápidamente y tratando de no incomodar más a su mate se coloco la camiseta con rapidez y se preguntó el por qué su mate se encontraba aquí.
Sam: t-tu hermano me invitó a su fiesta de cumpleaños, p-pero nadie contestaba la puerta, escuche un ruido aquí y pensé que era un ladrón, l-lo siento.
Blake toco su cuello con algo de pena, el se encontraba mojado y sucio por estar lavando los autos pero a comparación con el lobo el parecía ser sacado de una película de cuentos de adas, se sintió muy extrañado al ver la diferencia de ambos pero se extraño más al saber que venía por la fiesta de cumpleaños de su hermano mayor, era verdad que su hermano cumplía años pero eso sería dentro de una semana más.
Blake: pero... El cumpleaños de mi hermano es en una semana
El lobo lo vio sin intender pero luego pensó un poco, cada vez que hablaba por teléfono con el chico este siempre soltaba risas pequeñas y cambiaba de tema cada que podía, ahora que lo pensaba bien, el era el tonto por no darse cuenta. El lobo negó repeditas veces y decidió irse de allí ya que no había nada que hiciera que se quedara.
Blake: ¿te vas?
Sam: bueno, luego de ser engañado por tu hermano creo que lo correcto es irme.
Blake miro intensamente al chico y le sonrió, si se quería ir estaba bien pero después de que se vistiera de esa manera pensaba que era un desperdicio que este se fuera solo así.
